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— ¿Qué fue lo que hiciste?—

— Salí a ver a Jeongin…— el azabache se cruzó de brazos ante el hombre que trataba de conservar la calma frente a él.

—Sin guardaespaldas, en horario de trabajo ¿Acaso no tienes cosas que hacer Hyunjin?—

— Ni siquiera me tomo una hora Sungjoo —

— Aun así, tienes una gira en dos semanas ¡DOS SEMANAS! Tienes prácticas Hwang, las coreografías y canciones no se repasan solas ¿O sí? Deberías de darle prioridad a las cosas importantes—

El menor frunció el ceño.

— Jeongin es importante para mí Sungjoo, no te equivoques—

El mayor giro sus ojos y asintió segundos después.

— Lo siento, no quise decir eso —

— Como sea, no vuelvas a decir cosas así —

El mayor asintió, mientras hwang no quería discutir más, así que se levantó dispuesto a irse al salón de prácticas.

— No me agrada este Hwang irresponsable y enamorado—

El menor se volteó.

— Yo no estoy enamorado, Sungjoo—

— ¿No? ¿Entonces por qué actúas como tal? Pareciera que lo único que te importa es Jeongin, en los últimos tres meses todo lo que haces gira en torno a él —

El mayor tragó grueso.

— Ya déjalo Sungjoo, no quiero discutir más —

Hyunjin sabia que le gustaba Jeongin, él sabía que sentía una atracción mucho más allá del ámbito sexual por él; sin embargo, no había pensado en estar enamorado del rubio, el enamoramiento no era algo común en él.

Si bien se había enamorado era de su música o la euforia que sentía en los escenarios.

Jamás lo hizo de una persona, a pesar de que meses atrás Hyunjin era una persona bastante liberal en ese aspecto, siempre tenía a alguien con quien compartir tanto la cama como uno que otro beso o momento agradable.

Sin embargo, y por alguna razón que conocía como “Satisfacción absoluta”, desde que conoció a Jeongin, no había vuelto a ver a nadie más.

Suspiro con cansancio y se dirigió a la práctica, si en algo tenía razón su manager era qué la gira estaba a nada de comenzar y el tiempo para memorizar las diferentes coreografías y canciones era limitado, debía aprovecharlo lo más que pudiera…

Serían dos largas semanas para él…

Mientras, por otro lado, el rubio hablaba con su mejor amigo peli naranja.

— ¿Un bar? —

— No —

— Un restaurante —

— No  —

— ¡¿Entonces dónde carajo celebraremos tu cumpleaños? Veintidós años no se cumplen todos los días Jeongin.—

El rubio suspiro y asintió.

— Lo sé…—

— ¿Entonces?— El peli naranja conocía a la perfección a su mejor amigo, por lo tanto, sabía que algo lo estaba abrumando, como también sabía quién podía ser la mayor causa.
— ¿Sucedió algo con Hyunjin no es así? —

El rubio levantó su mirada acuosa para asentir lentamente.

— Tendrá una gira dentro de poco y ni siquiera me lo dijo…—

— No es como si no lo supieras ya, a estas alturas todo el país lo sabe—

— Quería oírlo de su propia boca —

— No. Lo que tú quieres es que él te reconforte y te recompense por ello, Jeongin sabes perfectamente que no puedes tomarte tan a pecho esa “relación” —

— Han…—

— No quiero que llores ni te sientas mal por mis palabras, sé que son duras, quizás soy un hijo de puta ahora, pero alguien tiene que decírtelo Jeongin ¿Qué pasa si todo se acaba? ¿Te quedarás aquí llorando y lamentándote por haberle entregado tu corazón al alguien que te ve como un polvo fijo?—

— Él no me ve así…—

— ¿Y tú cómo lo sabes? ¿Que señales te ha dado para demostrar que no es así? ¿Eh? Ya van tres meses Jeongin, tres meses…—

— Quizás es cuestión de más tiempo, él me quiere…—

Han suspiro, Jeongin tenía metido muy a fondo a Hyunjin, tanto en su cabeza como en su corazón y contra eso ¿Quién puede?, por eso dejo de presionarlo, temía que Hyunjin en algún momento reemplazara a su mejor amigo, temía que lo lastimara, porque no era un secreto de los miles y miles de fans que Hyunjin tenía tras él, podía simplemente tomar a cualquiera y romper el corazón de Jeongin; sin embargo, él se rehusaba a creer que Hyunjin era ese tipo de persona, por lo tanto, lo único que el cómo mejor amigo podía hacer, era ser un amigo presente, estar ahí en todo momento, ayudarlo y animarlo si las cosas salían mal.

— Será en un bar, y ya lo dije —

El rubio rodó los ojos y luego asintió, porque cuando a Han se le metía algo en su cabeza oxigenada, nadie podía hacerlo cambiar de opinión…

El cansancio era algo con lo que Hyunjin en todos sus años de carrera, había aprendido a lidiar.

Le dio una cálida despedida a sus bailarines y él se quedó a reposar un poco en el piso del salón, acompañado por algunos miembros del Staff.

Jadeante y sudoroso, paso sus manos por su cara tratando de recuperar el aliento que le faltaba.

Sus pies le pedían a gritos descanso y su cuerpo una siesta reparadora, sin embargo…

Había algo que no salía de su cabeza.

Aquellas palabras de Jeongin.

“No te preocupes, ya estoy acostumbrado a que me dejes solo”

Su voz se había escuchado tan apagada, como si aquello le doliera.

Pero Hyunjin sabia que era cierto, nunca podían estar completamente juntos y en paz, quizás después de la gira pediría unas vacaciones y se iría con Jeongin a algún lugar pacífico, con el mar cerca, solo ellos dos.

Aun así, aquellas palabras estaban en su cabeza creando una melodía, como si hubieran sido el destape de un bloqueo, como si fueran el empujón a una canción, porque su mente empezó a juntar más palabras creando una corta estrofa.

Hyunjin se levantó rápidamente hacia su oficina, necesitaba plasmar aquello en una hoja y dejar que fluyera mucha más su inspiración.

Porque las canciones que eran escritas por el mismo, siempre salían de lo más profundo de su corazón.

Y está vez no sería la excepción…

Así Hyunjin paso una noche larga entre las paredes de aquella oficina escribiendo una canción, inspirada en su rubio bonito…

                                         

Car's Outside. +18 (Adaptación a Hyunin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora