Era domingo. Mamá iba a la iglesia desde la mañana. Lexa aún dormía en mi cama mientras que yo yacía en el sofá de la sala.
El día parecía perfecto. No había ninguna indicación de que llovería o que estaría frío. El sol brillaba mientras hacía que todo se calentará un poco. A pesar del buen día que tenía frente a mi nariz; no tenía la mínima intención de salir a disfrutarlo.
Mamá siempre decía: "Deja de depender de la tecnología y disfruta de la vida". Yo nunca le hacía caso; siempre había detestado salir a la calle sólo porque si. Nunca entendí a todas esas chicas que viven, comen y respiran en el exterior.
Tanto pensar me había abierto el apetito. Me levante y fui por algo para desayunar. Al abrir la nevera, me encontré con muchas cosas que ni por cerca me gustaban, así que, sólo tome dos manzanas. Partí ambas frutas en pequeños trozos y tome dos galletas de trigo, para acompañarlas, me serví un poco de café con leche. Ese sería mi desayuno, bueno, hasta que mamá regresará y preparará algo mejor.
Luego de comer, fui a lavar mis dientes al baño de mi habitación. Al entrar al cuarto, me encontré con Lexa, quien sostenía su celular.
─ ¿Qué haces? ─ le pregunté y ella volteó a mirarme.
─ Leer─ me dijo.
Asentí. Luego entré en el cuarto de baño, dejé la puerta abierta para poder charlar con mi amiga mientras me cepillaba los dientes.
─ ¿Qué lees? ─ le pregunté mientras ponía dentífrico sobre mi cepillo de dientes.
─ Requisitos de adopción infantil─ me respondió.
─ ¿Sigues con eso? ─ le pregunté y seguidamente, metí el cepillo a mi boca.
Lexa asintió. Yo la veía a través del espejo que estaba frente al lavabo.
─ ¿Crees que sea demasiado? ─ me preguntó.
Asentí sin dejar de cepillarme.
─ Yo no lo creo así─ me dijo.
Cuando terminé, enjagüe mi boca y lave el cepillo de dientes; para luego ponerlo en su respectivo lugar. Tomé una toalla y me seque la barbilla.
─ Para tener 18 años. Si, te estás apresurando─ le dije mientras secaba mis manos con la misma toalla.
Lexa negó.
─ Sólo estoy planeando mi vida ─me dijo─, tú deberías hacer lo mismo.
Negué y tiré la toalla al cesto de la ropa sucia.
─ No me gusta forzar las coas─ le dije y caminé hasta estar frente a ella─ Es como decir que Billy será siempre mío. No va a ser así.
─ ¿Y si lo es?
─ Bueno, ─ me senté en el espacio que sobraba de la cama─ sería extraño... Lo amo, pero, no creo que llegaríamos a tanto.
─ ¿En verdad lo amas? ─ me preguntó e hizo que me acordará de Christopher.
Me encogí de hombros.
─ Sí...
─ Pero si a penas llevan un par de semanas─ ella se apresuró a decir─, y de ese tiempo sólo a pasado juntos dos o tres veces.
Lexa tenía razón.
─ Ya cállate─ le dije y mire a otro lado.
─ Creo que sabes más sobre Christopher que de Billy─ Lexa habló bajo pero la escuche demasiado bien.
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Estrella Binaria
Science FictionImagina que tú amor platónico se enamora de ti... demasiado cliché, ¿verdad? Elizabeth Heras es conocida por siempre querer encajar, por hacer lo imposible para que otros la acepten y eso, a veces causa heridas internas, de esas que es imposible s...