Infiltrado (shigadeku)

IV

Izuku estaba agotado. Midnight le había dado muchas clases después de la escuela sobre el pensamiento de los villanos y cómo debía actuar para fingir ser uno de ellos. A Izuku ya le costaba con la jornada normal de clases, pero tener lecciones extras era agotador.

Aizawa también lo exigía al máximo en sus entrenamientos. Midoriya debía llegar varias horas antes de las clases para entrenar con su profesor. Ya estaba acostumbrado, pero no podía negar que el nivel de exigencia era demasiado.

Quería escribir algo en su diario de héroes, pero ahora, en lugar de eso, tendría que hacer uno de villanos. "Quizás debería empezar con el diseño de mi traje", pensó.

Comenzó dibujando una figura humana. Luego le añadió una blusa, una corbata, un chaleco elegante, pantalones, guantes, zapatos y una mascarilla bastante detallada. Para ocultar sus ojos llamativos, decidió usar un lente de contacto amarillo.

"Quiero verme 'serio' por fuera. De esa forma, nadie hará demasiadas preguntas, y no descubrirán que soy todo lo contrario", pensaba mientras anotaba detalles sobre su traje.

Giró la página y comenzó a dibujar a Tomura Shigaraki. No había muchas fotos de él en las redes, pero su imagen estaba grabada en la mente de Izuku: su cabello desordenado y celeste, las manos por todo su cuerpo, su vestimenta simple y esos ojos rojos... No podía olvidar cómo casi mata a Aizawa y Asui. "Ese tipo está loco... Tengo que detener a Shigaraki, cueste lo que cueste... aunque tenga que apuñalarlo por la espalda", pensaba con determinación.

Días después...

Midnight le había dado la ubicación de algunas calles peligrosas. Los héroes estaban investigando el lugar porque parecía ser un centro de actividades sospechosas. Ella le dijo que, probablemente, en ese lugar encontraría a alguien que pudiera ayudarlo a infiltrarse en la Liga.

Izuku sentía miedo, pero debía disimularlo mientras caminaba por las calles oscuras. Las personas con malas intenciones lo observaban de reojo, pero al verlo serio y frío, le daban paso. "Parece que la seriedad está funcionando", pensó con un leve alivio.

Vio un bar cercano y decidió echar un vistazo. "¿Qué mejor lugar para encontrar villanos que ese?", pensó.

Al entrar, una campana sonó, y un hombre tras la barra lo saludó.

—Buenos días, ¿qué desea?

Izuku quedó en shock. Era el hombre sombra de aquella vez. "¿Cómo se llamaba? ¿Kurogiri?"

—U-una cerveza —dijo, tratando de no sonar nervioso.

El hombre sombra asintió. Midoriya no sabía lo que estaba haciendo, ni siquiera bebía alcohol, pero era mejor eso que pedir un jugo con diseño de All Might. Kurogiri le sirvió la cerveza, y Midoriya se quitó la mascarilla con cuidado. Había cubierto sus pecas con el maquillaje de su madre. "¿Cómo debería pedirle unirme a la Liga?", se preguntaba ansioso.

La campana volvió a sonar. Un grupo de villanos entró al lugar.

—¡Hey, Kurogiri! ¡Sírveme seis cervezas! —gritó uno de ellos.

—Sí, y que sea rápido, o no querrás meterte con nosotros —dijo otro, mientras el grupo reía de forma arrogante.

—Mira lo que tenemos aquí —dijo uno acercándose a Midoriya—. Es uno nuevo, no te había visto por aquí antes. ¿Quién eres?

El grupo se reunió alrededor de Midoriya, tratando de intimidarlo, pero Midnight le había enseñado cómo manejar estas situaciones.

—¿Qué te importa? —respondió Izuku, sin mirarlos.

—¿Tienes agallas, eh? ¡Imbécil! —le dijo otro, claramente enojado.

—Tú eres el imbécil aquí, y no hablo con tipos como tú —Midoriya les lanzó una mirada fría.

Uno de ellos lo agarró del cuello.

—¿Crees que me das miedo, estúpido? ¡Yo mato a imbéciles como tú todos los días! —dijo el villano, antes de golpearlo en la cara.

Kurogiri estaba listo para intervenir, pero antes de que pudiera hacerlo, el muchacho de pelo verde golpeó al villano. Los demás se lanzaron contra Midoriya, pero él no tenía problemas en defenderse, gracias a las lecciones de Aizawa. No necesitaba usar su Quirk para lidiar con ellos; aquellos tipos no eran más que delincuentes de poca monta.

Tras haberlos vencido, los villanos huyeron.

—¡Un día te encontraré y te mataré! —gritó uno de ellos mientras corría.

—Ni siquiera son villanos, solo delincuentes de baja calidad —murmuró Izuku.

—Muchos creen que son villanos solo por robar una billetera —dijo Kurogiri, mientras acomodaba las cervezas.

—Lamento lo ocurrido... Puedo pagar esas cervezas si es necesario —dijo Izuku.

—No te preocupes, ya alguien vendrá a comprarlas —respondió Kurogiri con tranquilidad.

Izuku, oculto tras su mascarilla, sonrió, aunque rápidamente cambió su expresión a una más seria. "¿Por qué sonrío? Este hombre es un villano... debería odiarlo", pensó, mientras se levantaba para marcharse. "Volveré otro día, hasta que tenga el valor de pedirle que me lleve a la Liga", pensó.

Pero antes de salir, una mano se posó en su hombro.

—Oye, tú —dijo una voz escalofriante.

Izuku giró, y unos ojos rojos y aterradores lo miraron fijamente.

Era él. Shigaraki Tomura...