♡♤Las diez sombras de una joven [Youjo Senki/Jujutsu Kaisen]♠︎♥︎

❇Capitulo 7: Reunión familiar.❇

~o~

La habitación estaba reservada para ser un aula para los niños del clan Zenin, un lugar donde pudieran recibir clases dentro de la seguridad del complejo Zenin. Por lo general, se traían tutores privados a diario. Los niños del clan, separados por grado, normalmente estarían en clases de cinco a quince estudiantes que cultivarían relaciones amistosas entre ellos, especialmente porque todos eran compañeros de clan. Las edades en una clase tendían a variar; no era raro que algunos de los niños repitieran un grado. A pesar de eso, no había un estigma real ya que a nadie le importaba mucho. Al final, lo que realmente importaba al clan era la energía maldita y el jujutsu.

Sin embargo, hoy era diferente.

En lugar de un maestro y un grupo de estudiantes, había tres supervisores, todos situados frente a la pizarra. Eso se debía a que se trataba de un examen. Normalmente, en el caso de las pruebas estandarizadas, se les pediría a los estudiantes educados en casa que se presentaran en un lugar educativo. Sin embargo, eso no era posible para los niños de un clan poderoso como los Zenin debido al riesgo de asesinato por parte de enemigos potenciales dentro de la sociedad del jujutsu. Por eso, el gobierno de Japón hizo excepciones. Por lo general, tres supervisores serían suficientes para garantizar la integridad de la prueba, pero en este caso, fue excesivo. Eso se debió a que solo había un estudiante al que se les había asignado vigilar.

Sentada en el centro del aula, situada entre las filas de pupitres y sillas individuales vacíos, estaba una niña que debería haber comenzado el primer grado de la escuela primaria. Tanya Zenin, antes Tanya Degurechaff, pasó a la última página de la pila de papeles grapados en el escritorio frente a ella. El lápiz de madera que tenía en la mano se había desafilado lo suficiente como para que lo dejara a un lado y tomara otro de la ranura al final de su escritorio.

Este era un examen de seis horas con un descanso entre las tres pruebas. Para Tanya, solo estaba en la tercera hora, pero ya era su último examen. Normalmente, una niña de su edad no se sometería a un examen tan agotador, pero ella fue quien lo pidió.

De hecho, era un examen completo que incluía material desde el primer grado hasta el duodécimo. De hecho, las pruebas eran más difíciles de lo normal para evitar que los estudiantes se saltaran grados, un artefacto de la renuencia natural de Japón a los casos excepcionales.

Sin embargo, para Tanya, fue una tarea sencilla, especialmente porque la mayoría de estas preguntas eran respuestas de opción múltiple. De hecho, la mayor parte del tiempo dedicado al examen había sido en las partes de redacción, en las que había sido mucho más minuciosa.

Refrescar su memoria hojeando algunos libros de texto había sido más que suficiente para prepararse. Por supuesto, había temas que había olvidado, como las fechas de eventos históricos importantes, pero eso requería simplemente memorizarlo. La punta de su lápiz voló por la página, respondiendo las preguntas con los recuerdos de sus vidas anteriores y poniendo en papel el conocimiento que había estado arraigado en ella durante mucho tiempo. De esa manera, no tardó mucho en llegar a la última pregunta de la página.

Dejó el lápiz, dio vuelta la pila hasta que volvió a la portada y la dejó caer cuidadosamente en el centro de su escritorio. Al levantar la vista, encontró a los tres supervisores mirándola. Dos con anticipación y uno con escepticismo apenas disimulado.

"Terminé", dijo Tanya simplemente, su voz audible en el aula silenciosa. Los tictac del reloj de pared eran opresivos, cada uno hablado tan fuerte como los pasos del supervisor que se acercaba.

El hombre, vestido con ropa formal de negocios y de un precio modesto, tomó la prueba y murmuró "buen trabajo" antes de regresar al frente. Él y sus compañeros examinadores estudiaron la prueba con atención, tal como lo habían hecho las dos veces anteriores. No pasó mucho tiempo antes de que terminaran con su examen improvisado. No era una verificación adecuada (eso se haría cuando la prueba fuera devuelta al departamento de educación para una evaluación legítima), pero fue suficiente para que entendieran una cosa: