Al día siguiente, llegó el momento de la prueba que Adrián había estado preparando con Ichika Amasawa. A pesar de su peculiar forma de aceptar la colaboración, ambos demostraron ser un equipo muy eficiente. Adrián se encargó de la parte académica con su destacada habilidad, mientras que Ichika brilló en las pruebas físicas, mostrando su destreza y habilidades en cada etapa. La sinergia entre ellos fue clara: cada uno equilibraba perfectamente las fortalezas y debilidades del otro.
Al final de la prueba, ambos recibieron los resultados, y la noticia fue recibida con satisfacción. No solo habían aprobado, sino que lograron destacarse entre sus compañeros. Adrián, con una sonrisa de alivio, agradeció a Ichika.
— Gracias por confiar en mí, Ichika. Trabajar contigo fue todo un desafío, pero también fue genial — le dijo Adrián mientras se estiraba tras la tensión del examen.
— Lo mismo digo — respondió Ichika con su actitud confiada. — Sabía que lo lograríamos, pero admito que lo hiciste bien. Mejor de lo que esperaba, sobre todo en la cocina — agregó con una sonrisa pícara.
— Me alegra que lo digas — contestó Adrián, riendo ligeramente. — Espero que no planees que siga siendo tu chef personal, ¿o sí?
— Ya veremos — replicó Ichika con una sonrisa traviesa antes de despedirse.
Tras despedirse de Ichika, Adrián se dirigió al punto de encuentro con Ichinose y Hiyori para celebrar el éxito de la prueba. Al llegar al lugar, las dos chicas ya estaban esperándolo, ambas sonrientes y alegres por el buen desempeño de su compañero.
— ¡Lo lograste, Adrián! Sabía que lo harías — dijo Ichinose, dándole un abrazo amistoso. — Estoy tan orgullosa de ti.
— Sí, felicidades, Adrián — agregó Hiyori con una sonrisa tierna, mientras se acercaba a él. — Sabía que con tu inteligencia y la ayuda de Ichika podrías lograrlo.
— Gracias, chicas. No lo hubiera logrado sin el apoyo de ambas — comentó Adrián con sinceridad. — La verdad es que Ichika fue impresionante. Es increíblemente fuerte y bastante inteligente. Me sorprendió lo bien que trabajamos juntos.
— No me sorprende — dijo Ichinose con una sonrisa divertida. — Ichika tiene fama de ser implacable cuando se trata de competir, pero me alegra que hayan sabido complementarse.
— Y parece que también te dejó una buena impresión — agregó Hiyori, con un tono curioso, pero sin dejar de sonreír.
Adrián se rió ligeramente y asintió.
— Sí, lo hizo. A veces no es fácil encontrar compañeros con los que puedas trabajar tan bien. Ichika es una persona fuerte, y eso me recuerda que siempre hay mucho que aprender de los demás.
Pasaron el resto de la tarde conversando y disfrutando de la compañía, celebrando no solo el éxito en la prueba, sino también el hecho de que el primer desafío del nuevo año había sido superado. Adrián, aunque impresionado por Ichika, estaba agradecido de estar con las personas que le importaban: su novia Hiyori y su amiga Ichinose. Sabía que con ellas a su lado, no había obstáculo que no pudiera superar
Mientras Adrián, Hiyori e Ichinose seguían conversando y celebrando, una figura conocida se acercó a su mesa con pasos tímidos. Era Chihiro Shiranami, una compañera de clase que siempre había mostrado un carácter reservado y discreto. Con una ligera inclinación de cabeza y voz suave, Chihiro les pidió:
— ¿Puedo unirme a ustedes...?
Los tres, con sonrisas sinceras, la invitaron a sentarse.
— ¡Por supuesto, Chihiro! — exclamó Ichinose alegremente, dándole una calurosa bienvenida.
