CAPÍTULO 19

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Los rayos del sol sobre su rostro lo despertaron. Al principio no entendia que hacia durmiendo en el patio trasero de su casa hasta que recordó lo que habia sucedido la noche anterior..

..estoy embarazada Bill.. estoy esperando un hijo tuyo..

Recordó tambien que Bill lo siguió hasta su casa y habia intentado arreglar las cosas entre ellos. Le habia pedido perdon de una y mil maneras.
Esa mañana con la cabeza fria, estaba dispuesto a perdonarlo. El dolor que habia sentido en el momento que escuchó a Natalie no era nada comparado con el amor que sentia por Bill.
Entendió que en ese momento, entre ellos no habia nada y no podia reclamarle por personas que habian sido importantes en su vida, mientras él, estaba en Berlin sin recordarlo.. sin saber de su existencia siquiera.
Decidió entrar a la casa y poner algo de orden al caos que habia desatado adentro la noche anterior.
Abrió la habitacion y comenzó a ordenar algunos papeles que eran de su madre. Recogió las chequeras que habia pateado contra la puerta, y abrió una por curiosidad. Eran viejísimas..no entendia porque su madre guardaba tantas cosas que no tenian utilidad alguna.
Habia varios pagos de gastos escolares. Recordaba el nombre de la libreria donde su madre compraba sus útiles todos los años. Pero habia un nombre en particular que llamó su atencion.. primero, eran cheques extendidos a
nobre de un tal Carl Rumerg. Y por la cantidad que habia, diria que hizo un pago generoso por varios años.
Comenzó a investigar movilizado por la curiosidad. Faltaban chequeras, porque habia años que no estaban. Hasta que el apellido Rumerg volvió a aparecer entre esas hojas, pero esta vez, a nombre de una mujer..
- Natalie- susurró Tom.
Su pulso se aceleró de pronto. No pudo evitar pensar, que quizas era la misma Natalie que cruzó por su mente en ese momento. Siguió buscando y descubrió algun que otro cheque mas..algunos bastante actuales...lo que queria decir, que su madre guardaba en Leipzig algo que no queria que Tom descubriera..
Separó todos esos papeles para mostrarselos a Bill y terminó de ordenar todo.
Volvió a curar su mano, que en esos momentos estaba bastante inflamada y roja. Buscó en el botiquin del baño alguna pastilla que lo ayudara  soportar el dolor punzante que comenzaba a sentir, pero no encontró nada.
Miró la hora... las 10 de la mañana, seguramente Bill ya este despierto, penso. Guardo el botiquin en su lugar despues de haber vendado su mano y corrió escaleras abajo por su teléfono.
Marcó el número de Bill, pero lo mandaba a buzon. Intentó nuevamente hasta que recordó que la noche anterior, el teléfono de Bill se habia echo añicos contra la pared en un ataque de furia.
..porque tenias que romperlo justo ahora.. pensó Tom resignado.
Guardó su celular en el bolsillo de su pantalon, tomo las llaves de su casa y salió caminando rumbo a la casa de Bill. Debia enseñarle lo que habia encontrado, porque si sus sospechas eran ciertas, cabia la posibilidad de que Natalie y su madre les estuvieran tendiendo una trampa.

El timbre de la casa sonó, pero Bill no tenia animos de recibir a nadie.
Quizas es Tom..pensó, pero terminó negandose a si mismo que su chico estuviera del otro lado de la puerta. Bufó al volver a escuchar ese maldito sonido..quien estuviera del otro lado de la puerta lo necesitaba con urgencia. Siguió subiendo las escaleras que lo llevaban hasta su cuarto cuando volvio a sonar el timbre y esta vez con mas insistencia. Por un momento se asustó..y si Tom lo necesitaba?..y si la soledad lo habia obligado a cometer alguna locura?..
Bajo rápido las escaleras y cruzó la sala corriendo hasta llegar a la puerta de entrada. Abrió de golpe pensando que encontraria a alguien del otro lado, sin embargo no fué asi. Respiró aliviado. Salió de su casa para ver si encontraba al autor de los timbrazos pero no habia nadie, salvo los vecinos que por la hora comenzaban a pulular por la calle. 
Se decidió a entrar nuevamente cuando un grito agudo lo dejó inmovil.. no puede ser pensó.. giró su cuerpo y la vió..allí estaba Natalie plagada de valijas y con una sonrisa de oreja a oreja por tenerlo de frente a ella.
Bill la miró rapidamente y notó ese vientre casi imperceptible, un poco mas abultado. Cerró sus ojos mientras se negaba a si mismo lo que estaba sucediendo.

Encadenado a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora