Llegamos al patio trasero de Hank era como cualquier otro, plantas, árboles grandes, pasto verde y recién cortado, y dos estatuas de hombres con vestimenta rara y alas, estaban en cada esquina de dónde terminaba el gran espacio trasero.
Nos dirigimos al árbol que estaba en medio del patio y Hank abrió un cajón del tamaño de mi puño, y sacó unas llaves.
-¿Como es posible que un árbol tenga un cajón pequeño?-Dije extrañado.
-Yo hice este árbol especial y mágico.
-¿Osease?
-Si, mira, de allá arriba, de enfrente, si quieres ver mi patio desde afuera no verás el árbol, ¿Porqué? Por qué es mágico y lo uso en caso de emergencias.- No entendía a que se refería a "en caso de emergencias" pero igual nos ayudaba.- ¿Ves esa raíz del árbol?
-Si.
-Bueno, a lado de ella, hay una trampilla, para eso están la llaves, deja la abro.
El abrió la trampilla con esas llaves.
-Entra.
-¿Y si me caigo? Se ve profundo.
-Venga, le puse escaleras, no creas que soy tan imbécil para no pensar en eso.
-Pues ya veremos, dijo el ciego.
Entré por esa puerta subterránea y bajé cuidadosamente, y cuando llegué hasta el fondo me tope con la segunda guerra mundial.
Había muchas armas pero éstas no eran precisamente como como las que vez en la tele o como en una guerra civil, estas eran como arcos muy actualizados y muy preciosos, lanzas plateadas, pistolas, cuchillos (no como los de tu cocina) estos eran triangulares y con mango suficiente para que cupiese en vuestras manos, variedad de armas que nunca creí que existieran.
-¡Esto es genial Hank!- Dije verdaderamente emocionado.
-Si, lo sé hijo- Puso su mano en mi hombro observando todo a su al rededor... Esperen, me llamó hijo.
-¿Me llamaste hijo?- La forma tan familiar en como lo dijo me hizo sentir nostálgico.
-Mmm, si- Vi su nerviosismo- Sólo es un decir Ryan.
-Está bien.- Tal vez exageré las cosas después de todo.
-Toma, necesitas otro tipo de ropa y más adecuada para lo que viene.- Me entregó un pantalón negro con varias bolsas, supongo que para poner los cuchillos o cosas así, y me dio un suéter del mismo color que el pantalón.- Puedes vestirte, por allá está un cuarto y puedes bañarte, hasta acá siento tu olor a azufre.
-¡Oye! No ha pasado mucho tiempo desde que me bañé.- Dije olfateando mi camisa.
-¿Seguro? Porque te hacen falta 4 duchas.- El comenzaba a reír.
-Jaja no le veo el chiste- Entré refunfuñando al cuarto que Hank señaló.
Éste era un cuarto sencillo, con una cama, un ropero, un baño al fondo del cuarto, hasta una pantalla plasma y sus paredes eran color vino, sencillo pero con un toque elegante. Justo como a papá le gustaba.
Comencé a despojarme de mi ropa y mis tenis, y entré al baño, por un momento pensé que sería algo sucio, pero no tenía lógica viniendo de un angel que le gusta el orden y la limpieza, en efecto el baño estaba impecable y olía bien, abrí el grifo de la regadera y comenzó a caer el agua y procedí a bañarme, al parecer Hank tenía razón, parecía que no me había bañado en días, por que en el piso caía agua muy sucia y que asco.
Terminé de bañarme y agarré una toalla que estaba en el baño y me la enrede en la cintura, salí del baño y miré la ropa que Hank me había entregado, era casi como me vestía siempre vaqueros negros, excepto a que solo usaba chamarra o sudadera en epocas frías o frescas, y la idea de tener que enfrentar brujas me erizaba la piel, decidí secarme y prendí la gran televisión, y precisamente pasaban las noticias locales.
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Dead! in a dream
Mystery / ThrillerChip un chico de 16 pierde sus ilusiones tras un accidente en su skate aparentemente todo en el esta bien, pero tras varios tornados en su ciudad puede cambiar todo de golpe talvez el no sabe bien lo que sucede,nadie se espera cambios en la vida de...