Empleado del Inframundo.

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Los grandes años carnosos no podían quemarse y no se enmohecían al sumergirse en el agua. Después de adquirir conciencia, también era muy difícil dañarlos con armas humanas. Mientras éste llegara al pie de la montaña, definitivamente causaría estragos en la ciudad. Pero ahora mismo parecía que este gran año ya no podía llegar al pie de la montaña. Era difícil para los humanos hacer algo para lograr grandes años; en realidad, también fue difícil para los fantasmas hambrientos.

Sin embargo, los fantasmas hambrientos eran, en última instancia, diferentes de los humanos. No tenían miedo de ser golpeados o estrellados contra el suelo. Y había muchos de ellos. Llevaban consigo un karma innato que los hacía capaces de aferrarse incesantemente al gran año encarnado. Como ahora. Capas y capas de fantasmas hambrientos invadieron el gran año carnoso. Desde lejos parecía como si un enorme pudín blanco hubiera sido cubierto de hormigas.

Los fantasmas hambrientos con bocas de antorchas escupieron fuego para asar el gran año cuando tuvieron la oportunidad. Los fantasmas hambrientos con mal aliento exhalaban en secreto y usaban sus vapores apestosos en el gran año. Los fantasmas hambrientos con gargantas puntiagudas no tenían estas funciones, pero podían morder y arañar. Sólo que no tenían garganta para comer, pero podían ayudar de otras maneras.

Esta escena realmente no era muy agradable de ver, pero la crisis finalmente se resolvió. Yu Zhengdu no se olvidó de recordarle a la Madre Fantasma de la Montaña Xi: "Organízalos. No tires los materiales después de clase..." La Madre Fantasma hizo un gesto de "ok" con la mano. "Lo sé. Cubre los trozos con huevos batidos y pan rallado, luego fríelos hasta que ambos lados estén dorados..."

"¡¿Qué has estado viendo a diario?!" Yu Zhengdu farfulló. "Te digo que los seques y los guardes. Los lingzhi de carne son muy caros en el mercado. ¡Uno tan grande se puede vender por mucho dinero!" No estaba claro si el gran año encarnado podía entender su conversación, pero obviamente ya había sentido que no estaba en una gran situación. Toda su suave carne comenzó a temblar. Se sacudió con fuerza y de hecho comenzó a hundirse.

Parecía estar intentando excavar en el suelo para volver a casa. Pero en ese momento, los fantasmas hambrientos se negaron a permitirle irse. "¿Quieres correr?" Rugió la Madre Fantasma. Levantó los brazos hacia el cielo. Sus prendas de tela se abrieron mientras todo su cuerpo se hinchaba y expandía rápidamente. Muy rápidamente, adquirió el mismo tamaño que el gran año carnoso. Su piel era oscura y gruesa y estaba cubierta de sarcomas.

Tenía pies de dragón y tigre, cejas de pitón y ojos de jiao. Sus grandes brazos rodearon al gran año carnoso que intentaba excavar en el suelo. Ella tiró con fuerza y recogió directamente el gran año. El gran año empezó a temblar aún más fuerte. Innumerables pequeñas trabéculas emergieron de su base, haciendo todo lo posible por tocar la superficie del suelo. Pero ya fue inútil. Los fantasmas hambrientos ya se habían escondido debajo y se habían agarrado a las pequeñas trabéculas para cortarlas, morderlas y quemarlas nuevamente.

La Madre Fantasma se rió: "Tiempo de cosecha——" Los fantasmas hambrientos: "Tiempo de cosecha, tiempo de cosecha——" El aire se llenó de una atmósfera festiva. En la cima de la Montaña Impasse, el Emperador Fantasma miró fijamente el gran año encarnado al que ya no le quedaba dignidad: "..." "En realidad eres capaz de usar el sello mágico de Shang Que".

Inhaló profundamente y volvió su mirada hacia Yu Zhengdu, ligeramente sorprendido. "Realmente te subestimé". Yu Zhengdu hizo un modesto saludo con el puño. "Me elogias demasiado". "Sin embargo, en última instancia, sigue siendo sólo el poder de Shang Que", dijo el Emperador Fantasma. Después de comprender que Yu Zhengdu había activado el sello del Rey Fantasma, ya no le importó.

Dado que Yu Zhengdu estaba usando el poder de Shang Que, eso significaba que el poder de este último se había dividido. No importa cuán fuerte fuera Shang Que, su magia era limitada. Después de todo, Shang Que todavía necesitaba concentrarse y luchar contra él. En cambio, fue Shang Que quien frunció ligeramente el ceño. Un atisbo de confusión cruzó por su rostro.