Truly... Madly... Deeply

Capítulo 5

Sirius y James estaban en la sala de su casa, escuchando a las dos personas que estaban con ellos, hablar sobre su relación de amantes. Ambos ya habían sospechado que Harry estaba enamorado del pocionista, pero desde que Harry era un adolescente en Hogwarts. La forma en que hablaba de Severus y sus ojos brillando al hacerlo... simplemente pensaron que era un enamoramiento adolescente. Como fantasear con el profesor, pero sabiendo que jamás iba a pasar.

Pero después de que Lily se fugó, Harry había dejado de hablar de todas las bondades de Severus y parecía como si quisiera dar una fachada de tranquilidad respecto al hombre. Sin embargo, ese brillo de amor seguía en sus ojos todo el tiempo. A veces, durante sus visitas, cuando Sirius o James mencionaban lo bien que parecía estarle yendo al hombre con su negocio de pociones vía lechuza o cuando quisieron enviarle un regalo de felicitación en la apertura de su negocio, ese brillo se intensificaba y era evidente que Harry estaba muy enamorado del hombre.

No sabían si Snape lo estaba de Harry y pensaron que incluso si el hombre hubiera tenido sentimientos por Harry, no hubiera actuado sobre ellos. Estaban equivocados.

Harry no dejó nada sin decir. Harry estaba enamorado de Severus desde su adolescencia. Primero viéndolo como un adulto finalmente interesado en él y lentamente transformando ese apego a un amor profundo. Simplemente cuando la ocasión se presentó, Harry la tomó, pensando que sería un asunto de una vez y pensando que eso es todo lo que obtendría del objeto de su afecto.

Al parecer, Severus también había transformado su preocupación por un niño abandonado en un amor genuino, aunque él no supo decir cuando empezó. Solo dijo que un día notó que era un chico muy lindo de 15 años y que estaba celoso de los chicos y chicas que se desvivían por llamar su atención. Pensó que si él hubiera tenido la edad de Harry, no hubiera dudado en ir tras de él.

Luego de que llegó a esa conclusión, esa ocasión en que tuvieron su primer encuentro, ese beso eliminó sus códigos morales y decidió seguir con lo que sea que habían iniciado. Igual que Harry, pensó que sería algo de una vez, pero conforme seguían viviendo en aquella casa juntos, se dio cuenta de cuanto anhelaba volver a tener a Harry en sus brazos y no pudo resistirse mucho.

Ahí fue el punto de inflexión, ambos podían decirse que debían alejarse y solo interactuar las veces requeridas por el contrato de aprendizaje o bien, podía lanzarse de lleno a esta naciente relación y ver hasta donde podían llegar juntos. Tuvieron que hablar mucho y de muchas cosas como la posibilidad de que todo terminara mal y que pasaría con el aprendizaje si eso sucediera. También tuvieron que hablar sobre cómo sería su interacción afuera.

Sabían que el Comité de Evaluación tenía estándares extraños y decidieron que para no dañar el aprendizaje de Harry, tendrían su verdadera relación solo dentro de su hogar. Esa era una de las razones para casi no salir, la otra es que disfrutaban mucho andar desnudos por la casa y follar como conejos cuando querían, pero eso no se lo dijeron a James y Sirius.

James quería enojarse porque la relación empezó cuando Harry apenas entro en la edad legal. Es decir, ni siquiera al día siguiente, el mismo día. No había un delito que perseguir, ya que aunque Severus se sintió atraído por Harry desde sus 15, nunca actuó para seducirlo. Lo que sucedió en el campamento fue más como la acumulación de su interés mutuo y que quizás una parte inconsciente de ellos, ya había captado y los lanzo uno al otro.

Pero James no encontró dentro de sí mismo poder enojarse. Todo este tiempo, la figura masculina que guio a Harry mientras tenía sus años en Hogwarts fue Severus Snape. Nunca intentó usurpar su lugar como padre y simplemente le brindo atención al niño. Y escuchando la historia de labios de su hijo, su enamoramiento no fue gracias a ese apego sino que fue descubriendo cosas del hombre que le gustaban.