♡♤Las diez sombras de una joven [Youjo Senki/Jujutsu Kaisen]♠︎♥︎

❇Capitulo 10: Primavera de cambio.❇

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2005 (2 años después)

La suave luz del sol de la mañana brillaba, suavizada y filtrada por las pantallas shoji, pero aún creaban delicados patrones en los tatamis. A través de una ventana abierta, el sutil aroma de las flores de cerezo, transportado por una suave brisa, señalaba la llegada de la primavera.

Aunque en este caso, parecía que mucho más que la estación estaba cambiando.

Dentro del lavadero, Misato Zenin no pudo evitar la sensación de nostalgia que la invadió, incluso mientras doblaba la ropa recién lavada de su dama y la acomodaba suavemente en la maleta. Saber que la niña que había cuidado y prácticamente criado ahora iba a un internado durante cuatro años era una noción agridulce. La mayoría de los miembros del clan eran educados dentro del clan, pero no era raro que se fueran por un período prolongado de tiempo. Incluso a ella, después de haberse entrenado lo suficiente para detener cualquier fuga de su energía maldita, se le permitió experimentar el mundo exterior por su cuenta.

Fue hace mucho tiempo, cuando era solo una joven adolescente que miraba el mundo exterior con ojos coloreados por libros, televisión y películas. Con un optimismo y asombro infundados, había alquilado un pequeño apartamento, de apenas diez tatamis, con su estipendio mensual. Desafortunadamente, demasiado pronto, el asombro dio paso a la desilusión. Las comodidades y los lujos con los que se había criado no estaban a la vista, y el mundo exterior no perdonaba tanto los errores.

Los miembros del clan generalmente se ayudaban entre sí de cualquier manera que pudieran, pero estos no brujos... No tenían reparos en aprovecharse de lo que pudieran, incluso cuando les beneficiaba poco. Poco a poco, su desilusión dio paso al asco y al horror, y luego al dolor y la miseria. Al final, al borde de las lágrimas, había rogado volver antes. Cuando regresó al complejo, despeinada y con solo una botella de agua como equipaje, sus compañeros y las mujeres mayores del clan la acosaron. En su debilidad, les había dado varios nombres a los hombres. Nunca intentó averiguar qué castigo se había impuesto a los que había nombrado, pues no quería nada más que olvidar.

Los detalles se desvanecieron con el tiempo, pero el trauma permaneció con ella para siempre.

Las chicas más jóvenes podían resentirse por las tradiciones y restricciones del clan, pero era una vida cómoda en la que las tratarían bien siempre que cumplieran con lo que se esperaba de ellas. Incluso si no rindían lo suficiente, todas estaban emparentadas por sangre, y cualquier regaño era a menudo muy leve siempre que obedecieran. Por supuesto, si lo deseaban, también podían probar la vida en el exterior, tal como ella lo había hecho. Sin embargo, muy pocos del clan decidían quedarse permanentemente en el exterior, ya que era simplemente demasiado horrendo para adaptarse.

Como tal, Misato tenía sus aprensiones sobre dejar que la niña que había criado para...

No, esa era la forma incorrecta de pensarlo. Tanya tenía ahora quince años, y no tenía elección en este asunto. Ese chico Gojo quería tanto ir a la preparatoria de Jujutsu de Tokio, y los altos mandos de la sede de Jujutsu creían que la única en la que se podía confiar para controlarlo era Lady Tanya. Aunque los muchos regalos y acuerdos otorgados al clan desde la Sede de Jujutsu pueden haber jugado un papel, conociendo a su cargo desde hace tanto tiempo, Lady Tanya habría ido con el chico Gojo por iniciativa propia de todos modos. Siempre estaban juntos, hasta el punto de que ni siquiera podía imaginar un escenario en el que no lo estuvieran.

Misato metió otra camisa cuidadosamente doblada en la maleta.

Tanya siempre había sido diferente de los otros niños. Misato ya podía decir desde su primer encuentro que era una niña superdotada. Cuando le dijeron que esta pequeña niña poseía las Diez Sombras, comprendió las dificultades que le esperaban en el futuro.