Capitulo 29: Longbottom Manor Atacada

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Domingo 03 de Julio de 1995, Jardines de la Colina, Longbottom Manor

Neville Longbottom estaba alegremente paseando por los jardines de Longbottom Manor, acompañado de su novia, o mejor dicho, su consorte, Hannah Abbott. Habían sido compañeros de curso en Hogwarts y eran muy buenos amigos desde siempre. A partir de su segundo año, comenzaron a considerar una relación romántica, y en cuarto año, después del Baile de Navidad, formalizaron su relación. Tras un pesado y estresante año, los padres de Hannah, dos importantes aurores que estaban al cuidado de Amelia Bones, les habían dado permiso para pasar el verano juntos en Longbottom Manor. Tanto los padres de Hannah como la abuela de Neville les dieron su bendición para, en un futuro, formalizar una ceremonia y casarse.

Ese día, después de un largo paseo, estaban recostados bajo un árbol que había significado mucho para los Longbottom a lo largo de generaciones. Fue ahí mismo donde Neville le pidió matrimonio a Hannah de manera extraoficial, y ella aceptó. Ese acontecimiento tuvo lugar hace unos meses durante las vacaciones de Navidad. La misma tarde de aquel día, Hannah, que ya no podía esperar más, se ofreció a Neville y él la aceptó, convirtiéndola en su consorte para el resto de sus días.

Ahora, mientras caminaban de regreso a la mansión cogidos de la mano, Neville sintió una repentina pinzada en el pecho. Se apoyó en un árbol, mirando a su alrededor con preocupación.

"¿Neville, amor?" preguntó Hannah, alarmada.

"Alguien está atacando la mansión," susurró Neville con voz temblorosa.

"Quédate aquí. No voy a arriesgar tu vida, Hannah. Iré a ver. Si alguien se acerca, marchate hacia la colina. Allí hay una pequeña choza," ordenó Neville.

"No pienso dejarte solo, Neville Longbottom. Voy contigo," dijo Hannah con determinación.

Justo en ese momento, se escuchó un grito a lo lejos. "¡Aurores!"

Neville giró la cabeza y reconoció a los mortífagos que se acercaban. Ambos Longbottom se defendieron con magia, utilizando encantamientos para provocar que piedras y troncos cayeran sobre sus atacantes. Sin embargo, la situación era crítica.

"¡Maldita sea, ¿por qué?" exclamó Neville, sintiendo un destello dorado en su mano donde apareció el anillo de Lord Longbottom. Solo podía significar una cosa: su abuela había muerto. Se cayó de rodillas y empezó a llorar, lamentando la pérdida de la única familia que le quedaba (al menos, que conocía).

"¿Nev, estás bien?" preguntó Hannah, preocupada.

"Mi abuela está muerta," sollozó Neville.

"Neville, ¿y Aurélie?" preguntó, al darse cuenta de lo que había olvidado. Inmediatamente tocó su sello de Lord y vio las iniciales "A.D" aparecer.

"Ella está viva," dijo Neville, con un respiro de alivio.

Con su varita, tocó las iniciales y convocó a Aurélie. En unos segundos, apareció en el suelo delante de ellos una mujer rubia de ojos azules que se arrodilló y lloró. Al levantar la cabeza, exclamó: "¡Oh, Merlín, están bien! Por un momento pensé que..."

Aurélie Dupont, la concubina de su padre hace ya algunos años, provenía de una familia sangre pura que la había rechazado cuando se enamoró de un muggle. Eventualmente, su padre le dio la opción de redimirse y casarse con un sangre pura, pero solo por súplica de su madre, aceptó. Su esposo inglés se mudó a Inglaterra, y Aurélie, tras numerosas quejas sobre la infidelidad de su esposo, fue vendida como concubina en la subasta de aquel año. Después de conocer a Frank y a su entonces novia, Alice, se hicieron amigas. El día antes de la subasta, Aurélie le había escrito a Alice rogando ayuda, y así fue como los Longbottom la ayudaron.

LAS MAS OSCURAS COSTUMBRES DEL MUNDO MAGICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora