Capítulo X

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Jisung tiene la cabeza inclinada hacia abajo. Parece que a través del inminente frío de su cuerpo y de la penetrante oscuridad, fue capaz de recordar los días de su juventud en que las flores de jazmín brillaban en sus manos. A la edad de diecisiete años, Seungmin lo llevó a ver como los capullos se abrían en los árboles del bosque. Ese fue su regalo de cumpleaños. ¡El mejor presente de su vida!

El dulce amor de ese momento era completamente falso. Solo el dolor le martillea ahora. Está cansado de sus memorias de hace 14 años. Cansado de ver jazmines, libros, fuegos artificiales y lámparas de aceite que formaban parte de algo que ya no existía.

No sabe cuánto tiempo estuvo abierta la puerta, tampoco conocía desde hace cuánto Kim Seungmin había estado observándolo:

"Si no entras ahora, duermes afuera."

Jisung se levantó y entró a la casa sintiéndose verdaderamente triste, débil y humillado. Lo más doloroso es que nunca fue capaz de reclamarle nada. Siempre lo tuvo allí, para él, a su alcance.

Y ahora lo está perdiendo sin notarlo.

Kim Seungmin originalmente había querido hablar de una manera tranquila. Intentó sofocar los rastros de su ira y la inminente furia que se expandía todavía por su cuerpo. Quería darle a entender a Han, que todo podía quedar atrás, olvidarlo, seguir. El tema de la ruptura podía ser tirado a la basura... Pero cuando vio la camisa de Han Jisung, se sintió estúpido y pensó que había estado haciendo algo para provocarle sentir culpa y lástima.

Jisung tenía sangre.

Jisung entró sin mirarle, se encaminó al baño y puso a calentar el agua en un intento por lograr detener al menos los espasmos de sus dedos. Temblaba tanto. Seungmin notó por primera vez que su ropa era muy delgada.

"¿Qué has estado haciendo afuera?"

Kim Seungmin señaló su camisa, su mirada era difícil de descifrar.

"Tuve una hemorragia nasal."

Han Jisung limpió débilmente las manchas rojizas en su cara con el dorso de la mano.

"¿No sabes cómo llamar a la puerta? ¿Realmente crees que puedo evitar que entres en la casa?" Kim Seungmin le ayudó a desvestirse. Tiró la ropa manchada de sangre sobre un cesto junto al lavamanos y después, cerró la puerta del baño y regresó para mirar detenidamente el cuerpo de Jisung. Pese a lo extraño de la escena, Kim Seungmin le robó un beso bajo la ducha. Acarició a Han Jisung, su mano le tocó desde el costado hasta su cintura.

De un momento a otro la frente se le arrugó con fuerza sin que pudiera evitarlo:

"¿Estás tan delgado porque comenzaste a consumir drogas?"

Jisung negó con la cabeza. No pensaba explicarle ni siquiera las cosas más simples de su condición.

A Kim Seungmin no le importó su silencio. Ajustó el flujo del agua y presionó a Jisung contra las baldosas de la pared para besarlo profundamente, y también, aprovechar para estirar y jugar con la parte sensible de sus memorias. Con ese hemisferio que todavía le amaba y le extrañaba.

Jisung se estremeció por las baldosas frías, no tenía fuerzas para entender a Kim Seungmin. No podía ni siquiera negarse.

Observar los movimientos eróticos de Kim Seungmin sobre él le provocó sentir algunas náuseas persistentes. Aunque no investigó ni lo comentó, estaba seguro de las cosas que Kim Seungmin había estado haciendo en los últimos años. ¿Con quién? ¿Con cuántos?

"Vamos a detenernos, no quiero hacerlo. Estoy muy cansado."

Jisung giró la cabeza y cerró los ojos, agotado y extremadamente mareado.

Los movimientos de Kim Seungmin no se detuvieron. Le pellizcó el pecho, le obligó a adoptar una posición en cuclillas y ejerció toda su fuerza contra él:

"¿No quieres ser tocado por mí?"

Obviamente hubo cierto tono de sospecha en su voz. Él sabe que siente dolor, que no tiene fuerzas... Y se beneficia con eso.

"¿Qué crees tú...?"

Para Kim Seungmin, quién ha estado trabajando en los puestos superiores de su empresa durante todo este tiempo, esto no es diferente a tratar con un cliente exigente.

"Sé que no." Kim Seungmin salió de la ducha y tomó con demasiada fuerza la muñeca de Jisung antes de decir: "Voy a estar contigo hoy, llenándote. Todavía hay cosas salvajes en el mundo del sexo que seguramente no entiendes. Pero yo sí."

Además del dolor en su muñeca, Jisung sufrió gracias a las hirientes palabras de Seungmin que le escalaron por los tímpanos. Fue arrastrado hasta la cama del dormitorio principal y casi se cayó cuando intentó defenderse.

Se siente aturdido y muy pequeño.

Las sábanas se empaparon con el agua de sus cabellos. Su torso, sus brazos, sus piernas estaban mojadas, y la temperatura del cuerpo de Jisung comenzó entonces a descender todavía más. Kim Seungmin sabía que estaba helado y no podía importarle menos ¡Solo quería poseerlo y enfriarlo más todavía si era posible! Kim Seungmin media mucho más ahora que cuando era adolescente. Alcanzaba más de un metro ochenta y cinco, dándole a Jisung un sentimiento completo de opresión.

En el pasado, Jisung solo había experimentado una sensación de seguridad en torno a su esposo.

Han sabe que debe continuar luchando. No quiere ser tocado por esa persona en tal situación ¡No importa que continúe amándolo! Esto le estaba provocando el sentirse rebajado, utilizado y asustado. Por el contrario, Kim Seungmin ha estado tan abrumado por la ansiedad y tan cegado por los celos inconscientes que no quiere retirarse ni un milímetro de encima. No desea que Han se de vuelta, caiga del colchón, tome sus cosas y lo deje. Siente que si lo abandona se volverá una persona irremediablemente loca.

Han Jisung fue inmovilizado antes de que se diera cuenta, y Kim Seungmin ocupó esa oportunidad para besarle completamente la cara. Jisung no se siente cómodo. Kim Seungmin es enorme y su cuerpo es cien veces más fuerte que el suyo. La realidad de lo que pasa es tan horrible, tan espantosa... Que para Han Jisung ya es incluso difícil de decir...

Es una violación. Si se siente como una, es porque lo es.

Kim Seungmin está ansioso por comenzar a marcar su territorio en aquel delgado cuerpo. Llenando de besos el cuello de Han Jisung, mordiendo su clavícula.

Y, después de que Kim Seungmin eyaculara dentro de él todo lo que podía ser capaz de hacerlo... Reanudó su posición por segunda vez. Kim Seungmin le dio vuelta a Han Jisung y entró por detrás. Le puso la mano en la cintura con una sonrisa maliciosa:

"Estás actuando de forma inteligente, bien hecho."

Continuó con el acto repulsivo. Experimentando, utilizando todos los trucos que había aprendido en la calle. Abofeteándolo, marcándolo. Era realmente divertido tenerlo allí, medio inconsciente en la cama. Mojado, sacudiéndose con desesperación.

El Han Jisung de esa noche no puede esperar a morir de inmediato. Es mejor irse ahora que ser torturado de esa manera. La tercera vez, Kim Seungmin le penetró a la fuerza. Se metió hasta el fondo... El cuerpo de Han Jisung no pudo soportarlo y se derrumbó sobre las almohadas. Su enfermedad, su coagulopatía, le provocó una hemorragia difícil de detener.

Los 10 años en que más te amé [seungsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora