¿Qué queda entonces? Sólo queda lo imaginario

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Cuando la rosa corta, solo por mera costumbre de vengar
Cuando el viento azota y a las propias espinas se propone cortar
Cuando las manos curiosas al jardín llegan sin avisar
Cuando todo ese fulgor se ha arrancado ya sin más

Cuando tus frutos pesan y tus ramas no resisten y se caen
Cuando el sol declina junto al verdor de tus hojas y no hay quien te ampare
Cuando tu cuerpo se endura y cada matiz de tu alma se torna pajizo
Cuando el ímpetu de mantenerse aún parado llegó tardío

Cuando en vez del dibujo, no ves más que puntos y rayas
Cuando improvisas un poema y al primer verso callas
Cuando comes y ya no se te revuelven las entrañas
Cuando al beber sientes todo eso eterno y te emborrachas

Cuando la almohada es dura y no hay como los peluches de tu cuna
Cuando ya eres licenciado y para la maestría estudias
Cuando ya no está más tu madre, pero compras una urna

Cuando aquellas luciérnagas de la noche te hipnotizaron
Cuando te aferras sólo a ellas ignorando su significado
Cuando lo incomprensible se vuelve imprescindible
Cuando amanece y se desvanecen pero adquieres una fijación por lo imposible

Cuando después del adviento, llega la Navidad y genera desespero
Cuando la carne es rica y sólo por ello me saco del bolsillo al Año Nuevo
Cuando no hay huesos y la única opción es tu propia cola
Cuando me sirven un vaso, yo me ahogo esperando una ola

Cuando el estadiómetro es tu alegría y tu maldición es el calendario
Cuando tus muñecos y sus trucos sin querer ya aburren demasiado
Cuando aquella camisa preferida se va al fondo del armario
Cuando aquel niño se chupa el dedo a pesar de los años

Instagram: @brianrojasblrc

POEMAS DE UN ADOLESCENTE SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora