Bangchan creció en una familia de pilotos. Sus padres, campeones de carreras, lo llevaban a los circuitos desde que era un bebé. Siempre había sido el centro de atención, el hijo mayor.
Un día, mientras Bangchan estaba en su habitación, escuchó a sus padres hablando en la sala.
— Bangchan es un piloto increíble — dijo su madre. — Pero a veces me preocupa su estilo de conducción. Es muy agresivo —
— Lo sé — respondió su padre. — Pero también es muy talentoso. Y ha aprendido a cuidar de sí mismo en la pista —
— Y de Jeongin — agregó su madre. — Bangchan siempre ha sido muy protector con su hermano. Me encanta ver cómo se cuidan el uno al otro —
— Absolutamente — dijo su padre. — Bangchan ha sido un gran hermano mayor. Siempre ha estado allí para Jeongin, incluso cuando era un niño pequeño —
Bangchan sonrió al escuchar la conversación. Se sentía orgulloso de ser un buen hermano mayor. Y se sentía responsable de cuidar a Jeongin, quien ahora tenía 21 años.
A medida que Bangchan crecía en su carrera como piloto, la presión de sus padres y la competencia con otros pilotos comenzaron a afectarlo. Se sentía como si siempre estuviera en la sombra de sus padres, como si nunca pudiera ser lo suficientemente bueno.
Comenzó a rebelarse contra la imagen perfecta que se esperaba de él. Empezó a vestirse de manera oscura, a rodearse de amigos que no eran exactamente los que sus padres hubieran aprobado.
Pero a medida que se adentraba más en la rebeldía, Bangchan comenzó a perder de vista lo que realmente importaba. Se volvió más agresivo, más desafiante. La fama de sus padres y la presión de la competencia lo habían convertido en un monstruo, un reflejo de la presión y la expectativa que había soportado durante tanto tiempo.
Bangchan había reprobado demasiadas veces en la escuela, su falta de interés y dedicación lo habían llevado a suspender asignaturas y años escolares. Su familia, que siempre había esperado lo mejor de él, se sintió decepcionada y frustrada por su falta de progreso.
Finalmente, después de varios años de lucha, Bangchan se encontró en la situación de tener que repetir un año escolar, y para empeorar las cosas, su compañero de clase sería Seungmin.
Bangchan y Seungmin se encontraban en una situación incómoda, compartiendo dormitorio en la escuela después de que Bangchan reprobó el año. Sin embargo, mientras pasaban más tiempo juntos, descubrieron que tenían algo en común: su pasión por las motos y la competencia.
Una noche, mientras estaban en el dormitorio, Bangchan comenzó a hojear una revista de motos y Seungmin se acercó a él, interesado. Comenzaron a hablar sobre sus motos favoritas y sus experiencias en carreras. Bangchan se sorprendió al descubrir que Seungmin era un apasionado de la velocidad y la competencia, al igual que él.
Bangchan se le acercó. — ¿Sabes? Me encanta la sensación de libertad que se siente al conducir una moto a toda velocidad —
— La adrenalina que sientes cuando el viento te golpea la cara y el motor ruge debajo de ti es increíble — Le respondió
— ¿Cuál es tu moto favorita? Yo soy un fanático de las Kawasaki Ninja —
— Me gustan las Ducati, especialmente la 848 — dijo mientras le enseñaba una foto desde su celular
— Buena elección, ¿Has competido en alguna carrera? —
— Sí, he participado en algunas carreras locales. ¿Y tú? —
— He competido en varias carreras, incluyendo el campeonato nacional de motos. Me encanta la emoción de la competencia —
— Ya veo, me gustaría ver una de tus carreras algún día. ¿Crees que podrías enseñarme algunos trucos? —
ESTÁS LEYENDO
rivals on the track, lovers in life [ChanMin]
ActionEn el mundo de las carreras de motos, la rivalidad entre Bangchan y Seungmin es la más intensa. Sus enfrentamientos en la pista son legendarios, y su odio mutuo parece no tener fin. Pero detrás de la adrenalina y el ruido de los motores, comienza a...