Hola, formidable amigo. No nos conocemos todavía, pero tengo toda la intención de abrirte mi mundo completo a cambio de que me ayudes a mejorar. No me he presentado como corresponde, pero ahora que estoy con mi mente un poco más saludable lo podré hacer de la manera correcta.
Mi nombre, asumiendo que seas alguien comprensible, prefiero omitirlo hasta que sienta que sea el momento indicado. Te escribo porque siempre he tenido la necesidad de tener un mejor amigo o amiga que me escuche pase lo que pase, sea cual sea la situación en que me encuentre.
Desde ahora te escribiré cada vez que lo sienta necesario e intentaré liberar toda mi honestidad contigo. Seamos mejores amigos.
Es posible que me sienta con algo de entusiasmo. Hasta luego.