Vinculo Especial || K & T

《 2: El segundo día》

Al día siguiente, Aki fue a despertar a la pareja de chicos. Abrió la puerta... y la cerró en silencio después de verlos abrazarse. Parecía que Tenma había encontrado un buen reemplazo para su balón de fútbol. Sin querer interrumpirlos, Aki regresó a la cocina para seguir preparando el desayuno de hoy.

Finalmente, ambos chicos se despertaron con una sonrisa en sus rostros. Tenma notó la sonrisa pura de Kyousuke, que irradiaba nada más que felicidad y gratitud. Hizo que su corazón saltara. Tenma nunca hubiera pensado que Kyousuke se pondría tan feliz con solo verlo, pero realmente parecía que le había alegrado el día.

—Me gusta tu sonrisa —dijo Tenma con un suave susurro.

Los ojos de Kyousuke se abrieron y su sonrisa desapareció. Miró hacia otro lado, como si no quisiera ver al chico que estaba a su lado. —No digas eso. —Podía sentir sus mejillas calentarse, pero, afortunadamente, su sangre decidió no avergonzarlo más.

Tenma hizo puchero, sintiéndose decepcionado ahora, pero contento de poder ver a Kyousuke así.

—Deberíamos vestirnos —dijo Kyousuke—. Tengo que irme temprano para hacer los deberes —se disculpó, sin mencionar el motivo subyacente de su partida; volver a pensar en lo que realmente sentía por su amigo.

—¡Está bien! —dijo Tenma mientras se ponía una camiseta—. ¿Podemos hacer los deberes juntos?

Kyousuke lo miró. Debería estar bien... Podría quedarse solo con sus pensamientos después de hacer la tarea con Tenma. Y pasar más tiempo con él nunca estaría mal. "Claro", dijo finalmente, abrochándose el cinturón.

Después de vestirse, los chicos salieron de la habitación de Tenma y se dirigieron a la cocina. Allí, Kino los esperaba mientras daba vuelta otro panqueque para la pila que estaba a su lado. Ambos chicos le dieron los buenos días y se sentaron en las sillas, esperando pacientemente a que la mujer terminara.

—¡Huelen muy bien, Aki-nee! —le dijo Tenma, sintiendo que su estómago rugía.

Aunque permaneció en silencio, Kyousuke admitió que esos panqueques se veían y olían deliciosos. No había comido dulces caseros en mucho, mucho tiempo... desde que Yuuichi y él habían cocinado algo juntos, para ser más específicos.

—¡Aquí están! —dijo Aki mientras colocaba el plato sobre la mesa, colocando otros dos platos vacíos para los adolescentes y algunos cubiertos al lado de ellos. También colocó una linda botella de jarabe de arce al lado de la pila de panqueques—. ¿Tuviste una buena noche, Tsurugi-kun? Ese futón no se ha usado en mucho tiempo...

—Sí —respondió Kyousuke.

Después de desayunar, los chicos se fueron a caminar a la casa de Kyousuke. La madre de Kyousuke se alarmó cuando escuchó que alguien entraba, solo para calmarse cuando vio que solo era su hijo con su amigo. Aunque hubo una cosa que le pareció extraña. "¡Bienvenido de nuevo! ¿No fuiste al hospital hoy, Kyousuke?"

Kyousuke alzó las cejas y luego volvió a su habitual aspecto relajado. Gracias a Tenma, se había olvidado por completo de visitar a Yuuichi hoy. "Lo visitaré por la noche. Tengo tarea que hacer". Kyousuke luego le pidió a Tenma que lo siguiera a su habitación.

Mientras Kyousuke sacaba sus propios cuadernos, Tenma miró alrededor de la habitación. Notó otra cama y supuso que era la de Yuuichi. También notó algunos trofeos sobre un cajón. "¡Oh! Tsurugi, ¿cuándo conseguiste esos?"

—No son míos —comenzó Kyousuke—, son de mi hermano. Los ganó con su antiguo equipo en pequeños torneos locales... antes de que tuvieran que hospitalizarlo. —Miró al suelo, todavía sintiéndose culpable por el accidente, aunque el optimismo y el apoyo constante de Tenma lo estaban alejando lentamente de ese sentimiento—. Ven aquí ya.

Ahora Tenma se sentía mal por preguntar, aunque Kyousuke no había querido sonar agresivo. Se sentó a su lado y colocó sus cuadernos sobre la mesa. —¿Hay algo en lo que seas malo, Tsurugi? —preguntó Tenma con ojos curiosos.

—Mmm... ¿Supongo que inglés? —respondió Kyousuke—. Soy mucho mejor en Educación Física.

—Bueno, eso tiene sentido para los dos —se rió Tenma.

Kyousuke sonrió, "Vamos, comencemos".

Los chicos pasaron horas estudiando.

Cuando terminaron todo, Tenma estaba listo para irse. Pero antes de hacerlo, Tenma le dio un fuerte abrazo a Kyousuke, quien dejó que el niño más pequeño lo abrazara tanto como quisiera.

La madre de Kyousuke, que fue a despedirse de Tenma, los miró muy sorprendida.

Tenma se separó del abrazo y abrió la puerta mientras mostraba una gran sonrisa en su rostro.

Kyousuke le hizo un gesto de despedida con la mano mientras sonreía suavemente. Cerró la puerta y procedió a regresar a su habitación... hasta que la inesperada presencia de su madre lo hizo saltar.

—Oh, Kyousuke, ¡deberías dejar que tu madre también te abrace! —protestó, exasperando a Kyousuke—. Pero me alegro de que hayas encontrado a alguien especial.

La cara de Kyousuke se puso roja. "¡Somos amigos!" dijo irritado y regresó a su habitación. Cerró la puerta sin darle tiempo a su madre para que le dijera que no lo había dicho con esa intención.

... ¿Lo había hecho? La actitud de su hijo se volvió... peculiar cuando estaba con Tenma. A menudo sonreía más cuando hablaba de Tenma, y ​​la sonrisa iba acompañada de un tono de voz cada vez más alto. Y Tenma era la única persona de la que hablaba en esos días, como si sus otros compañeros de equipo no existieran.

"...Oh", murmuró la mujer para sí misma. Su hijo... estaba saliendo con un chico... y como le da miedo que ella sea homofóbica, ¡no quería llamar la atención sobre su relación! ¡Por eso estaba tan enojado porque ella le había señalado la relación que compartía con su "amiga"! ¡Sí! ¡Eso tenía sentido!

La mujer suspiró: "Oh, lo siento Kyousuke... Debería haberme dado cuenta..."

Kyousuke se tumbó en su cama y suspiró, tapándose los ojos con el brazo y colocando el otro sobre su vientre. Ya no sabía qué hacer. Había tenido amores antes y ninguno de ellos se había sentido así. Las mariposas en el estómago, el latido acelerado del corazón, la actitud estúpidamente incómoda alrededor de Tenma... todo esto era demasiado nuevo para él.

Como era de esperar, en su propio apartamento, Tenma estaba pensando en lo mismo. Pero, a diferencia de Kyousuke, Tenma fue al lecho del río para practicar su regate, ya que no quería seguir obsesionándose con el asunto... pero eso terminó siendo imposible. Sabía que no se estaba moviendo tan rápido como debía debido a sus pensamientos tontos. Frustrado, Tenma terminó regresando a casa.