Extrañas en la noche

Capítulo 11

Maura Isles estaba inmersa en la examinación de los órganos del cadáver que había recibido en la morgue unas horas atrás. En una mano tomó el corazón, lo pesó, y luego agarró un bisturí para inspeccionar el interior del órgano.

-Ninguna anormalidad -susurró en voz baja antes de hacer una nota de ello. Su mirada permaneció en su escritura por varios segundos, perdida en sus pensamientos. Se aclaró la garganta y, con la parte posterior de su mano cubierta con un guante de látex, se acomodó las gafas protectoras. Dispuesta a continuar con su trabajo, regresó a la revisión interna del cadáver.

-¡Doctora Isles! -saludó Frost emocionado, pero cuando vio el cuerpo abierto sobre la mesa de aluminio, se detuvo en seco e intentó mantener la mirada en el rostro de la rubia.

Maura alzó la mirada y sonrió al ver a los detectives frente a ella.

-Buenas tardes, detectives Frost, Rizzoli. -Continuó con su trabajo, pero ahora una leve sonrisa estaba dibujada en sus labios.

-Me alegro mucho de tenerla de vuelta, doctora -dijo Jane, con sus manos cruzadas frente a su cuerpo y una gran sonrisa-. ¿Qué pasa, Frost? -le dijo a su compañero en tono burlón.

-Nada. -Tragó en seco y miró el cuerpo, intentando mantener una expresión neutral, pero cuando sintió una oleada de asco al ver cómo las manos de Maura se introducían en la cavidad abdominal y movían los órganos y las tripas, hizo una mueca como si fuera a vomitar en cualquier momento-. Oh -se quejó al ver que la forense examinaba el estómago.

-Puede usar el lavabo si lo necesita, detective Frost -aconsejó la doctora.

-Estoy bien, solo quería saber si tenía los resultados de las pruebas de ayer.

-Sí, Susie los tiene en el laboratorio.

-¡Gracias! -se apresuró a decir y dio media vuelta, caminando rápidamente hacia el laboratorio.

Maura alzó la mirada por un instante, observando cómo Jane se reía de su compañero.

-No todos tienen estómago para esto, Jane.

-¿Intentas decirme que debería dejar de molestarlo tanto? -Jane se acercó a la mesa de autopsias hasta quedar frente a la rubia, que comenzaba a cerrar el cuerpo, preparándose para suturar. Maura simplemente la miró con una pequeña sonrisa que se convirtió en una risa contenida-. Es detective, Maur. ¿Cómo no molestarlo? Por cierto, ¿cómo dejó tus cosas el Dr. Pike?

Maura soltó un suspiro exasperado.

-Tardé media hora en empezar la autopsia porque me dejó todas las herramientas fuera de lugar -dijo con seriedad, haciendo una mueca con los labios.

-Me lo imagino -murmuró la morena, quedándose embobada con lo adorable que se veía la doctora al hacer esa mueca molesta.

-Pero ya está todo en orden... no me gusta que desorganicen mis cosas -dijo, concentrada en la sutura que hacía.

-¿Y cómo te sientes? ¿Descansaste bien?

-Me siento bien, Jane. Puedo trabajar, necesito trabajar.

Jane se mordió el labio inferior y ladeó la cabeza, sintiendo los nervios apoderarse de ella. Descruzó las manos y las apretó varias veces, intentando reunir el coraje que necesitaba para preguntarle lo que había estado pensando desde el día anterior. Maura no había mencionado nada, ¿acaso se había olvidado de que habían quedado en ver una película? ¿O tal vez no había dicho nada porque se arrepentía?

-Maura...

Las manos de Maura detuvieron sus movimientos y alzó la mirada una vez más.

-Eso es una señal de frustración sexual -bromeó, observando cómo Jane jugaba con un mechón de pelo, enredándolo en su dedo.