capitulo 23

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disfruten 💘
para mas placer escuchen you are in love de taylor

































Enzo dejó su celular a un lado de su cama y sin hacer el más mínimo ruido posible se levantó para tomar rumbo directo a la cocina. A juzgar por las leves respiraciones que daba Julián éste seguiría durmiendo un rato mas, eso le daba el tiempo suficiente para preparle el desayuno a pesar de lo tarde que era y poder darle el tan preciado regalo que escondía en los rincones de su armario; la pregunta que tanto había practicado era el objetivo final.

Enzo tenía todo pensado por sorprendente que pareciera: un té, la infusión favorita de Julián junto con unas medialunas de la panadería que hacía las mejores del mundo o eso le había dicho el castaño. El sonido del cadete con su pedido era lo que lo había despertado.

Una flor roja arrancada del jardin de la vecina adornaba una de las esquinas de la bandeja, la taza de té en medio, un poco de jugo de naranja y por último colocó aquellos arándanos y frutillas en dos tazones diferentes. Muy asteric, pensó Enzo satisfecho con su trabajo final.

Con todo ya en su lugar, agarró la bandeja siendo cuidadoso y se dirigió a su habitación, Julián seguía dormido con su cuerpo hacia un costado y las sábanas cubrían hasta sus hombros; esa imagen le transmitía al morocho tranquilidad y queria que durara para siempre, quería tenerlo entre sus sábanas hasta el día en que sus corazones dejen de latir y sus cuerpos dejen de vivir y aun así seguir sintiéndolo.

Ya lo había hecho suyo en cuerpo pero ahora quería hacerlo suyo en alma. Oficialmente ser su novio, su amante y en un futuro algo mucho más. No le tenía miedo a la rapidez del tiempo o de sus emociones porque el sentimiento que cada día crecía dentro de sí era genuino, porque nunca había experimentado tal intensidad y con Julián nada le aterrorizaba.

Porque lo sintió siempre que volvía a su casa, lo escuchó siempre que se encontraba en silencio y lo vió siempre que las luces estaban apagadas: estaba enamorado. Todo eso es lo que quería decirle a Julián, a aquel chico que lo hizo cuestionar su sexualidad y odiar la idea de soltería.

Dejó el desayuno en su lado de la cama para buscar el vinilo envuelto con dificultad en papel de regalo, lo colocó al lado de la bandeja y movió uno de los hombros de Julián para comenzar a despertarlo. Su estómago sentía esos nervios como nunca, siendo una persona sin rastros de vergüenza en su ser, todo esto era desconocido para él.

El mayor comenzó a removerse entre sueños largando pequeños murmuros por haber sido levantado.

—Juli, mi amor despertate—

—... Mhm, ¿qué?— Era todo lo que podía transmitir Julián aún con su voz ronca.

—Ya es tarde, amor despertate dale— Su tono de voz era suave y bajo, seguía removiendo el hombro del castaño hasta que este entreabrió los ojos y la cara de Enzo demostró una sonrisa.

—¿Que hora es?— Todavía seguia adormilado, con sus pelos despeinados y sin darse cuenta de lo que había a un lado suyo.

—No sé, amor ¿Por qué no te sentás así te doy una sorpresa mh?—

—Estoy cansado para cojer Enzo— Eso le hizo largar una pequeña carcajada al morocho, —mirá a tu costado amor— Y eso hizo Julián descubriendo una pequeña bandeja con té, medialunas y una rosa roja luego movió sus ojos a un lado y había un regalo mal envuelto recostado en una de las patas de la bandeja. Frunció el ceño y miró a Enzo quién seguía parado del lado de la cama de Julián mirandolo con ojos de felicidad y amor.

it's heroin but this time with an E; au julienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora