Empleado del Inframundo.

7

Los bomberos: "......?"

Los trabajadores: "......?"

Gran jefe de túnica china: "......?"

De repente, la atmósfera se volvió un poco incómoda. Incluso Zhang Qingqing, que se escondía a un lado, quedó atónito. Yu Zhengdu miró su mágica mano derecha, complacido. Murmuró para sí mismo: "Como se esperaba de ser iluminado".

La multitud confundida no tuvo tiempo de darse cuenta de la situación, ya que el ascensor ya había llegado al piso 18. Las puertas se abrieron lentamente y un grupo de personas que habían estado atrapadas durante años finalmente vieron la luz nuevamente. Gritaron exasperados mientras se abrían paso a empujones.

"Salimos, finalmente salimos..."

"¡Eso me asustó muchísimo, casi lloro!"

"Wuwuwu", mi maquillaje está arruinado por lo congestionado que estaba".

"Este ascensor es realmente tan extraño, en un momento hacía frío y en otro hacía calor. Estaba sudando y estornudando simultáneamente..."

Los bomberos se apresuraron a dejar atrás las herramientas que quedaron afuera mientras los trabajadores de mantenimiento estaban ocupados tratando de restablecer el orden, temiendo que pudieran ocurrir empujones o estampidas accidentalmente. El líder del escuadrón de bomberos y el jefe de mantenimiento, ambos con las caras rojas, se detuvieron en medio de su discusión para mirarse fijamente.

La boca del líder del escuadrón se torció. "¿Qué le pasa a tu ascensor?"

El jefe de mantenimiento tenía una expresión de confusión. "Yo tampoco lo sé, ustedes tampoco pudieron abrirlo antes, ¿verdad?"

El líder lo pensó y se dio cuenta de que tenía razón. Los dos continuaron mirándose en silencio, olvidando de repente lo que se suponía que debían decir. Los que estaban en el ascensor lograron salir de forma segura bajo la dirección de los trabajadores, aunque todos estaban sudorosos y ya no parecían estar juntos debido al ambiente sofocante del interior. Muchos de los maquillajes de las mujeres se habían caído mientras que el cabello de los hombres se había despeinado y sus trajes estaban desordenados.

Después de que todos evacuaron, el departamento de mantenimiento declaró que el ascensor estaría cerrado por reparaciones por el resto del día. Pero, extrañamente, el ascensor que claramente acababa de empezar a funcionar con normalidad ahora no podía cerrar sus puertas. El jefe de mantenimiento realmente se estaba volviendo loco. Si el gran jefe no estuviera aquí, muy probablemente habría empezado a tirarle de la oreja al trabajador.

"¿Qué le pasa a este ascensor? ¿Es que las puertas no se pueden abrir o no se pueden cerrar?" El trabajador de mantenimiento también era muy inocente.

"Ya lo comprobamos, realmente no hay nada malo".

El jefe de mantenimiento lo regañó: "Estás diciendo que no pasa nada, si no pasa nada, ¿por qué no se cierra la puerta?"

Yu Zhengdu miró con lástima al jefe de mantenimiento y a sus trabajadores, y luego miró la escena dentro del ascensor. Todo su ser: ".................."

Solo para ver que ahora que el ascensor estaba vacío de personas vivas, un grupo de fantasmas que emanaban bocanadas de aire cian y blanco se sostenían la cabeza y se agachaban frente a la pared. Sus culatas obstaculizaron la salida del ascensor, lo que provocó que la puerta se atascara. Cada uno de estos fantasmas temblaba de miedo. Si escuchabas atentamente, casi podías oír el sonido de sus sollozos.

Entre ellos, una persona habló con voz temblorosa: "J-jefe Shang, sabemos que estábamos equivocados. ¡Señor, por favor, por favor, no, no nos coma!"