Las semanas siguientes fueron un torbellino para Lara. Noah se había convertido en una presencia constante en su vida, apareciendo de la nada para caminar con ella después de clases, asegurándose de que llegara a casa a salvo. Aunque al principio le resultaba incómodo, pronto se dio cuenta de que había algo reconfortante en tenerlo cerca. Noah parecía siempre estar al tanto de cada detalle a su alrededor, como si constantemente estuviera vigilando todo.
Sin embargo, Noah era un enigma. En clase, apenas hablaba con los demás. Solo le dedicaba a Lara una atención especial que no daba a nadie más. Los rumores sobre él comenzaron a circular rápidamente. Algunos decían que había sido expulsado de su antigua escuela, otros que venía de una familia con problemas. Pero Noah nunca confirmaba ni desmentía nada, lo cual solo hacía que las especulaciones aumentaran.
Lara se encontraba dividida entre la curiosidad y la cautela. Había algo en Noah que la atraía, pero también la asustaba. Él era como un misterio que quería resolver, pero al mismo tiempo sabía que adentrarse demasiado podía cambiarlo todo.Una tarde, después de clases, Noah y Lara caminaban juntos como de costumbre. Era un día gris, con una fina llovizna cayendo, y el cielo cubierto de nubes amenazantes. Noah parecía más silencioso de lo normal, su mirada fija en el camino como si estuviera perdido en sus propios pensamientos.
-¿Estás bien? -preguntó Lara, rompiendo el incómodo silencio.
Noah la miró, y por un momento, sus ojos oscuros parecían vacilantes, como si estuviera debatiéndose internamente.
-Estoy bien -respondió finalmente, aunque su tono no sonaba convincente.
Lara no insistió, pero no pudo evitar preocuparse. Noah siempre era el fuerte, el protector, y verlo así la hacía sentirse impotente. Llegaron a un parque cercano y se detuvieron en uno de los bancos, ambos refugiándose bajo un árbol para evitar la lluvia.
-A veces no tienes que ser fuerte todo el tiempo -dijo Lara, sorprendiendo incluso a sí misma con su franqueza.Noah se quedó en silencio unos segundos antes de dejar escapar un suspiro, como si finalmente se permitiera liberar un poco de la carga que llevaba encima.
-No es tan simple, Lara -murmuró, sus ojos fijos en el suelo-.
No sabes lo que hay detrás. No sabes lo que he tenido que hacer.
Lara sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Había algo en las palabras de Noah que sonaba a advertencia, como si hubiera una parte de él que estaba tratando de mantener oculta a toda costa.
-Entonces cuéntame -dijo ella, atreviéndose a dar un paso más hacia el misterio que él representaba-.
Quiero entenderte.Noah se giró hacia ella, sus ojos reflejando un conflicto interno. Parecía debatirse entre seguir cerrándose o dejar que alguien finalmente se acercara.
-Es mejor que no sepas nada -respondió él con voz firme, pero su mirada delataba que había mucho más que eso.
Lara sintió la frustración arremolinarse en su pecho. Noah se preocupaba tanto por protegerla que se estaba olvidando de que él también necesitaba apoyo. Sin embargo, antes de que pudiera insistir más, un grupo de chicos apareció en la distancia.
Noah se tensó al instante, sus ojos siguiendo cada uno de sus movimientos.Lara notó el cambio en Noah y se dio cuenta de que esos chicos no eran solo conocidos. Había algo en sus miradas desafiantes y sus risas burlonas que le daban una mala sensación. Uno de ellos, alto y con una cicatriz en la ceja, se adelantó y se dirigió directamente hacia Noah.
-Vaya, mira a quién tenemos aquí -dijo con una sonrisa cínica-. Velásquez, siempre cuidando a las princesas, ¿no?
Lara sintió que la tensión aumentaba. Noah se puso de pie, colocando su cuerpo entre Lara y el grupo de chicos.
-Lárguense -respondió Noah con un tono frío y calculador.
El chico de la cicatriz soltó una risa amarga. -Sabes que esto no ha terminado, ¿verdad? -dijo, dando un paso hacia adelante, acortando la distancia entre ellos.
Lara observó la escena, sin entender del todo, pero sintiendo el peligro en el aire. Antes de que pudiera intervenir, Noah se giró hacia ella.
-Lara, vete a casa -ordenó, sin dejar de mirar a los chicos.
-No, Noah, yo...
-¡Vete! -gritó Noah, y por primera vez, Lara vio miedo en sus ojos.
Ella dudó, pero la intensidad en la voz de Noah la convenció de retroceder. Dio un paso hacia atrás, y luego otro, hasta que finalmente echó a correr, dejando a Noah solo frente a ese grupo que parecía tener cuentas pendientes con él.
Lara corrió sin mirar atrás, sintiendo el corazón latir con fuerza en su pecho. No entendía lo que estaba pasando, pero una cosa era clara: Noah estaba envuelto en algo peligroso, algo que iba mucho más allá de lo que él había dejado entrever. Y aunque sabía que alejarse era lo más seguro, no podía dejar de pensar en él y en las sombras que parecían seguirlo.
Cuando finalmente llegó a casa, Lara se apoyó contra la puerta, tratando de calmarse. No dejaba de preguntarse quién era realmente Noah Velásquez y qué secretos oscuros escondían bajo esa fachada protectora. Pero había algo que ya tenía claro: Noah no era solo un chico sobreprotector. Era un chico con un pasado que lo perseguía, y Lara no estaba segura de si estaba lista para enfrentarlo.
Hola espero que les guste esta novela.
Fue escrita con mucha dedicación, pasión y esfuerzo.
Aunque solo veas letras tras letras detrás de esas letras se esconde una chica intentando imaginarse cada parte y abriendo su mente por eso es que quiero que lo apoyen, para que no sea en vano.
Muchas gracias y que les vaya bien
Tchiao🩷.___________________UwU_________________
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Entre Sombras Y Promesas
Teen FictionLara O'Connor y Noah Velásquez 🩷. Un romance lleno de misterio