Haikaveh "Bewitched"

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Nota:
No se soltar, soy como las fans de gojo.
Este es más que un capitulo especial es una carta agradecerles por el apoyo. Digo, top 4 en Alhaitam, muchas gracias, los amo.

Fun fact, siempre que escribía este fanfic solo escuchaba el álbum de bewitched de Laufey, pero la idea salio de la canciónde "El" de jose jose.
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Había pasado un año desde lo sucedió con Alastair, la culpa seguía ahí pero ya era soportable.

En cuanto a Kaveh y Alhaitam ya llevaban 1 año de relación desde los sucesos y el escriba tenía una sorpresa para su amado.

Alhaitam era nuevo con esto de tener una relación, pero le había generado un nuevo deseo de estar siempre abrazado al rubio y aprender con el siempre a como es el amor.
Lo había hechizado sin saber.

— De verdad hoy no puedes faltar a esa reunión, Kaveh. — dijo un perezoso Alhaitam abrazándolo en la cama.

— Sabes que no, pero prometo salir antes de las 6 esta vez — le dio un corto beso en los labios. — Te amo Alhaitam.

— Yo también te amo.

Kaveh se esfumó del abrazo y se arreglo para ir a trabajar, su rubia melena ya estaba muy larga, llegando a media espalda, por eso el había empezado a usar una cola alta para que su cabello no le diera mucho calor.

Kaveh partió dejando a un solo escriba en la casa, había pedido el día para organizarle una sorpresa a su gran amado.

A penas se había ido y ya extrañaba su presencia, que ridiculez pensó, nunca se imagino como esas personas todas dulces y tontamente enamoradas pero ahí estaba, queriendo ver a su novio pero a la vez no para en la noche poder ver su rostro de sorpresa.

Varios de sus amigos lo ayudaron a ambientar su casa en un tono mas romántico, Nilou consiguiendole flores para que puedan decorar, Tighnari dándole tips de cocina y Cyno preparando un stand up especial para su amigo y que en la noche nunca esté sin la sonrisa del aquel rubio qué le robo su corazón.

Cada vez el tiempo se le acortaba más, la cena ya casi estaba lista, había conseguido el vino favorito de Kaveh, la mesa tenía un mantel blanco con velas aromáticas a café, nuez y vainilla, todo marchaba de maravilla.

8 de la noche, Kaveh se había tardado dos horas mas de lo acordado pero eso no lo habia puesto nervioso, le dio tiempo para recoger la cocina y arreglarse.

8:40 de la noche, Kaveh seguía sin aparecer, tuvo que apagar las velas para que no se consumaran por completo, eso ya lo había puesto de nervios. ¿Que tal si no regresaba a la casa? ¿Le habrá pasado algo malo?

9:00 pm, un rubio con ojeras entraba a la casa del escriba, coloco a Mehrak en una repisa mientras se quitaba los zapatos.
— Perdóname Alhaitam, se me fue el tiempo con unos inversionistas y.

La oración quedo a medias cuando vio a un Alhaitam con un traje color gris con tonos plata y verde en la mesa leyendo un libro con una copa de vino.

—¿ Alhaitam, tu... tu hiciste esto? — pregunto un Kaveh con los ojos lagrimosos al ver toda la casa con sus decoraciones.

— Si, bueno, la cena se enfrió mucho, pero no se tardará en calentar — dijo frío, no estaba enojado con él, pero quería hacerlo sentir un poco mal por romper su promesa.

— Alhaitam, yo lo siento mucho — dijo acercándose a el para abrazarlo por la espalda — Perdóname por llegar tan desinteresado, muchas gracias por esto — deposito un tierno beso en la mejillas del escriba, que de inmediato le hizo sacar una torpe sonrisa.

— Esperaba que llegaras más temprano para que pudieras ponerte el traje qué te compre, pero así bastará, lo que importa es que estamos juntos.

Al peligris se le había pasado su enojo, ya se encontraba en la cocina calentando todo.

— ¿Tu hiciste todo esto? ¿Porque? Aun faltan unos meses para nuestro aniversario habibi — cuestiono un Kaveh volviendo a prender las velas inundando de nuevo la casa de un delicioso aroma.

— No apresures, vamos a sentarnos a cenar — dijo un calmado Alhaitam, depositando un corto beso en los labios de su amado para luego servir la cena y llevarla a la mesa.

Los dos tuvieron una noche de lo más amena, Kaveh platicando de su día y Alhaitam escuchando atentamente, dándole uno que otro consejo para que lidie mejor con sus clientes molestos.

— La cena fue magnífica, habibi — tomo un sorbo de su 3 copa el rubio, sus mejillas ya tenían un tono rosaseo por el vino. — ¿Ya me dirás porque es todo esto?

Alhaitam se levantó de la mesa y puso un disco en el tocadiscos, una balada que sonaba como una introducción a un cuento de hadas.

— Baila conmigo y te diré — dijo Alhaitam extendiendo su mano para que el rubio la tomara.

Ambos se pusieron a bailar, cuerpo con cuerpo danzando lentamente la  balada.

— Cuando fue nuestro primer beso, me preguntaste que eramos, yo respondí que novios sin dudar, pero luego me di cuenta que nunca nos preguntamos eso, solo lo asumimos.
Y la verdad que bien, porque me dio tiempo de pensar que decirte para un momento así Kaveh, me has hechizado, desde la primera vez que te vi en la academia te robaste mi corazón, haces que todo mi mundo que no seas tu se congele, me haces sentir mariposas con solo un simple roce de tu piel tersa. Me has robado mi corazón y mente, no me dejas pensar bien, has dibujado un hechizo en mi corazón Kaveh.

El rubio lo miraba atónito, pronto el nivel de alcohol se le bajo y las lagrimas salieron, su boca estaba ligeramente abierta mientras escuchaba aquel poema de su amado.

— Yo, Alhaitam... no tengo nada poético que decirte más que un te amo.

El peligris beso con ternura al rubio, poniendo sus manos en su nuca para sostenerlo.

— Yo también te amo Kaveh, se mi novio porfavor — dijo en un susurro cerca de los labios de este, sacando una risa torpe del arquitecto.

— Si Alhaitam, seré tu novio — dijo para devolverle el beso, perdiéndose en los sentimientos y labios del contrario.





Comfort Romies-HaikavehDonde viven las historias. Descúbrelo ahora