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Yunjin, 26 años. Kazuha, 24 años.

La graduación había terminado, me quedaba admirando la foto en la que Kazuha estaba con su birrete levantado al cielo mientras yo la cargaba de su cintura, ahí había perdido una oportunidad de decirle a ella lo que sentía.

Pero era ahora que tenía que intentar una vez más.

Tomé mis cosas, un poco de dinero y toda la fe que tenía guardada en mí para poder declararle mi amor a aquella japonesa que tenía los ojos más bonitos que en mi vida había visto.

Pasé por una florería para comprar un ramo de rosas con una nota que había hecho a mano previamente, pagué con lo poco que tenía y fui directo a su casa.

Toqué la puerta, y nadie abría.

Me quedé 10 minutos esperando, hasta que alguien abrió.

- ¿Está Kazuha aquí? - pregunté con todo el miedo del mundo -
- Acaba de irse al aeropuerto - y ahí sentí como algo se rompió - todavía puede alcanzarla...

Tomé un taxi y pedí que fuera al aeropuerto, sentía que me estaba muriendo porque ella no me dijo nada sobre un viaje o algo parecido.

Me dejó en la puerta principal y corrí en un intento de poder encontrarla, pero fue inútil, no podía reconocerla en medio de la multitud que se movía entre arribos y despegues; mi corazón se hizo pedazos, y entre mi visión borrosa, vi su silueta cruzando la puerta para irse a la zona de embarque; apenas me vio pude observar como lloraba, tal vez en su forma de expresar que quería despedirse de mí.

Pero no así.

No así Nakamura.

Tiré las flores a la basura junto con esa nota que me costó tanto escribir.

Y salí hacia mi casa sin dejar de llorar.

~ Kazuha ~

Al ver como ella se alejaba, tirando sus flores, sentí como se desgarraba mi pecho, yo no quería irme, yo quería vivir mi vida aquí con lo que soñábamos juntas.

Hacer un recital.

Ella tocando, yo bailando.

Pero lo único que obtuve fue una reprimenda de mi padre y un pasaje de avión de vuelta a Osaka.

Aguantaba mis lágrimas todo lo que podía, me limpiaba con la manga de mi hoodie, y escondiéndome para que nadie me viera.

Esconder que estaba rota era muy difícil.

Con el corazón hecho pedazos me senté a esperar a que hicieran el llamado para poder ingresar a este posible viaje sin retorno. Y aun las palabras de mi padre me taladraban en la cabeza.

Tienes que mantenerte firme, no puedes ser una desviada como algunas personas.

O te regresas a Osaka o yo veré como castigarte Nakamura Kazuha.

Mi padre a quien yo amaba con toda mi alma me terminó destruyendo cuando se enteró que me gustaba Yunjin.

Embarqué el avión, busqué mi asiento junto a la ventana, y le escribí a Yunjin antes de partir.

Yun...perdóname en serio.

Yo no quería esto...prometo volver para buscarte y volver a hacer nuestros recitales juntas.

Lo único que recibí de ella fue un "mensaje leído".

El motor del avión empezó a escucharse con fuerza, mientras veía una foto que tenía junto a Yunjin de un viaje que hicimos a New York, donde vivía su familia.

Y las lágrimas por las que luché para que no cayeran empezaron a mojar mi rostro.

No tenía ni idea de cuando volvería a verla.

Pero de algo estoy segura, voy a regresar por ella, aunque me cueste la vida.

Artsy dreams 《Shinez》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora