Capítulo #26

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CAMILA POV:

Esa tarde, Ashley había pasado por mí cuando terminé de estudiar con Kendall. Me llevó a comer algo y después me dejó en casa.

-¿Crees que te diga algo tu papá por llegar a esta hora? -eran las 6 de la tarde.

-No, hay veces que llegaba a esta hora o más tarde -sonreí.

-¿Sí? ¿En dónde estabas como para llegar tan tarde? -se desabrochó el cinturón de seguridad.

-Con Kendall, hubo ocasiones que salíamos a tomar un café o algo.

-Oh... -volteó su cara hacia el volante.

-¿Qué? -enseguida noté que su reacción era debido a sus celos pero no dijo nada al respecto.

-Nada -no volteó a verme.

-Hey -tomé su barbilla e hice que me mirara -Ya la conociste hoy ¿Crees que deberías de preocuparte por eso? Digo, como te dije antes, ella no tiene esas intenciones conmigo y yo mucho menos con ella, así que ya no pongas esa cara ¿está bien? -la acaricié.

-Está bien... -sonrió y me acerqué a ella para besarla.

-No quiero despedirme de ti, quiero pasar más tiempo contigo, quiero que pudiéramos ver películas en mi habitación, con la puerta abierta y que mi mamá nos trajera botanas y que cuando mi papá pasara por el pasillo, él levantara la mano en forma de saludo y sonriera sabiendo que su hija es feliz con la persona que está a su lado -agaché la mirada.

-Ahí vamos de nuevo -levantó mi rostro con su mano- Sabes que por lo pronto eso no pasará, sabes que no podré entrar a tu casa, bueno, al menos no por la puerta principal pero sí por tu ventana -sonreímos- Sé que el no tener el apoyo de tu papá duele, pero tienes que tomar en cuenta que si lo quieres hacer feliz a él haciendo lo que no te gusta, tendrás que arriesgar tu felicidad por la de él y estoy segura que no quieres eso ¿O sí? -negué con la cabeza- Entonces, mi recomendación es, que hagas lo que te gusta hacer, pero sobre todo, nunca dejes de ser quién eres sólo porque a las demás personas no les agrada.

-Te amo ¿Sabes? -la tomé por el cuello y la besé. Ella colocó su mano detrás de mi cuello y profundizó el beso -Quédate a dormir esta noche.

-¿Segura? -sonrió.

-Sí... Extraño los viejos tiempos -sonreí.

-Está bien, llegaré a la misma hora y ya sabes, deja la ventana abierta -sonrió.

-Lo sé, nos vemos más tarde entonces -la besé.

-Hasta en la noche, bebé, te amo.

-Adiós, te amo más -me bajé del carro y ella arrancó hasta que yo entré a la casa.

Cuando entré, estaba mi papá en el sofá de la sala mirando la televisión. Le pregunté por mi mamá ya que no la miré por ninguna parte y él, a duras penas me dijo que estaba arriba. No dije más y subí.
Entré a mi habitación para dejar mis cosas y después fui a la habitación de mi mamá, toqué la puerta ya que estaba cerrada. Toqué varias veces pero no respondía. La llamé mientras tocaba la puerta, escuché cuando se levantó de la cama y abrió la puerta. Pude notar que estaba llorando ya que tenía los ojos muy hinchados.

-Mamá ¿Qué pasa? ¿Por qué estas llorando? -dije preocupada y ella cerró la puerta con seguro después de que entré.

-Discutí con tu padre -rodaban lágrimas por sus mejillas, ella se estaba aguantando las ganas de llorar pero al parecer, era algo inevitable.

-¡¿Qué?! ¿Por qué?

-Estoy cansada de que él siempre tome esa actitud de cobarde, que no puede aceptar la realidad...

Ella, mi problema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora