Capítulo 6

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Llegamos al patio trasero de Hank era como cualquier otro, plantas, árboles grandes, pasto verde y recién cortado, y dos estatuas de hombres con vestimenta rara y alas, estaban en cada esquina de dónde terminaba el gran espacio trasero.

Nos dirigimos al árbol que estaba en medio del patio y Hank abrió un cajón del tamaño de mi puño, y sacó unas llaves.

-¿Como es posible que un árbol tenga un cajón pequeño?-Dije extrañado.

-Yo hice este árbol especial y mágico.

-¿Osease?

-Si, mira, de allá arriba, de enfrente, si quieres ver mi patio desde afuera no verás el árbol, ¿Porqué? Por qué es mágico y lo uso en caso de emergencias.- No entendía a que se refería a "en caso de emergencias" pero igual nos ayudaba.- ¿Ves esa raíz del árbol?

-Si.

-Bueno, a lado de ella, hay una trampilla, para eso están la llaves, deja la abro.

El abrió la trampilla con esas llaves.

-Entra.

-¿Y si me caigo? Se ve profundo.

-Venga, le puse escaleras, no creas que soy tan imbécil para no pensar en eso.

-Pues ya veremos, dijo el ciego.

Entré por esa puerta subterránea y bajé cuidadosamente, y cuando llegué hasta el fondo me tope con la segunda guerra mundial.

Había muchas armas pero éstas no eran precisamente como como las que vez en la tele o como en una guerra civil, estas eran como arcos muy actualizados y muy preciosos, lanzas plateadas, pistolas, cuchillos (no como los de tu cocina) estos eran triangulares y con mango suficiente para que cupiese en vuestras manos, variedad de armas que nunca creí que existieran.

-¡Esto es genial Hank!- Dije verdaderamente emocionado.

-Si, lo sé hijo- Puso su mano en mi hombro observando todo a su al rededor... Esperen, me llamó hijo.

-¿Me llamaste hijo?- La forma tan familiar en como lo dijo me hizo sentir nostálgico.

-Mmm, si- Vi su nerviosismo- Sólo es un decir Ryan.

-Está bien.- Tal vez exageré las cosas después de todo.

-Toma, necesitas otro tipo de ropa y más adecuada para lo que viene.- Me entregó un pantalón negro con varias bolsas, supongo que para poner los cuchillos o cosas así, y me dio un suéter del mismo color que el pantalón.- Puedes vestirte, por allá está un cuarto y puedes bañarte, hasta acá siento tu olor a azufre.

-¡Oye! No ha pasado mucho tiempo desde que me bañé.- Dije olfateando mi camisa.

-¿Seguro? Porque te hacen falta 4 duchas.- El comenzaba a reír.

-Jaja no le veo el chiste- Entré refunfuñando al cuarto que Hank señaló.

Éste era un cuarto sencillo, con una cama, un ropero, un baño al fondo del cuarto, hasta una pantalla plasma y sus paredes eran color vino, sencillo pero con un toque elegante. Justo como a papá le gustaba.

Comencé a despojarme de mi ropa y mis tenis, y entré al baño, por un momento pensé que sería algo sucio, pero no tenía lógica viniendo de un angel que le gusta el orden y la limpieza, en efecto el baño estaba impecable y olía bien, abrí el grifo de la regadera y comenzó a caer el agua y procedí a bañarme, al parecer Hank tenía razón, parecía que no me había bañado en días, por que en el piso caía agua muy sucia y que asco.

Terminé de bañarme y agarré una toalla que estaba en el baño y me la enrede en la cintura, salí del baño y miré la ropa que Hank me había entregado, era casi como me vestía siempre vaqueros negros, excepto a que solo usaba chamarra o sudadera en epocas frías o frescas, y la idea de tener que enfrentar brujas me erizaba la piel, decidí secarme y prendí la gran televisión, y precisamente pasaban las noticias locales.

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2015 ⏰

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