Un par de caminatas negras blindadas se estacionaron a las fueras del viejo hospital, acto seguido un séquito de más de diez personas bajaron tanto hombres como mujeres, disponiéndose a revisar los alrededores mientras que otros van en busca de alguien en específico.
Los visitantes como los pacientes solo se quedan inmóvil, sorprendidos por tan lujosas caminatas. "¿Hay alguien adinerado en este hospital?" Se preguntaron, queriendo saber la identidad. Sin embargo, esos guardaespaldas ignoraron a todos esos que querían hacerles conversación solo para chismear, ellos solo tenían que cumplir las órdenes durante el tiempo acordado sino tienen que prepararse para soportar el castigo.
Y ellos podían aceptar todo menos eso porque los castigos de su jefe no son nada simples, son atroces que hasta el criminal más arrogante lloraría por los métodos tan burdos de su jefe, más cuando se enoja.
—Buenas tardes.—Todo está en mal estado pero muy limpio.
—Buenas tardes.—Responde.
La enfermera no muestra nervioso pese a que ese hombre de piel bronceada es muy intimidante, tiene una cicatriz entre su gruesa ceja hasta llegar casi al párpado. Rapado, pero no al punto de estar pelón, no. Todavía se podía apreciar ese color negro de su cabello.
Ella tenía que mirar hacia arriba para poder hacer contacto visual con esa mirada feroz de un bonito color avellana, es alguien muy alto (1.87 y ella mide 1.65 metros de altura) de corpulenta figura más unas espalda en forma de triángulo invertido mientras su cintura es esbelta, y fuertes piernas largas.
—¿En qué le puedo ayudar?...señor.—Bien tiene unos treinta y tantos años.
‹Últimamente han estado viniendo personas muy extrañas a este remoto pueblo que a penas tiene luz, lo único bueno que una de esas personas donó una generosa cantidad de dinero, lo suficiente para renovar el hospital.› La mayoría de enfermeros como médicos están haciendo su año social en ese hospital, cada plaza fue decidida a lazar y ellos fueron los que les tocó venir a este pueblo.
—Estoy buscando a alguien...
—¿Qué es de usted?—Interrumpe.—Para darle información de los pacientes tengo que saber sobre su relación, ¿familia o amigo?
‹Se ve feroz pero debo de aceptar que es alguien muy guapo, tiene una voz espectacular. Esa cicatriz e inclusive le da un aspecto misterioso, seductor.› Ella estaba cayendo por la masculinidad que transmite ese guardaespaldas, capitan de los demás de allá afuera.
Gareth es el primer y fiel guardaespaldas de Davet Salomé, ha trabaja para el protagonista masculino desde los 18 años, en ese entonces Davet tenía 13 años.
—Soy empleado de la familia.
—Entiendo.—Presiona las teclas de la computadora.—Nombre del paciente.
—Quiero saber en qué habitación se encuentra el joven Arun Salomé?—Preguntó, mirándo minuciosamente a su alrededor en busca de alguna cámara de seguridad.
Para su mala suerte no había nada de eso, sino tenían para unas buenas sillas de espera mucho menos tendrán dinero para comprar las cámaras de seguridad.
‹Cómo es que logró sobrevivir el joven maestro Arun en este lugar si se está cayendo, el señor Daryl la debió tener difícil manejando a este lugar para que no fuera encontrado por la familia del fallecido, mas no sabía que mi jefe ya tenía todo preparado para trasladar a su hermano al hospital, hasta un helicóptero envío pero el señor Daryl fue mas rápido y desapareció del mapa.
Solo hasta hace poco descubrimos que estaba en este pueblo a mas de cinco horas de la ciudad, por eso digo que; ¿cómo es que llegaron llegar sin que el joven Arun muriera desagradó.›
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No soy a quién buscas
Fiksi UmumArun era un joven de unos veintitantos años, viviendo en un mundo de existían peligrosas mazmorras, para poder sobrevivir y ganarse el pan de cada día tenía que salir a luchar, no era la mejor vida pero estaba satisfecho, tenía a su mejor amiga, una...