Capítulo #23

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KENDALL POV:

¡No más alcohol!
Me dolía tanto la cabeza que no tenía ni la energía como para abrir los ojos. Cuando los abrí me di cuenta que no sabía en dónde me encontraba. Estaba en una habitación que nunca en mi vida había visto. Cuando Alison hace fiestas siempre me quedo a dormir en su casa pero al parecer ésta vez no fue así...
No recordaba casi nada de lo que había pasado ayer y mucho menos sabía cómo había llegado aquí.

Desperté en una habitación sola, lo primero que hice fue levantarme y miré una foto que estaba en el mueble a lado de la cama, era Camila con Ashley, para pronto me dí cuenta que estaba en la habitación de Camila. Lo más raro fue que tenía una pijama puesta ¿Me la habré puesto yo? No recuerdo absolutamente nada y esto me estaba desesperando. Busqué mi bolso en la habitación pero fue imposible encontrarlo, la jaqueca me estaba matando. Me senté en la cama esperando a que Camila apareciera y pudiera hacerle unas cuantas preguntas.
De momento apareció con una charola, al parecer había hecho el desayuno y me lo había traído.

-Buenos días, dormilona -puso la charola en la cama y cerró la puerta con seguro.

-Buenos días -dije apenada.

-Te has de preguntar qué haces en mi habitación ¿Cierto? -sonrió.

-Sí... Eso y muchas cosas más -eché una carcajada y puse mi mano en la cabeza, no soportaba el dolor. Camila se levantó y comenzó a buscar algo en un cajón.

-Aquí están -sacó una cajita- Toma -me entregó una pastilla.

-¿Tratas de drogarme? -sonreí.

-Claro que no -rió- Es para el dolor de cabeza, algo me dice que no lo aguantas.

-Gracias -me dio un vaso de agua que había traído junto con la charola.

-Ahora sí, estoy lista para las preguntas -se sentó a un lado de mí y dijo mientras yo me tomaba la pastilla.

-¿Cómo llegué aquí? -puse el vaso en la charola.

-Bueno... Todos estaban súper ebrios en la fiesta, creo que yo era la única sobria ahí -se quedó pensativa por un momento y sonrió- Ya era algo tarde y tenía que irme, pero no podía dejarte en casa de Alison ya que estabas bastante ebria y con trabajo podías estar de pie...

-¿En serio? -puse mis manos en la cara, estaba bastante apenada.

-Sí... -sonrió- Después te dije que iba a llevarte a tu casa pero me dijiste que no, que tu mamá no podía verte así, entonces, no te podía dejar en casa de Alison y tampoco en la tuya, eso explica porqué estás aquí...

-¿A tus papás no les molesta que haya dormido aquí?

-No... Bueno, sí.

-¿Sí?

-Sí... Ellos no saben que estás aquí, es por eso que le puse seguro a la puerta. Ellos ahorita no están, si es lo que te preocupa -sonrió- Con mi mamá no hay ningún problema pero mi papá es algo anticuado, cuando les dije que soy gay, mi papá me quitó ciertos beneficios y uno de ellos es que no traiga a casa a ninguna amiga y mucho menos a que se quede a dormir.

-¿O sea que te arriesgaste a que te castigaran por mí? -sonreí.

-Sí, era eso o que te pasara algo en la fiesta. Preferí esto -sonrió.

-Gracias por haber hecho esto, mi mamá se hubiera vuelto loca al verme como estaba.

-No hay de qué-su sonrisa era encantadora.

-Otra cosa Camila -dije mientras ella tomaba jugo.

-Dime.

-Dime que no nos tomamos muy en serio todo esto de ser novias y terminé en tu cama y... -interrumpió.

Ella, mi problema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora