Artsy dreams 《Shinez》

《4》

~ Kazuha ~

Me quedé hasta tarde hablando con Yunjin de otras cosas más, sentía que su alma estaba dañada después de la respuesta que ella me dio; fue como un golpe de realidad que destruyó algo en mí.

Entendía perfectamente por qué.

Sabía que Yunjin era alguien demasiado frágil, a pesar de esa imagen fuerte que quiere dar al mundo.

Y yo estoy dispuesta a protegerla de todo.

Por alguna razón ella me hacía sentir como la persona más feliz del mundo, como si viajara por las estrellas y si por ella fuera me las regalaría.

Porque no tuve el valor de decirle lo que sentía en su momento por pensar en que eso no era lo correcto para mí.

Desperté algo tarde, casi 10 de la mañana, y con Yunjin acordamos encontrarnos en su casa a mediodía, por lo que me alisté de forma rápida; en una mochila llevé mis viejas puntas de ballet que hace poco decidí probarlas de nuevo, y me quedaban bien, un vestido de una presentación antigua del lago de los cisnes – que Yunjin tanto le gustaba esa pieza – y algo de maquillaje, además de mis objetos personales y la llave del departamento.

En camino hacia mi auto, para luego encender mi radio y poder disipar un poco los nervios que me comían por completo; Yunjin me había dejado la dirección por lo que se me hizo más fácil llegar hasta su casa.

Estacioné el auto, bajé mis cosas, y me dirigí al lugar que había señalado, una casa de fachada blanca, bastante grande, pero no muy llamativa por fuera; toqué el timbre y sentí mis manos temblar, hasta escuchar a Yun por el altavoz.

Soy yo tonta, ¿a quien más citaste un sábado al mediodía?

Ella solo rio y cortó la comunicación, para aparecer abriendo la puerta y con una sonrisa que podía iluminar un planeta entero, y ese brillo en sus ojos llenos de ilusión por estar nuevamente juntas.

Me llevó hasta su sala donde estaba su piano de cola que decoraba ese ambiente, además de una guitarra acústica en su mostrador; varios cuadros de sus reconocimientos, y una foto que llamó mi atención.

Era nuestra foto de graduación, ella levantándome mientras yo estaba sonriendo a la cámara.

– Aun tienes esa foto Yun – señalé el cuadro –
– Es mi foto favorita – vio directo a la imagen, con un aire de nostalgia –

Ella se sentó frente a su piano, empezando a tocar esa pieza que amaba tanto bailar, interrumpiéndola para poder irme a cambiar; regresando con mi traje, mis zapatos de ballet y un tenue maquillaje para realzar mi imagen.

Wow Zuha, te ves…hermosa.

Y en mi pecho mi corazón dio un vuelco.

Gracias Yunjin…extrañaba esto, ahora sí puedes continuar.

Continuó tocando su pieza favorita, mientras yo bailaba al ritmo en su amplia sala, dando saltos seguidos de algunas vueltas y unos pequeños pasos, ella me veía con su sonrisa, mientras por mi parte terminaba la pieza para acercarme a ella y abrazarla.

De verdad, me hacías tanta falta Zuha.

Ella se levantó de su lugar, tomó su celular, y puso una canción que jamás había escuchado, por lo que asumí que era una de sus canciones grabadas por ella misma.

¿Podrías bailar esta canción conmigo?