Falling Slowly | Rosella

Capitulo 7

"No se me da muy bien esto de hablar de mí misma". Bella se removió incómoda en el lujoso sillón de cuero.

Ansiosa por distraerse, sus ojos recorrieron con la mirada la gran habitación, haciendo balance del despacho de Carlisle. La primera y última vez que había estado en aquella habitación, su brazo era básicamente un dispensador de Pez de cristal. Teniendo en cuenta el shock del ataque y el hecho de haber sido arrojada a través de una mesa, no había tenido la oportunidad de apreciar el espacio. Ahora que lo veía con la cabeza despejada, era realmente extraordinario.

Parecía más una biblioteca o incluso un museo que un despacho. Las estanterías de madera oscura que iban del suelo al techo estaban repletas de cientos, si no miles, de libros de diferentes formas y tamaños. Algunos parecían más recientes, con tapas brillantes y letras llamativas en el lomo, mientras que otros tenían un aspecto claramente antiguo. Varias curiosidades y objetos de valor incalculable recogidos a lo largo de los siglos se exponían en vitrinas repartidas por la sala. Una gran alfombra con formas geométricas cubría la mayor parte del suelo.

Probablemente persa. Parece el estilo de Carlisle, pensó internamente.

Tenía ganas de verlo todo más de cerca, pero permaneció sentada. Su atención se desvió hacia la vampiresa sentada tras el gigantesco escritorio de caoba que dominaba la estancia.

Rosalie la observaba atentamente, pero la mirada carecía del tono sentencioso al que estaba acostumbrada cada vez que Edward la miraba fijamente. Seguía existiendo la intensidad vampírica subyacente, pero la expresión de Rosalie era más abierta; era ligera y curiosa, aunque de un tipo de curiosidad diferente al escrutinio científico de Carlisle. Se apoyó en los codos, con los finos dedos entrelazados y la barbilla apoyada en los índices.

"No hay presión ni prisa, Bella. Si no te sientes cómoda con esto, podemos volver a intentarlo otro día. O no. Tú decides. El mero hecho de abrirte a hablar conmigo ha sido valiente, así que no te desanimes si aún no estás preparada para seguir adelante. La curación lleva tiempo y los primeros pasos son siempre los más difíciles".

"No, creo que puedo hacerlo. Es sólo que... Nadie me había preguntado antes por estas cosas. Renée, mi madre, no era la mejor en eso de ser una madre cariñosa cuando yo estaba creciendo. Siempre se trataba de lo que pasaba en su vida, nunca en la mía. Demonios, olvidó mi cumpleaños un año. Por suerte, nunca me han importado los regalos ni las fiestas, pero aun así fue un asco para una niña de once años. En muchos sentidos yo era la adulta y ella la niña. Y Charlie... bueno, lo intenta pero no es precisamente bueno con los sentimientos. Entre los dos, aprendí a guardármelo. Supongo que tuve la impresión de que otras personas eran más interesantes, y no quería ser una molestia ni aburrirlos sometiéndolos a escucharme."

Rosalie asintió lentamente y se reclinó en la silla de despacho de respaldo alto mientras escuchaba las palabras que salían a toda prisa de la boca de la morena. "¿Quizá podríamos empezar por ahí, por tu relación con tu madre y cómo influyó en tu desarrollo?".

Bella soltó un silbido bajo mientras exhalaba. Aquello era una enorme caja de Pandora que no quería abordar. Se suponía que se trataba de su experiencia con los vampiros, no de su negligente madre. Ni siquiera había querido sacar el tema, sólo quería explicar su razonamiento.

"Uh, tal vez en otro momento. Creo que hay muchas cosas enterradas en las que no estoy preparada para entrar. Me gustaría empezar despacio y entrar en ello con calma".

"Eso es perfectamente comprensible y lo respeto. Tú marcas el ritmo, no te sientas obligada a hablar si no te apetece compartir. Me gustaría recordarte que aquí sólo estamos tú y yo. No te juzgaré ni te echaré en cara nada de lo que digas en estas sesiones. Tampoco compartiré nada de lo que me digas con nadie más; soy muy hábil protegiendo mis pensamientos. Este es un espacio seguro".