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— ¿A quien vas a invitar? — Bratt se acomoda en la cama y sonríe un poco — A Christopher

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— ¿A quien vas a invitar? — Bratt se acomoda en la cama y sonríe un poco — A Christopher. Osiris se acaba de ir ya hace un año es una lastima que no la conocieras.

— ¿Osiris? El grupo Weiner, esos Weiner de la FEMF.

— Los mismos, son amigos de la infancia, parece que escuchaste de ellos pero nunca hables de ella así sea algo bueno. Christopher es sensible con eso, se pone como loco...golpeó a Patrick por decir que seguro ya tenia a alguien en su vida.

Christopher Morgan. Conozco al coronel, mi coronel. Hijo único del ministro y la chef Sara Harts. No sabía que tenía pareja, así como describe que son amigos no creo ni un poco.

— ¿Por eso me pediste que me pusiera linda? — Me doy una vuelta para que suba el cierre de mi vestido y asiente pasando sus manos por mis curvas sacándome un suspiro.

Partimos después de un tiempo al restaurante, mis dudas sobre Osiris crecen pues prestando atención en todo el día varios hablaban sobre el humor del coronel pues todos lo evitaban y a mi me llevaba Luisa del brazo para hacer lo mismo.

Cuando le pregunte a Bratt de porque él no estaba cuando ella estuvo aquí solo hizo una mueca y se quedó pensando, como si algo hubiera sucedido exactamente solo me respondió con un; Me cambiaron de central y pude regresar hasta que ella se fue.

— Solo coincidencia — Insistí con el tema.

— Rachel. Solo fue coincidencia, no preguntes más de eso, por favor.

— Lamento la demora. — Una voz hace que mi piel se erize, su voz es más madura, no es nada comparado a como era de adolescente.

Sus facciones cambiaron y se volvieron más perfiladas, atractivas, esos hombros anchos de los que podría sostenerme fácilmente mientras...

Mis bragas volaron.

Amén hermana

Muevo la cabeza y solo puedo sonreír, me escanea y aprieto las piernas recordándome que tengo a Bratt a mi lado, tengo un anillo en mi dedo anular y lo amo.

Al menos eso creo...

— No importa, sabemos como están las calles, Sabrina estaba enferma así que no la traje.

— Se quiso quedar con sus amigas. — Intervengo sin sentido y ambos me miran como si hubiera aclarado algo innecesario.

Porque lo hiciste. Pequeña idiota.

Aprieto los labios y me llevo el vaso de agua a los labios, Christopher me observa fijamente y eso solo hace que se me suba el agua porque alcohol no estoy tomando.

Aún.

Que tenga novio-prometido. No quiere decir que no pueda hacer hambre, puedo saborear a este hombre y comerme al mío con ganas en casa y así no le haré daño a nadie.

Un taco de ojo al año no hace daño, la cena transcurre después de las presentaciónes. Mis bragas están húmedas que me disculpo llendo al baño.

Lavo mi cara viendo mi sonrojo que va desvaneciendo, me acomodo en vestido y justo cuando abro la puerta lo veo frente a mí.

— Rachel — Dice mi nombre con esa voz tan rica y atrayente.

— Christopher — Respondo en un murmullo.

¡Que no te intimide Rachel! Ánimo. ¡ÁNIMO CARAJO!

— Quiero preguntar algo — Su mano se acerca a mi y...

¿Dije animo? Alerta de pulpo, ¡Corre, corre. Vamonos de aquí teniente! No llames a la infidelidad. ¡CORRE POR TU VIDA!

Las alarmas se encienden y lo esquivo haciendo que me observé con más intensidad.

— Yo...debo de irme, si. Regresaré con MI prometido, te ESPERAMOS ahí...¿verdad? No, si claro. Te esperamos ahí. — Me doy la vuelta y me pongo una mano en la frente como una tonta mientras camino rápidamente a nuestra mesa.

Bratt me habla pero solo muevo la cabeza dándole el avión, quiero quitarme cualquier pensamiento con ese coronel que quería comerme.

¡A la guerra yo llegue y a un soldado arrace!

¡A un enemigo perseguí a su madre destrui!

¡A una polla me monte y mira como me preñe!

¡No! — La carcajada de mi conciencia llega, mis mejillas se calientan y suspiro intentando tranquilizarme, Bratt me observa lleno de confusión que solo puedo tomarlo de la camisa y besarlo con fuerza.

Rach — No lo dejo hablar simplemente deboro su boca como indicando que me saque de aquí.

Un garraspeo interrumpe y me limpio los labios cuando por mi reflejo del jarrón mi boca manchada con el labial, termino conmigo mientras Bratt está con una servilleta todavía limpiándose con la respiración agitada.

— Tengo que irme, Ris tendrá una presentación de Moda y me pidió que la acompañara por el parlante. — Christopher se despide de ambos.

— ¿Ris? — Pierdo el hilo.

— Osiris, preciosa. Es la mejor amiga de Christopher, ya te la mencioné. — Bratt me vuelve a explicar y de inmediato capto la atención de Christopher quien se gira entrecerrando los ojos.

— ¿Puedo verla? — Lo intento ignorar pero siento su caliente mirada.

Míralo hermana.

¡Tenemos novio! — Me grito de forma interna.

Un taco de ojo no le hace daño a nadie, míralo, siente la mirada preñadora.

Observo la foto que saca Bratt en su teléfono y abro la boca asombrada al ver a la preciosidad que veo con esos ojos azules que me cargo.

— Es hermosa.

— ¿Por qué tienes una foto de Ris en tu teléfono? — Christopher me arrebata el teléfono interrogando a Bratt.

— Bueno porque es mi amiga, la amiga de casi todos en la FEMF. Vamos amigo no te pongas así. — Bratt ríe y se levanta quitándole el teléfono.

Hermana vuelve a ver esa foto, creo que deje caer mi sostén. Podemos compartir no hay que ser egoístas los trios son de gente sabía.

Siento como nos vuelven a quitar el teléfono pues yo volví a ver la foto, Bratt mira a su amigo incomodo y solo niega volviendo a despedirse llevándome con él bajo la mirada fugaz del coronel, me giro un poco para verlo y lo veo apretar el puño sin dejar de mirarme.

Dios mio, parece que no soy la única cautivada aquí. Él se ha quedado cautivado por mi belleza, eso no es nuevo pero si pecaminoso.

 Él se ha quedado cautivado por mi belleza, eso no es nuevo pero si pecaminoso

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Obsesión EnfermisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora