Car's Outside. +18 (Adaptación a Hyunin)

30

Cuando la cálida mañana llegó, Jeongin se estiraba con una felicidad en su interior, había dormido perfectamente en los brazos de Hyunjin, aún que el ya no estaba a su lado y eso hizo que Jeongin se asustara.

Sentándose de inmediato en aquella cama, pudo divisar que estaba absolutamente solo, sin embargo...

Detallando bien la habitación, le parecía bastante tierna, habían figuras de acción en todas partes, también un sofá con muchos peluches coloridos, sin contar con los dibujos pegados a la pared.

El rubio se levantó con cuidado guiado por los llamativos peluches, se acercó a ellos para tomar aquel pato de un amarillo chillón que le hacía querer abrazarlo con fuerza.

Jeongin había tenido una vida un poco complicada en cuanto su niñez, a pesar de que sus padres tuvieran el suficiente dinero para poder llenar a su hijo de cosas como esas, ellos preferían hacerlo de libros y guías prácticas, en sus mentes querían que Jeongin fuese un hombre exitoso, sin importarles su niñez o los anhelos de su corazón, era egoísta de su parte, pero así eran ellos.

Y Jeongin sabía que sería absolutamente diferente con su bebé.

Con un suspiro lastimero el rubio abrazo al animal de peluche mientras acariciaba su vientre, notando por primera vez la pequeña onda en su vientre.

La puerta fue abierta y el rubio volteó rápidamente mirando a quien hubiera entrado

- Buenos días mi amor - el azabache se acercó con una sonrisa mirando el plato en las manos de Jeongin, pero aún más como el rubio acariciaba su vientre, le daba bastante ternura pensar que Jeongin estaba embarazado, sin embargo sabía que debían hablar del tema.

- Buenos días, Hyunjin- El rubio dejo el peluche en su lugar y se acercó al azabache para abrazarlo con fuerza, enterrando su cara en el cuello del mayor.

- Hmm alguien amaneció de buen ánimo hoy...- Murmuro el azabache con sus manos en la cintura del rubio.
- Ven hablemos antes de desayunar con mis padres-

El mayor tomo la mano del rubio guiandolo a la cama para que tomaran asiento en la misma

- En primer lugar...yo... Bueno... ¿Cómo estás? - El rubio sintió ternura ante los nervios del azabache, sabía que no tenía ni idea de cómo abordar el tema del embarazo y no lo culpaba, a esas alturas para el también era algo complicado.

- Estoy bien, Hyunjin -

- ¿Y él? O ¿Ella?- Su vista se fue al vientre cubierto por una camisa del rubio

- No lo sé, no he tenido el valor de ir a un chequeo-

Aquello llamo la atención del mayor haciendo que sus miradas se encontrarán

- ¿Por qué? -

- Porque me daba miedo, no estaba preparado para enfrentar esto y yo... Supongo que fui un inconsciente al no hacerlo, lo siento ...- El pelinegro negó tomando las manos del menor acariciando sus nudillos.

- En realidad es una reacción normal cuando eres primerizo... Aún así creó que hay cosas que debemos hablar y temo que no te gusten y...-

El rubio sonrió y se estiró dejando un beso en la mejilla del contrario.

- Está bien, solo dilo...-

El azabache suspiro

- Aún quedan algunas ciudades para terminar la gira, me queda alrededor de un mes y medio para culminar- Jeongin escuchaba atentamente, mientras sentía que su corazón latía con fuerza.
- Por todo ese tiempo yo... Quiero cuidarte ¿Me entiendes? Yo...-

- ¿Qué? ¿Tu qué? -

- Quiero que tengas un embarazo tranquilo, me refiero a que, no considero que deberías seguir trabajando bebé, se que eres bastante independiente y que no te gusta recibir ningún tipo ayuda pero... Es nuestro bebé y creo que es mi responsabilidad mantenerlos a ambos sanos y salvos,por favor no lo tomes a mal simplemente...-

- Hyunjin... - El rubio suspiro, sabía que Hyunjin tenía razón, a parte el trabajar ya se le estaba dificultando por las náuseas.
- Tienes toda la razón...-

- ¿Enserio? - El rubio asintió con una sonrisa ante la cara de sorpresa pero al mismo tiempo de felicidad y alivio.
- Yo... ¡Gracias! No sabes el alivió que siento.

El mayor abrazo el cuerpo de Jeongin subiendolo a su regazo para acariciar su espalda.

- Terminaré la gira y estaré contigo para apoyarte en todo esto, te prometo que haré mi mejor esfuerzo para ser lo que tú necesites mi amor....-

- Hwang... Tu ya eres lo que yo necesito - El rubio saco la cara de la curvatura del cuello de Hyunjin para mirarlo fijamente.
- Puede que haya tenido miedo pero ya me siento mejor, se que estarás conmigo y me ayudarás a tener a este bebé, no tengo miedo ahora-

El azabache sonrió al escuchar aquello porque era bastante significativo para el, si Jeongin y su bebé estaban bien, entonces el también estaba bien.

- Vamos, debemos desayunar y luego buscaremos una cita médica para ver cómo está nuestro Bebé...-

Unas simples palabras bastaron para que aquella barrera que ambos tenían, se destrozara en pedazos, porque la unión que sentían en ese momento era tan fuerte que ninguna tempestad podía derribarlos.

Así que juntos de la mano bajaron al comedor, dónde las voces de los padres del mayor se escuchaban, Jeongin se sentía un poco nervioso pero al mismo tiempo presentia que ellos no eran malas personas.

El carraspeó de Hyunjin los hizo voltear en dirección de ambos, haciendo que rápidamente la mujer se levantara con una sonrisa.

Hyunjin les había informado el estado de Jeongin, haciendo que los dos saltarán de la emoción al enterarse que serían abuelos, no estaba en sus planes serlo tan jóvenes, pero les emocionaba la idea de un pequeño de su único hijo, corriendo por todo el jardín en pañales y una maraña de cabellos negros.

Era simplemente perfecto.

- Buenos días- El rubio hizo una reverencia con respeto ante el matrimonio Hwang y los abuelos de su pequeño bebé.

- ¡Oh cariño no hagas esos movimientos! Está bien, ven aquí prepare algo delicioso para que llenes ese estómago - La sorpresa se reflejo en el rubio, pero al ver la sonrisa en Hyunjin supo que todo estaría bien, así que se guío por la mujer sentándose en la mesa de madera, mientras el plato de bollos rellenos de carne, bolas de pescado y trozos de frutas, eran servidos para él.

Los ojos del rubio se iluminaron y un gran apetito voraz se apoderó de él.

- ¡Vamos,  come todo lo que quieras, lo hice todo para ti! - La mujer parecía bastante emocionada por la presencia de Jeongin

Y no era para menos, a parte de ser el padre de su nieto, era la persona que Hyunjin amaba y había escogido para su vida, tenía razones para sentirse feliz por la presencia del rubio.

Mientras el padre de Hyunjin no dejaba de admirar en silencio y con una sonrisa la mirada que su hijo le daba al chico, se notaba el amor en ambos, cualquiera que estuviera cerca podía ver qué los dos jóvenes estaban enamorados.

Hyunjin ignoraba todo a su alrededor, concentrandose y dandole trozos de bollos al rubio, alimentándolo como un pequeño bebé.

Aún que la realidad no estaba muy lejos, el estaba alimentando a su pequeño bebé.