Prólogo: El Peliblanco

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Eran las 6 de la mañana en el orfanato de la Comunidad de Hazeltucky, todos los niños abrían sus ojos para recibir al nuevo día, uno a uno, los mayores se asaron y vistieron para comenzar a realizar sus labores y luego ir a la escuela. Un chico en especial aun seguía cubierto en sus sabanas, aun un poco somnoliento. Uno de sus compañeros al notar esto, inmediatamente se acerca a el.

-¡Brandon! ¡Brandon! Despierta, ya son las 6:00 AM!- le susurro.

El chico de 11 años observa a quien lo molestaba, se refería a Jerry, su compañero; misma estatura, con pecas también y cabello negro, se cubrió aún más con sus sabanas y dijo:

-¡Aghhh, déjame en paz Jerry! Quiero dormir un poco más, hoy tengo que pasear a 6 perros y repartir volantes en el centro comercial, necesito mi energía.

-Entiendo y lo siento pero tienes que levantarte o habrá problemas-

-Rayos!- contesto Brandon y con un último gruñido de molestia, se levantó y procedió a asearse también, se coloco su playera azul y sus bermudas cafés, un par de tenis grises con calcetines blancos, la ropa era vieja y de segunda mano, pero no se quejaba, era muy cómoda y sabia que no podría aspirar a más, al menos no hasta su adolescencia, arreglo su cabello con cuidado para lograr su peinado con su fleco característico, por ultimo se coloco su cadena con una pequeña llave en su cuello, al salir del baño. Igual que muchas otras mañanas, la mayoría de los niños se le quedaron viendo. No es que pudiera culparlos. El sabia que su apariencia era algo inusual, un niño con pelo blanco, pecas y dientes de conejo. Casi todos lo miraban por pura curiosidad, algunos incluso con gracia pero nadie se atrevió a reír, el chico tenia una reputación y ya hacia mucho tiempo que había dejado bien claro lo que le pasaría a cualquiera que se atreviera a hacer burla de su apariencia.

-De acuerdo. . . . que empezó este día- dijo Brandon e inmediatamente tomó una escoba y empezó a barrer el piso de la habitación comunal.

Brandon y Jerry caminaban por el pasillo de la escuela pública, el peliblanco aún no despertaba del todo. Se frotaba los ojos mientras su compañero trataba de entablar una conversación.

- Entonces Mary me dijo que podíamos empezar como amigos primero y tal vez en el futuro. . . . ¿Brandon? ¿Estás aquí amigo?-

-¿Oh? ¡Oh! Sí, sí; Aquí estoy Jerry, hmmmm. Lo siento pero en verdad no esperaba que mas personas quisieran que paseara a sus mascotas, hace apenas una semana eran 3, ahora son 6, pero debo decir que es genial que la paga se a duplicado-

-Supongo que eso es bueno pero debes tener cuidado amigo o te volverás un adicto al trabajo, sin mencionar que tu cuerpo podría no aguantar tanto-

-¡Jajajajajaja! ¡Buena esa! No te preocupes, eso no pasará, he hecho esto desde ya hace un buen tiempo, además debo hacerlo. sabes muy bien que no planeo ser adoptado y no siempre viviere en el orfanato, solo me quedan 5 años antes de cumplir 16 y que me echen a la calle, para cuando eso pase, debo tener lo suficiente para poder poner en marcha mi sueño. . . y su sueño también

 y su sueño también

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THE LOUD HOUSE: El Doceavo Loud Donde viven las historias. Descúbrelo ahora