VII

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Te he mencionado un par de veces a mi psicóloga, ¿no?
Siento la obligación de decirte que estuve 2 años y medio en terapia. La veía una vez por semana.
Uno de los últimos días, mi psicóloga me dijo que había avanzado mucho, que ya estaba llegando el día en que no nos íbamos a seguir viendo y que me iba a extrañar, que era su paciente regalón, que por personas como yo había estudiado psicología. Yo reí y le dije que también la iba a extrañar.
Un par de sesiones después recuerdo estar llorando en su sillón, y ella preguntándose por qué fue que retrocedí tanto en sólo unas semanas. Vi la decepción en sus ojos azules. Me dio como tarea plantearme una meta en mi vida para la próxima sesión.
Lloré todo el viaje de vuelta a mi casa, y nunca más volví a su consulta...

pero sí me fijé una meta

y es la que ya conoces.

EstupidismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora