Empleado del Inframundo.

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Después de abandonar los alrededores de la aldea, Yu Zhengdu finalmente le preguntó a Shang Que: "¿Qué son las llagas en el rostro humano?" "Los fantasmas malvados bajo la montaña Luofeng que nunca podrán reencarnar". La voz de Shang Que era profunda. Miró al frente. Sus ojos eran pozos sin fondo. Parecía como si estuviera viendo una repetición de acontecimientos pasados que nadie más podía ver.

"Pensé que ya se habían hundido profundamente en la tierra y nunca más volverían a ver la luz del día". En el pasado, la montaña Luofeng había mantenido a raya a diez mil fantasmas maliciosos. Esos fantasmas maliciosos fueron la culminación de las energías malignas más fuertes del mundo. Día tras día, sufrieron el dolor de ahogarse en el Gran Mar del Inframundo. Nunca reencarnarían.

Después de un número desconocido de años, de repente apareció un agujero en la montaña Luofeng. Muchos fantasmas maliciosos aprovecharon esta oportunidad para escapar. Estos fantasmas maliciosos necesitaban escapar de las persecuciones de la montaña Luofeng, pero tampoco se les permitía reencarnar. Así, se convirtieron en parásitos de la carne de los seres humanos vivos.

Los brazos, las piernas, el cuello e incluso la cara eran lugares donde los fantasmas malignos podían infestar. El área infectada formaría lentamente la cara del fantasma maligno. Algunos sólo formaban una forma general; se verían feos, pero en realidad no afectaban a la persona. A otros les crecerían lentamente ojos y boca. Incluso podrían hablar como humanos normales. Por eso se les llamó llagas en el rostro humano.

Las llagas en el rostro humano comenzaron a compartir cuerpos con humanos vivos. Obligaban a sus anfitriones a darles comida y alcohol. Si el anfitrión no seguía sus órdenes, el área infectada se adormecería o se pudriría. Shang Que había visto una vez a una persona a la que le había crecido un rostro humano dolorido en la mitad de su rostro. Debido a que su familia era pobre, no había podido satisfacer las peticiones de la llaga de rostro humano.

Al final, la mitad de su rostro había sido un desastre de carne y sangre. Incluso había sido posible ver el blanco de sus huesos a través de la carne. Los escalofríos recorrieron la columna de Yu Zhengdu después de escuchar esto. Entendía vagamente por qué Cresta de la montaña Si discriminaba tanto a los forasteros. Todos en este pequeño pueblo vestían mangas largas y pantalones largos. También hubo muchas personas en Tongkeng que se negaron a mostrar sus brazos a pesar del calor abrasador.

Esto significaba que era muy probable que toda el área de Cresta de la montaña Si estuviera plagada de llagas en el rostro humano. No se sabía cuándo apareció este problema. Tampoco se sabía qué había sucedido en el medio. Sin embargo, lo que sí se pudo confirmar es que este problema todavía prevalece. Ese niño recién nacido se había visto obligado a usar mangas largas a pesar del clima cálido.

Y de alguna manera, este problema finalmente no había sido expuesto. En cambio, se había convertido en un secreto común para todos los que residen en Cresta de la montaña Si. Se había formado un entendimiento tácito entre ellos, uno que el mundo exterior no podía romper. Todos hicieron todo lo posible para proteger este secreto. Por eso odiaban a todos los visitantes.

Poseían muchos recursos preciosos y contaban con el apoyo de políticas nacionales, pero rechazaron rotundamente a todos los inversores externos. Esta era un área que había sido poseída por fantasmas malvados. El corazón de Yu Zhengdu latía irregularmente. Se obligó a calmarse y seguir preguntando: "¿Existe alguna solución para las llagas en el rostro humano?"

"Um..." Shang Que asintió lentamente. "En el pasado, sí". Hace mil años, la montaña Luofeng había enviado numerosos fantasmas para perseguir y atrapar a los fantasmas malvados que escaparon. En ese momento, todavía quedaba mucha energía mágica. El reino de los mortales también tenía una fe infinita en los fantasmas y los dioses.