Capitulo 23: Odio a los Abusivos

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Eran las cinco de la mañana del lunes, Brandon despertó no de muy buen humor, las vacaciones de verano habían terminado, incluso para el, eso era bastante lamentable, pero tal vez lo que menos le gustaba era el hecho de que empezaría en una nueva escuela y el quinto año. Hacia algunos días, junto con los demás chicos Loud, Rita y Lynn Sr llevaron a todos a la escuela para inscribirse. En su caso no fue muy complicada su transferencia, el Orfanato había proveído su historial académico. El no era precisamente un prodigio en estudios pero si se le podía considerar un buen estudiante. Claro que Brandon le debía mucho de eso a su compañero Jerry. Con quien aún compartía cierta comunicación por correo electrónico. A Brandon le agradaba que a su compañero le fuera muy bien con su nueva familia. También se había entristecido al enterarse de la desaparición de la hermana Margaret pero con el apoyo del peliblanco logro sobrellevarlo. En su último correo, Jerry le había ofrecido ayudarle en tutelaje escolar cuando lo necesitara, cosa que el Peliblanco no desprecio para nada. Quizás llevaba una relación estable con la pequeña genio Loud, pero de ningún modo le pediría a una niña de cuatro años ser su tutor y mucho menos cuando la condición era ayudarlo en ser conejillo de indias para sus experimentos.

Al igual que los últimos días, Brandon salió a realizar sus ejercicios matutinos, después de su hora respectiva, regreso para tomar su baño y alistarse para su primer día de escuela, una vez lista, mientras todos los demás hacían fila para bañarse también, el peliblanco bajo para desayunar. En la cocina encontró al Sr. Lynn cocinando, cosa que ya no le sorprendía, era cierto que de vez en cuando la señora Rita cocinaba, pero ya había vivido lo suficiente en esa casa para saber que el cocinero oficial era el señor Loud, y siendo completamente honesto, el era un gran cocinero, aun que su repertorio era limitado, igual no se quejaría. No le gustaba admitirlo pero comparado con lo que comía en el Orfanato, la comida del regente de la familia era cinco estrellas. El señor Loud, al verlo entrar, sonriendo y hablo:

-Hola hijo, aquí tienes, huevos revueltos con tocino, justo como te gustan- Dijo su padre y paso el plato a su segundo hijo peliblanco. Brandon lo tomó un poco inseguro.

-Gracias señor Loud pero ya le había dicho, yo puedo cocinar mi desayuno, no tiene que perder tiempo haciendo el mío también

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-Gracias señor Loud pero ya le había dicho, yo puedo cocinar mi desayuno, no tiene que perder tiempo haciendo el mío también.

El Sr. Loud observa al peliblanco por un momento sorprendido, rápidamente una sonrisa se forma en su rostro.

-Brandon. . . ya te lo he dicho antes y lo seguiré diciendo, no es un problema para mi, eres uno de mis hijos y te mereces el mismo trato que cualquiera de ellos, Rita y yo sabemos que eres muy independiente pero no temas en recibir lo que deseamos dardo.

-(Suspiro) Está bien Señor Loud, pero insisto que cuando quiera parar, es libre de hacerlo.

-Lo tendré en cuenta- Dijo el padre con sarcasmo -Por ahora; disfruta hijo.

THE LOUD HOUSE: El Doceavo Loud Donde viven las historias. Descúbrelo ahora