capitulo 51

378 48 13
                                    

HERMANASSSS
habemus actualización 🙌🏼🙌🏼 que the alchemy suene de fondo en sus cabezas, sus telefonos o sus parlantes!! disfruten😼



















A pesar del duro partido en cuartos y esa semifinal mano a mano con el equipo de <<La Docta>> habían llegado a la final.

Era increíble como el tiempo pasaba volando en sus vidas, como de un domingo soleado de septiembre dónde habían pasado de fase de grupos ahora estaban a casi dos meses de ese suceso y de jugar la gran final contra
<<Camioneros>>, un verdadero rival para aquellos amigos crecidos en el Parque San Juan.

La emoción rebosaba de ellos y a su vez los nervios porque había dejado de ser un simple torneo de barrio hace tiempo, toda la ciudad se movilizaba por aquel partido. Incluso Julián con quien las cosas seguían tal como las habían dejado esa última vez.

No lo veía más que por conversaciones de sus amigos. A veces se arrepentía de haber mandado él ese mensaje, no ser como siempre era: menos serio, más juguetón y seguir insistiendo a Julian para verse o estar juntos otra vez porque ahora su última charla concluyó ese domingo. Otro domingo más que los marcaba o más bien a su relación.

Ambos cumplieron con lo que uno de ellos determinó desde el principio y dejaron de incluso ver sus tweets.





[...]




Llegados el día del partido aquel que iría a determinar el ganador, Enzo se despertó antes de que sonara su alarma, aún acostado mirando el techo de su habitación y pensando en todas las posibilidades que pudiesen darse y los distintos resultados.

Decidieron, como todos los domingos que les tocaba competir, entrenar desde temprano en la mañana con el objetivo de poder perfeccionarse pero además, de apoyarse entre tantos nervios que sentían.

No dejarse solos era lo más importante, es por eso que luego del entrenamiento fue la casa de Cristian el lugar para pasar el tiempo. Enzo escuchó por casualidad que sus otros amigos irían dentro de unas horas y sabía de antemano, como si de un sexto sentido se tratase, que Julián no estaría entre los nombrados. Lo terminó de confirmar su teléfono al recibir tal notificación de mensajes:

<<Éxitos hoy, sé que van a ganar. Se lo merecen y sobre todo vos>> No había un <<te amo>> pero estaba desparramado por todo el mensaje. Su pecho dolía de amor, se fracturaba a sí mismo de tan solo pensar en Julián.

Le respondió con un <<gracias>> y guardó su teléfono no volviendo a tocarlo hasta comienzos del partido.

El clima de la cancha era euforia de ambos lados de las gradas, nueve de la noche con una brisa que emanaba temprana primavera. Y a pesar de que el costo de la entrada general era de dos mil pesos por persona, los autos en el estacionamiento y la gente sentada hasta en el tapial no frenaba que aquel lugar se llenara.

Apenas y se oía al intendente dar comienzo a las presentaciones de los finalistas por el ruido de los tambores, las vuvuzelas y los cánticos.

No había actividad que más lo emocionase a Enzo que jugar al fútbol y esto era quizás lo que veía a través de la tele cuando la selección y su equipo jugaban partidos importantes.

Ya sabía dónde estaba su madre y aquellos amigos que fue haciendo con el tiempo; segunda grada y al medio, <<su palco personal>> lo nominó Rodrigo.

Fue cuando el árbitro tiró la moneda al aire que vio desde su posición del mediocampo a un cuerpo robusto intentando pasar entre la muchedumbre para ir hacia sus alentadores principales.

it's heroin but this time with an E; au julienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora