-Sos insoportable Valentino-
-No te aguanto Leila-
Nada más se abrió la puerta de la casa, Lisandro escucho aquellas vocesitas peleando y suspiró, apagando el fuego de la cocina para que el almuerzo no se le quemara. Salió de la cocina mirando atentamente la situación.
-Los dos a su cuarto ya- retó Cristian con muchísima cara de enojado, había estado todo el viaje desde el colegio hasta su casa con la pelea de sus hijos detrás de él.
Sin rechistar, corrieron escaleras arriba, empujándose un poco en el camino.
-¿Qué pasó?- preguntó Lisandro mientras Cristian se acercaba y se saludaban con un pico.
-No sé, vinieron peleándose todo el camino pero sin decir porqué, solo se decían cuánto se odian y lo poco que se aguantan- rodó sus ojos.
-No podés ni traer bien el chisme amor- Lisandro se rió bajito y Cristian lo miró mal -Chistesito mi vida, prepara la mesa que ya está la comida- se besaron nuevamente y cada uno se dispuso a hacer sus cosas.
Un rato después los menores de la casa bajaron ya sin el uniforme del colegio y se sentaron en sus respectivos lugares de la mesa, los cuales eran enfrentados.
Lisandro divisó como se miraban odiados.-¿Cómo les fue en el colegio, amores?- pregunto Martinez con una sonrisa, tratando de apaciguar el ambiente un poco.
-Re bien pa, me saque un 9 en una prueba- exclamó Valentino, orgulloso de si mismo.
-Muy bien hijo- lo felicitó Romero mayor, agradecía que sus hijos no hayan salido como él, que cada dos por tres traía una mala nota a su casa.
-¿Y vos Lei?- Lisandro miró a su hija de trece años con una sonrisa, esperando que le cuente algún chisme que siempre le traía del colegio.
-Bien pa, no hubo nada interesante hoy- respondió mientras movía su comida con el tenedor.
-Nada interesante dice, yo la vi muy entretenida- exclamó Valentino y ambos mayores lo miraron al instante.
-Sos pesado Valentino, déjame en paz-
-Ey, no peleen más- Lisandro calmo a los menores, Cristian solo seguía comiendo -¿Qué pasa?-
-Pasa que se cree que es re grande y anda de la manito con un pibe- Cristian casi se muere atragantado con la confesión de su hijo.
No podía ser verdad, no, su hija es muy chica.
-¿Cómo es eso Leila?- exclamó Romero mirándola atentamente, la menor estaba realmente enojada con su hermano.
-Nada pa, es un amigo nomás- Leila rodó sus ojos, claramente no quería que sus papás se enteraran, mucho menos Cristian, el cuál era muy celoso con ella -Valentino vió mal-
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𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 ; 𝐜𝐮𝐭𝐢𝐥𝐢𝐜𝐡𝐚
FanfictionOSC | 𝘢 𝙘𝙪𝙩𝙞𝙡𝙞𝙘𝙝𝙖 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴 。✩‧₊˚ ₍ ⌨ ᶻᶻᶻ @𝐭𝐞𝐯𝐚𝐜𝐮𝐧𝐨𝐥𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐛𝐛 is typing ... ₎