Capítulo 9: Nuevas Alianzas

136 16 0
                                    

Viernes 24 de Junio de 1995,Gran Biblioteca, Potter Manor

A la mañana siguiente, Harry se despertó con los brazos alrededor de las cinturas de Hermione y Pansy. Sus dos esposas y consortes. Eso sonaba bien, pensó mientras las observaba en el amanecer. Tenía a las dos mujeres que amaba en sus brazos, y serían suyas para siempre. La idea lo llenaba de una sensación de satisfacción y alivio.

La mañana transcurrió tranquilamente, aunque no vio a su tía abuela Minerva ni a Tonks. Supuso que estarían ocupadas con sus propias tareas. Durante el desayuno, pudo ver cómo Hermione y Pansy se esforzaban por conocerse mejor, dejando atrás las antiguas rivalidades que habían marcado su juventud en Hogwarts. Ver que se llevaban bien, a pesar de sus diferencias pasadas, fue un alivio para Harry.

Por la tarde, Minerva los llamó a él y a las otras tres mujeres de la casa para una reunión en la biblioteca. Aquella reunión era para leer las cartas que Sirius había dejado como parte de su testamento, así como una carta de su padre, James Potter. Harry sentía un nudo en el estómago al pensar en lo que esas cartas podrían revelar.

Minerva, con su autoridad natural, comenzó con la carta de James. Harry la tomó con manos temblorosas, abriéndola cuidadosamente. Dentro del sobre había un frasco pequeño, el cual Minerva explicó que debían verter en la pensadera de la mansión más tarde. Con voz suave, Harry comenzó a leer:

"Harry, mi hijo, si esta carta ha llegado a tus manos, es porque ya no estoy contigo. Lo siento mucho, hijo. Quiero que sepas que tu madre y yo te amamos más de lo que las palabras pueden expresar. Si estoy ausente, confío en que tu tía Minnie, tu tío Philip y tus abuelos te estén ayudando, o al menos eso espero. Antes de continuar, dentro del sobre encontrarás un frasco. Vierte el contenido en la pensadera de la oficina del Lord; esta carta podría haber sido manipulada, y quiero asegurarme de que sepas la verdad de todo lo que ocurrió, especialmente sobre lo que nos llevó al Valle de Godric."

Harry respiró profundamente antes de continuar. "Te amamos mucho, tu madre y yo, y quiero que sepas algo importante. No estaba solo, en términos de amor. Hubo alguien más en mi vida, alguien que se convirtió en una parte fundamental de mi existencia. Su nombre es Selene Starborn. Era mi concubina, pero con el tiempo, nuestro vínculo se fortaleció tanto que pasó a ser mi esposa en todo menos en la ley. Si quieres saber más sobre ella y nuestra relación, estoy seguro de que Selene estará dispuesta a contártelo. Te ruego, hijo mío, que te vincules con ella, que la hagas tu concubina. No la vendas, porque por muy loco que suene, la amaba tanto como amaba a tu madre."

Harry se detuvo, pensando en esas palabras. Era posible amar a más de una persona al mismo tiempo. Él mismo lo hacía, y su padre había sentido lo mismo.

Minerva le indicó entonces que leyera la carta de Sirius. Harry la abrió, sintiendo una punzada de tristeza al recordar a su padrino:

"Harry, chico, si estás leyendo esto, es que las cosas no salieron como planeé. Primero que nada, lo siento mucho. Si estoy ausente, es que algo salió mal, pero no puedo evitar sentirme orgulloso de ti. Vamos a lo importante: estás en el Refugio del Ciervo, en Pottersville, y eso significa que ya sabes que Dumbledore no es de fiar. Probablemente estés trabajando en un plan para acabar con su influencia. También debes saber que tu tía abuela y el resto de tu familia siguen vivos, y que Tonks ha sido de gran ayuda."

Harry sonrió débilmente al recordar a su siempre bromista padrino. Pero la sonrisa desapareció cuando llegó a la parte seria de la carta:

"Hay algo más, Harry. No sé cómo decirte esto sin sonar como el viejo bromista que soy, pero aquí va: tuve una concubina. Su nombre es Nadia Stormrider, y era mi esposa en todo menos en el nombre. La amé de una manera que nunca había sentido antes, ni siquiera con tus padres, aunque ellos siempre fueron mis mejores amigos. Después de Azkaban, ya no pude darle hijos, y sé que ella deseaba ser madre. Te pido, Harry, que la tomes como tu concubina, que le des lo que yo no pude: una familia. Además, ella podría ser la clave para continuar la línea Black si no encuentras una consorte para esa casa. Una última cosa: Tonks también es una concubina, o lo será pronto. No me malinterpretes, nunca la trataría como un objeto, y mucho menos a mi sobrina. Todo tiene una explicación, pero ella preferirá contártelo en persona."

Harry cerró los ojos, sintiendo la presión sobre sus hombros aumentar. Cuando los abrió, Tonks estaba a su lado, mirándolo con una mezcla de nerviosismo y determinación.

"Entonces... ¿eres mi concubina?" preguntó Harry, tratando de comprender la situación.

"No, todavía no," respondió Tonks con calma. "No hasta que me vincules a ti."

"Antes de saber cómo debo hacerlo, quiero saber... ¿por qué serás mi concubina?"

Tonks suspiró, como si estuviera reuniendo valor. "Hace algunos años, mi padre murió y mi madre se volvió a casar. No sabemos por qué, porque yo sé que mi madre amaba mucho a mi padre. Se habían casado mediante el vínculo de consortes. Al principio todo fue bien, pero la culpa la consumía, y cada año se debilitaba más hasta que murió también. Fue entonces cuando todo cambió. Mi padrastro comenzó a maltratarme, culpándome por la muerte de mi madre. Durante mi sexto año en Hogwarts, decidió venderme como concubina. Una vez que tu nombre está inscrito en ese libro, la única forma de escapar es convertirte en la consorte de alguien antes de que te compren. Logré evitar ser comprada durante esos años, hasta que Sirius salió de Azkaban. Lo encontré y le conté lo que estaba pasando. Aunque era mayor de edad, seguía siendo propiedad de mi padrastro. En la subasta de ese año, Sirius compró mi contrato. Podía haberme vinculado a él, pero él amaba a Nadia, y yo era su sobrina. Así que inscribió tu nombre, Harry, sabiendo que con el tiempo entenderías la situación y estarías dispuesto a vincularme a ti."

Harry sintió una ira creciente al escuchar su historia. "Con todo el respeto, Dora, pero pienso romperle la cara a tu padrastro."

Tonks sonrió tristemente. "No te preocupes, Sirius se ocupó de él hace un tiempo. Ese bastardo ya no está entre los vivos. Fue Sirius quien me enseñó la maldición que usé para matar a los mortífagos que atacaron la casa de Hermione."

Harry asintió, más decidido que nunca. "Supongo que ahora debo atarte a mí, ¿no? ¿Cómo hago eso?"

Tonks le explicó con calma. "Como lo hiciste con Pansy y Hermione, pero esta vez, eres tú quien tiene que reclamarme como tu concubina. Luego, debes ordenarme que tenga relaciones contigo."

Harry miró a Hermione y Pansy, buscando su aprobación. "¿Y vosotras estáis bien con esto?"

Hermione, siempre la voz de la razón, asintió. "Amor, ya vas a comprar a otras brujas para salvarlas, ya tendrás más concubinas. Tonks y las concubinas de tu padre y padrino son peticiones especiales de ellos."

Pansy añadió: "Además, sabemos que si no haces esto, Dumbledore podría encontrar la manera de enterarse de ellas y usarlo en tu contra. Estamos bien con esto. Además, siempre dices que quieres tener una gran familia, y sólo Hermione y yo no damos abasto. Te mereces todo el amor que puedas recibir, y tú también tienes mucho amor que dar."

Viernes 24 de Junio de 1995, Sala de Menesteres, Potter Manor

Esa misma noche, Harry guió a Tonks y a sus esposas—que no sabían por qué, pero querían mirar—hasta la sala donde habían ocurrido las dos vinculaciones anteriores, una versión de la Sala de Menesteres en la mansión. Con determinación, reclamó a Tonks como su concubina mediante un juramento solemne:

"Yo, Harry James Potter, te tomo a ti, Nymphadora Tonks, bajo mi poder absoluto. Desde este momento, tu cuerpo, mente, alma, magia y corazón me pertenecen. Te someto a mi voluntad y a mi control. Serás mi concubina de por vida hasta que la muerte te separe de mí, de mi casa y de mis herederos. Así lo declaro y así será."

Con esas palabras, Dora se convirtió en la primera concubina de la Casa Black, y Harry sintió que el destino que había heredado se hacía cada vez más tangible, más real. La noche caía sobre la mansión, pero el futuro de la Casa Potter y Black apenas comenzaba a iluminarse.



HAREMES

Lord Harry James Potter-Black Evans (15 años) Señor y Jefe de la Antigua y Noble Casa de los Potter, y Señor y Jefe de la Noble y Antigua Casa de los Black.

Casa Potter

Lady Hermione (Granger) Potter, 16 Años (Gr - 5) ESPOSA CONSORTE Y PRIMERA ESPOSA

Casa Black

Lady Pansy (Parkinson) Black, 15 años (Sl - 5) ESPOSA CONSORTE Y SEGUNDA ESPOSA

Nyphnadora Tonks, 22 Años (Hu) CONCUBINA ("Regalo" de su Padrino)

LAS MAS OSCURAS COSTUMBRES DEL MUNDO MAGICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora