XI

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La campana del bar sonó, interrumpiendo la épica llegada de los nuevos reclutas.

—Hola, disculpen no haber ayudado antes —era Esmerald, su tono frío y calculado—. Tenía que tratar algo con un héroe... Veo que alguien ha ganado fama. —Miró a Shigaraki, sabia que lo de el asesino de heroes le habia molestado, kurogiri se lo habia dicho en una llamada antes de invitarlo al bar para conocer a sus nuevos compañeros—. Yo también estoy molesto, Shigaraki.

Midoriya no estaba molesto en realidad, pero debía jugar su papel para ganarse la confianza de Shigaraki, aunque lo odiara.

—Cállate —gruñó Shigaraki, sin ánimos de escuchar a nadie.

—Kurogiri, ¿me sirves una cerveza? —pidió Midoriya, era costumbre pedir cerveza cada que venía al bar.

—Cortesía de la casa, Esmerald —dijo Kurogiri mientras le servía el vaso.

Midoriya bebió un sorbo, observando a giran.

-disculpa interrumpirte -dijo midoriya a giran.

-no te preocupes -giran tenía una sonrisa poco confiable y detrás de él aparecieron los futuros nuevos miembros de la liga de los villanos.

La primera en hablar fue una chica rubia que no parecía cuerda.

—¡Chico mano! Eres amigo del señor Stain, ¿verdad? —sus ojos brillaban de emoción mientras se dirigía a Shigaraki—. Amo al señor Stain. ¡Quiero matar al señor Stain! ¡Déjame unirme a la Liga, Tomura! —De repente, sus ojos se clavaron en Midoriya y sonrió—. ¿Y tú quién eres?

—Esmerald —respondió Midoriya, sin mirarla.

—Esmerald-chan... ¿quieres ser mi novio? —dijo la chica, entusiasmada—. Te amaré y te mataré, solo di que sí.

Shigaraki la observó de reojo. —No entiendo... ¿acaso está loca? —Shigaraki soltó un gruñido, claramente irritado.— vayanse.

—Déjame presentarlos, Shigaraki —intervino Giran—. La chica es Himiko Toga, sospechosa de múltiples asesinatos. El otro es Dabi. Sigue la ideología de Stain.

Dabi, un joven de cabello oscuro, miró a Shigaraki con desdén. —¿Eres el que salió en televisión? Eres más repugnante en persona.

—¡Ey! Cállate, esa es mi linea! —Midoriya levantó una ceja, fingiendo irritación.

—Cállate, mocoso —gruñó Shigaraki. Sus ojos se posaron en Dabi—. Dime tu nombre real.

—Dabi —respondió el pelinegro, desinteresado.

—No, tu nombre verdadero.

—Lo diré cuando sea necesario. Cumpliré la voluntad del Asesino de Héroes.

Midoriya, habló con frialdad. —Dudo que entiendas su ideología.

Todos lo miraron, desconcertados por su comentario. Midoriya no les prestó atención. El aire en la habitación se había vuelto denso, como si una pelea estuviera a punto de estallar.

—Todos están encantados con Stain —murmuró Shigaraki—. No me gusta.

Kurogiri, siempre atento, se preparó para intervenir, pero Midoriya levantó una mano, indicándole que esperara. Toga sacó un cuchillo, Dabi encendió sus llamas, y Shigaraki flexionó los dedos, listo para desintegrar a alguien. Sin embargo, antes de que cualquiera pudiera atacar, Midoriya actuó. Tomó la muñeca de Toga y la tiró al suelo, golpeó a Dabi en el estómago desviando sus llamas hacia una pared, y empujó a Shigaraki hacia atrás, evitando que tocara algo.

Kurogiri se acercó rápidamente a Shigaraki y le susurró algo al oído. Este último se levantó con la mandíbula apretada, dirigiéndose a la puerta.

—Yo soy el único que ataca al jefe. Más cuidado, ustedes dos. —Midoriya esbozó una sonrisa aterradora.

—Shigaraki Tomura —dijo Kurogiri.

—¡Cállate! —Shigaraki se detuvo en seco, sin voltear.

Midoriya lo observó, intrigado. —¿A dónde vas?

—¡Cállate! —Shigaraki salió de la habitación, cerrando la puerta de un golpe.

Midoriya soltó un suspiro, viendo cómo Dabi y Toga se levantaban del suelo. Sabía que la situación podría haberse descontrolado más, pero había logrado mantener a todos bajo control.

—Antes de que se unan a la Liga, responderán algunas preguntas. —Midoriya se terminó su cerveza de un trago—. Siéntense.

—Esmerald-chan, eres tan lindo... —Toga intentó lanzarse sobre él para abrazarlo, pero Midoriya la esquivó, haciendo que cayera al suelo.

—No lo hago por ti. Lo hago por la Liga. —Midoriya dejó que la sonrisa fría se mantuviera en sus labios mientras evaluaba a Toga y Dabi. Sabía que la única forma de sobrevivir aquí era controlando la situación, pero nunca olvidaba su objetivo: ganarse la confianza de Shigaraki y acabar con todo desde adentro.

Giran, que observaba la escena, rió bajo mientras se dirigía a la puerta. —no me gusta hablar de mis clientes pero te prefiero a ti que a Shigaraki. —Y con un gesto de aprobación, se marchó.

Midoriya se dirigió a Toga. —Ven, siéntate. Te haré algunas preguntas. Eres libre de no responder.

—Responderé todo lo que me pidas, Esmerald-chan. Solo déjame beber tu sangre —dijo Toga, sonriendo de forma inquietante.

—¿En qué consiste tu don? —Midoriya cruzó las manos, estudiándola.

—Si bebo la sangre de alguien, puedo convertirme en esa persona —respondió con una sonrisa encantada.

"Eso explica cómo ha matado a tanta gente... y por qué quiere mi sangre. Tendré que ser cuidadoso", pensó Midoriya.

—¿Por qué quieres unirte a la Liga?

—Aquí estuvo el Asesino de Héroes. Quiero hacer lo mismo que él. Quiero una sociedad justa, donde nadie sea rechazado.

—¿Crees que serás útil?

—Por supuesto, Esmerald-chan. Mi don les será muy útil. Haré lo que sea necesario para alcanzar mi objetivo. —De repente, Toga se lanzó hacia él con una jeringa, pero Kurogiri fue más rápido, teletransportándola a la esquina de la habitación.

—No se preocupe, joven Esmerald. Yo lo protegeré —dijo Kurogiri, pero Midoriya sabía que solo lo hacía para seguir utilizándolo.

Aun así, eso significaba que estaba ganándose un lugar en la Liga.

—Gracias, Kurogiri —respondió, luego volvió su atención a Toga—. Agradecería que no sacaras mi sangre, o me veré obligado a golpearte.

Finalmente, Midoriya se dirigió a Dabi.

—Tú eres el siguiente.

Dabi no se molestó en levantarse. —Soy Dabi. Puedo generar llamas intensas. Me uno para continuar el legado de Stain. No me importa serles útil, pero si lo soy.

Midoriya asintió lentamente. —Está bien. Sean bienvenidos. Ustedes ahora pertenecen a la Liga de los Villanos.

Todos lo miraban con atención, y por primera vez, Midoriya sintió que el peso de su doble vida se hacía más real.












Buuuueno, mañana no tengo clases asi que estare avanzando en el proximo capitulo, no creo terminarlo pero weno.

Espero que les haya gustado este capitulo y si es asi dejen su estrellita o un comentario (amo ver sus comentarios)

Y eso, cuidense y tomen awita.

Infiltrado (shigadeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora