El corazón que apenas ha palpitado

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Con mi corazón, que apenas ha palpitado,
mi propia familia está engullendo su asado.
Traje, corbata y el deber sagrado de portar un antifaz,
y mi rostro que denuncia diversidad con un gesto falaz.

Soy como un forastero en mi propia tierra,
una pieza fuera de lugar en el rompecabezas que se aferra.
Como lluvia que interrumpe la jornada familiar;
un enfermo temido y un demente en su afán de pensar.

He sido como un loco cuyos pensamientos asustan,
oculto en la sombra de mi propia locura;
mi mente es una prisión donde las ideas son cadenas,
y todos me ven pero nadie me mira, nadie conoce mi alma con sus penas.

Horas de soliloquios, huyendo de patrañas que no quiero más oír,
y de las hogueras de los arcaicos que reclaman mi sufrir.
Mis pies ya quebrantados en esta noche de afligidos suspiros,
me atraparon, mas no quiero esa cura, nunca pedí tal auxilio.

Como a un demente, me han internado,
Atrás quedaron los colores que veía, en gris difuminados.
En una habitación blanca, me han apresado,
Sin expresión, sin identidad, sin felicidad, sin compañía, sin real vida, cura le han llamado.

Las miradas me evaden y los gestos me nublan de histeria,
Como si de coronavirus se tratara, por temor a la pandemia.
Mas mi espíritu indómito resiste el dolor,
y el susurro en mi derecha no sabe de redención.

Imploro por hallar entre el pajar a la supuesta hilacha del creer en la cruz,
aquella que usan como arma de guerra, como arcabuz.
Supongo que fue mi error, mordí la manzana prohibida,
el inherente placer de lo nocivo, condenado de por vida.

Mas en mi delirio, la libertad por fin sentía,
Un arcoíris después de la lluvia reveló el orgullo al que tanto le temía.
La muchedumbre inquisitorial no sabe de amor,
jugar con los dioses es tan solo un rumor.

Prefiero estar envuelto en esta chaqueta blanca que implacablemente aprieta,
que atado a la ignorancia que a ellos les aqueja.
Resistiré toda la guerra hasta la muerte, firme en mi pensar,
un niño como yo en casa, esa es la causa de mi virilidad.

Instagram: @brianrojasblrc

POEMAS DE UN ADOLESCENTE SUICIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora