Capitulo 6: Un videojuego

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Narra Lamine:

Día tres de los cuatro de reposo. Estoy que me quiero arrancar los pelos. ¿Quién me iba a decir que estar quieto era TAN aburrido? He hecho de todo. Primero intenté entretenerme viendo algunos tiktoks, sin resultado. Después traté de ver alguna película en Nesflix (no me patrocinan, así que tuvimos que cambiar el nombre). Intenté dormir, pero solo podía darle vueltas a la evolución de mi amistad, si es que podía llamarla así, con Nico. Había pasado de ser un conocido a un mejor amigo. Él fue quien me entretuvo durante aquellas primeras horas que se me hacían eternas sin su presencia. Él me animaba cuando me daban bajones, me ayudaba con las muletas que Luis de la Fuente me había obligado a usar para evitar que apoyara el pie, y me acompañaba a la enfermería para revisar la evolución de mi tobillo. Por las noches, me aguantaba tras mi dosis diaria de quejas sobre lo aburrido que era estar inactivo. Pasaba las 24 horas con él. Era como el hermano mayor que nunca tuve. (Ajá, sobre todo hermanos).

Fermín me reprochaba no pasar más tiempo con ellos, pero no lograba sentirme culpable; estar con Nico me alegraba el día de alguna manera.

Tres golpes en la puerta. Era Nico, lo sabía, siempre hacía lo mismo, incluso si tenía llave.

-¡Pasa! -grité mientras pausaba la película que estaba viendo. La puerta se abrió, dejando ver a un Nico todo sudado y cansado. Se tiró a la cama, agotado.

-¿Un entrenamiento duro? -pregunté, con una sonrisa. Asintió levemente.

-No sabes las palizas que nos está metiendo Luis de la Fuente. Hemos tenido que hacer no una, ni dos... ¡TRES horas de gimnasio! No siento los músculos.

Reí levemente. Me miró con el ceño fruncido.

-No te rías, coño, que tú te has pasado toda la mañana aquí tan a gusto viendo películas.

-¿Tú sabes lo que daría por haber hecho esas horas de entrenamiento? Si no fuera por el maldito golpe... -Nico notó cómo me deprimía.

-Tengo que corregirte, no es entrenamiento, es tortura -me reí.

-Basta de cháchara, vete a duchar, anda, que hueles a sudor -Nico levantó una ceja.

-¿Y qué te esperabas? ¿Que oliera a rosas?

Rodé los ojos, dejando escapar una sonrisa.

-Tira para la ducha, anda -dije, serio.

-Voy... -Se levantó de la cama, perezosamente, y se metió en el baño. Me dediqué a mirar Instagram. Tras unos diez minutos, salió Nico con una toalla en la cintura.

-¿Sabes dónde he dejado la ropa? -preguntó.

-Ni idea -dije sin apartar la mirada del móvil.

-¡La encontré! Gracias por la ayuda, ¿eh? -dijo irónico.

-De nada. -Nico bufó y yo dejé escapar una sonrisa. Ya vestido, cogió el móvil y se sentó a mi lado.

-Oye, enano, preguntan los chicos si vamos a la sala recreativa esta tarde.

-1: ¡Deja de llamarme enano, que solo me sacas un puto centímetro! 2: ¿Hay una sala de recreativos?

-Claro, como no sales de esta habitación, no habías estado en ella -fruncí el ceño-. Ya paro, ya paro -dijo levantando las manos en señal de paz-. La descubrieron Pedri y Ferran el otro día. Hay un par de PlayStations con FIFA, una mesa de billar y poco más -se me iluminaron los ojos-. Pero... no sé yo si vas a querer ir... -dijo con una sonrisa burlona, sabiendo que adoraba jugar a videojuegos. Le di un golpe en el hombro-. Era broma, era broma -dijo entre risas.

-¿Vamos a comer? -le pregunté-. Me ruge el estómago.

-Venga, vamos.

Apagué la tele y nos dirigimos hacia el comedor. En cuanto nos íbamos acercando, el olor de la comida se iba intensificando.

-Uff, huele que alimenta -dije.

-A ver qué nos dan hoy de comer -dijo Nico, con una sonrisa.

Cogimos las bandejas mientras charlábamos animadamente sobre el partido contra Croacia de dentro de una semana. Íbamos cogiendo cosas del buffet, teniendo cuidado de que fueran equilibradas para que los nutricionistas no nos echaran la bronca. Buscamos a nuestros amigos con la mirada, y un grito nos indicó dónde estaban.

-¡Eh, Lamine, Nico! ¡Venid pa' acá! -gritó Fermín, agitándonos la mano.

Nos acercamos con nuestras bandejas. Me acomodé al lado de Nico, enfrente de Ferran y Pedri.

-¿Y tú cómo vas con la lesión? -preguntó Ferran mientras daba un bocado a su plato.

-Vamos mejorando, aunque deseando quitarme las malditas muletas -respondí, rodando los ojos.

-Va a ser dentro de nada, tranqui -intervino Pedri.

-Esperemos -dije, con una sonrisa triste.

El ambiente en la mesa era familiar. Hablaban del entrenamiento, las bromas entre algunos de ellos y, por supuesto, los planes para después. Mientras todos reían, Nico me daba leves empujones con el codo cada vez que alguien hacía un comentario gracioso, haciéndome sonreír a pesar de mi frustración.

-Oye, poniéndonos serios... -la mesa se calló de golpe-. ¿Quién está listo para perder en el FIFA? -pregunté, desafiando a los chicos con una sonrisa estampada en la cara.

-¿Perder? -repitió Pedri, con una sonrisa-. Eso está por ver, chaval.

Terminamos de comer en un ambiente cargado de risas y charlas animadas. Después de terminar de comer, nos dirigimos hacia la sala recreativa. Nico y yo íbamos los últimos, debido a que, por culpa de las dichosas muletas, iba mucho más lento que los demás.

-Puedes ir más rápido para estar con los demás si quieres, ¿eh? No quiero que te quedes atrás por mi culpa -Nico negó con la cabeza.

-Me da igual llegar antes o después. Encima, disfruto de tu compañía -sonreí, agradecido.

Cuando llegamos, los demás ya estaban acomodados. Miré la PlayStation y sonreí.

-Prepárate para perder, Nico -le dije, cogiendo el mando.

-¡En tus sueños, enano! -rió Nico.

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Hola!! Y aqui andamos con el cap 6! Me gustaria dedicar este cap a @teamotchouameni . Espero de tdo corazon q disfrutes de este cap y de que estos dias la pases mejor. Te mando muchisimo amor!

Mil gracias a todos ustedes q hicieron que este fic (de dudosa calidad) consiguiese 150 lecturas🤧✨! Gracias a todos!! No olviden de votar si les gusto, me ayudan a seguir escribiendo.

Un saludo y mucho amor,

🌻✨Emii✨🌻

Lo que provoco una Eurocopa (Nico Williams x Lamine Yamal)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz