Amor suicida

Cap. 1/El comienzo

-(aiko, ven a presentarte... ¿Aiko?)-

Realmente, no quiero estar aquí, no cambiará nada mi vida... -Me llamo Aiko Kuronuma, tengo 16 años y estudió preparatoria, soy de Toshima, Tokio. Pero vine a vivir aquí a Italia por razones económicas, soy hija única, mi padre es abogado y mi madre es diseñadora de modas, espero llevar me bien con ustedes- a lo mejor pasará de nuevo, tengo miedo a que suceda todo de nuevo, no puedo parar de temblar, todos me miran fijamente, mientras paso a mi lugar, escucho mi corazón latir rápidamente, siento que se me va a salir, hay veces que me gusta ir a la escuela y hay veces que no, sufrí en las pasadas ¿en esta no? Creo que todas son iguales.

Cuando tocaron para el descanso salí, con temor a topar me con alguien que en unos días me llevará mal, así que decidí irme por cada camino diferente a los demás tenía 40 minutos para ello, al ver el baño quise entrar, así que escuche cosas diciendo de mi, las de mi salón hablaban de mi, sobre mi forma de hablar, de cabello, y de estilo. Me puse un poco mal así que decidí seguir caminando realmente no era nada nuevo para mí, pase por las canchas de fútbol, al parecer había torneo al pasar por una esquina, gritaron -¡CUIDADO!- a penas voltee y el balón me golpeo la cara, parece algo tonto pero me empezó a sangrar la nariz, me arrodille, al ver eso, nunca he sido una persona que le guste la sangre, me debilita ver lo, así que un chico llegó hacía mi diciendo - ¿estás bien? No fue mi intención, enserio perdón.- al intentar subir la cara vi que era muy guapo, lo cual me puso muy nerviosa, -Me llamo Luca, ¿Cómo te llamas? ¿eres nueva verdad?- muy nerviosa le dije - kuronuma Aiko- llevaba casi toda mi vida aprendiendo idiomas, él se sorprendió al ver que alguien que no tenía ese idioma lo hablará bien. Así que me levanto, pidió cambio y me llevo a la enfermería, muy nerviosa le había dicho que no era necesario, que yo podía sola, el dijo que no, que era su culpa lo que había pasado, así que no me quedo más remedio que aceptar.

-Creo que en Japón se les habla por su apellido, pero, ¿te puedo llamar por tu nombre?- eso me puso más nerviosa el que lo haya dicho -s...sí por que no- hace mucho no me llamaban con mi nombre, sentí extraño, pero jamás me había puesto tan nerviosa con un chico, no me hablaba con nadie, se ve que es amable, pero no debo confiar en las personas eso he aprendido durante años, él me curo la nariz, y me cuido un rato, hasta que dieran el timbre, el me llevo a mi salón, todos se me quedaron viendo -gra...gracias- metiendo me al salón el dijo -descuida y perdón por lo de hace rato- solo moví la cabeza y me di la vuelta, al parecer susurraban los de mi clase, al parecer ese chico era como popular en esa escuela, y a mi nunca me han llamado la atención esas personas, así que me senté y me dijeron.

-¿eres amiga de Luca?- Les dije -no, el me ayudo en algo y ya- ellas solo dijeron -el es muy amable, es mío, mi futuro novio- Y se fueron ha sentar, me incómodo el que hayan dicho eso, de forma de que recién le conozco, no tengo intenciones de fijarme en alguien. Llegó la hora de salir. Agarré mis cosas e iba saliendo hasta que vi que el estaba parado en la salida, así que solo decidí caminar y seguir de largo, el me miró era imposible que viera a otra persona, me miraba a mi definitivamente, se iba acercando a mi mientras yo caminaba, me temblaban los pies, sentía que iba a caerme, me pregunto - ¿estás mejor?- yo le respondí que sí. Sonriendo le, realmente no había notado que había sonreído, el se me quedo viendo y se sonrojo, y dijo -que linda sonrisa tienes- sonriendo me también, en ese momento me tape el rostro, y decidí ir a casa, el me gritaba pero seguí corriendo, tome el autobús y me fui, llegué a casa, hice tarea, claro como siempre la casa estaba sola, me hice algo de comer, y me dormí ya que era algo tarde.