Capítulo 4 : Corriendo para escapar del amor

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Tan pronto como se metieron en la cama, a Valentino no le importó dónde había desaparecido Vox durante los últimos diez días: todo lo que Vox tenía que hacer era subir el brillo y cargar su correa.

No se sintió mejor cuando estaba acostado en la cama mientras Val fumaba. "¿Cuarta ronda?", preguntó Val.

—Está sin carga —respondió Vox quitándose la correa.

—Mmm, vale. Supongo que te perdono —dijo Val, envolviendo un brazo alrededor de Vox, quien puso los ojos en blanco.

Vox deseaba poder volver atrás en el tiempo, tal vez a cuando empezó a salir con Val. Tal vez a cuando era amigo de Alastor. Tal vez a cuando estaba vivo, arreglar todos sus errores e ir al cielo. Pero Vox tenía defectos fundamentales, no había ningún lugar al que pudiera regresar y arreglar nada. A veces deseaba no haber nacido en primer lugar.

Un mensaje de texto sacó a Vox de sus pensamientos, pero rápidamente apagó el brillo de su monitor.

Nuevo mensaje de: Angel Dust (Porn)
Recibido: 23:06
Charlie pregunta si vas a venir a casa esta noche.

"¿Quién te está enviando mensajes de texto?", preguntó Val.

—Nadie, es sólo Peppermint —respondió rápidamente Vox, desactivando sus notificaciones.

“¿Después del horario laboral?”, preguntó Val, levantando una ceja.

—Sólo me está preguntando por un asunto de trabajo, acciones y esas cosas —dijo Vox con desdén, incorporándose y poniéndose la ropa—. Hablando de eso, me necesitan con urgencia.

—¡¿Qué?! —exclamó Val mientras se acomodaba en el marco de la cama—. ¡Acabas de regresar!

—¿Cuánto tiempo llevo aquí? ¿Tres horas? Tengo trabajo, cariño —dijo Vox—. Volveré mañana por la tarde, ¿vale? Te veo entonces —se inclinó y besó a Val rápidamente antes de agarrar su teléfono.

—¿Tienes alguna perra de la que no sé nada? —preguntó Valentino agresivamente.

—No, cariño, es trabajo —aseguró Vox pero Val no parecía convencida.

—¡Ojalá que la bolsa te ponga dura, gilipollas! —le gritó Valentino a Vox, tirando sus bragas contra la pared mientras Vox cerraba la puerta.

Poniendo los ojos en blanco y gimiendo, Vox sacó su teléfono.

Tú: ¡Voy en camino! Val se está portando como una perra. fml.
Angel Dust (porno): jajaja siempre. Nos vemos pronto, nena x
Tú: Nos vemos.

Vox se sentó en su limusina y el conductor ya sabía a dónde iba. De hecho, revisó sus inversiones en acciones por si Val se lo pedía, algo que Vox sabía que no haría. Todas ellas estaban en decadencia.

“¡Oh, que me jodan!”, se quejó Vox cuando llegaron al hotel.

Al entrar, lo recibió Angel, que estaba solo en el sofá. "Hola, ¿dónde están todos?", preguntó Vox.

—Hola —dijo Angel, sentándose—. Creo que Charlie y Vaggie se fueron a la cama o están follando. Alastor está en su habitación, Husk se fue a la cama temprano porque el pobre gatito tiene migraña. Luci está en su torre y Niff probablemente esté en las paredes —balbuceó mientras Vox se desplomaba en el sofá a su lado—. Te ves horrible —sonrió Angel.

—Lo sé —gruñó Vox—. Soy demasiado mayor para las tonterías de Val.

—Entonces, ¿volvieron a estar juntos? —preguntó Ángel, metiendo las piernas debajo de sí mismo.

No te enamores (o hazlo, no importa)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora