Capítulo 2

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Al día siguiente, a las 7 de la mañana el gran doctor, Maruo Nakano se encontraba en la sala de estar del piso que habitaban sus hijas por el momento dormidas.

Maruo estaba sentado en el sofá con el móvil en la oreja esperando que le contestaran la llamada, y así fue.

Uruma: diga.-dijo desde el otro lado de la línea-.

Maruo: Buenos días, por lo que me contaron el día de ayer mis hijas evitaste que violaran a una de ellas y por eso te estoy agradecido.

Uruma: señor Nakano déjese de preámbulos, ya nos conocemos desde hace tiempo valla directo al punto que Tn aún está dormido.

Maruo: ¿Se encuentra en buen estado? Es inusual escuchar que está rompiendo el horario.

Uruma: sí, está bien pero llevaba un par de días sin dormir por un incidente... Sí, estuve involucrado en el caso de agresión sexual de ayer pero ni él ni yo éramos conscientes de que se trataba de su hija. Ahora vaya al grano, por favor.

Maruo:¿Quiero enviarle un "regalo" al agresor?

Uruma: tanto te costaba, no te lo recomiendo, tiene el favor de los mayores maestros médicos.

Maruo: ... Tienes una fuente fiable?

Uruma: el mismo me lo dijo en el metro, y la gente no suele saber su verdadera cara, una amenaza bajo ese pretexto es muy peligrosa.

Mientras Uruma respondía las hijas del gran doctor iban bajando de sus cuartos para empezar a prepararse para un nuevo día.

Sin embargo su padre ante una confirmación tan ... Rotunda se quedó helado, su mente iba a mil y de repente se alivió de no haber cometido la imprudencia de enviarle una visita al acosador.

Uruma: además, en la cárcel le darán su merecido. Durante el par de años que pasará allí dentro se llenará de sed de venganza hacia aquellos que lo encerraron, es decir, Tn y yo.

Uruma: ¿Señor Maruo?

Maruo Nakano, el gran doctor japonés, reconocido por sus pacientes por sus grandes habilidades médicas y por el frío trato que daba a sus pacientes, se había quedado parado ante una situación en la que quería hacer algo, ya había pasado tiempo desde que fue amedrentado por circunstancias externas que no podía controlar.

Una vez lo entendió sus pensamientos se derrumbaron.

¿No puedo hacer que pague por lo que le hizo a mi hija?

¿Le tengo miedo a un grupo de médicos que no conozco?

Sí hago algo podrían hacer algo en contra de mis hijas.

¿Qué hago?

¿Puedo hacer algo?

Pero fue sacado de sus pensamientos por el pitido del móvil indicando el final de la llamada.

Uruma le había colgado al no recibir respuesta de su llamamiento para volver a su rutina diaria.

Ese sonido le recordó a su trabajo, más específicamente a la madre de sus hijas, al ruido que hizo la máquina que estaba en esa habitación con ellos dos anunciando la muerte de su amada Rena.

Ese recuerdo lo hizo reflexionar, el no puede controlarlo todo, casi pierde a su hija sin poder hacer nada y ahora en lugar de preguntarle como está, estaba a punto de amenazar a alguien más.

Maruo Se levantó del sofá miró a sus hijas vestidas con el uniforme de su escuela, listas para salir, entonces decidió decir algo que se le había olvidado intentando ser mejor en su trabajo y solo en su trabajo.

Tú en Gotoubun no Hanayome (Tn x Quintillizas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora