Narra Sofía.
Ya habían pasado dos días de aquella vez que paso lo de Leandro.
No lo había vuelto a ver.
Había decidido bloquearlo de WhatsApp, de llamadas comunes.
De Instagram no porque mí hermana preguntaría qué pasó, pero si lo tenía silenciado ya que me había enviado varios mensajes pidiéndome hablar.
Ahora estaba yendo a su casa porque mí hermana sale con sus amigas así que yo me tengo que quedar, como siempre.
Según entendí, Leandro está con sus amigos en nosé dónde, por lo que acepte venir.
-Al fin, ya me tendría que haber ido- Se queja Camila abriéndome la puerta.
-Ay disculpe señora el atraso, tuve un incoveniente- Dije sarcástica -La niñera ya llegó no se preocupe-
-Si tanto te cuesta cuidar a tus sobrinos decime y pago una niñera, plata es lo que me sobra - Contesta altanera como siempre.
-A tu marido le sobra la plata- La corrijo haciendo que me mire mal -Bueno, chau, disfruta-
Entro en la casa y le cierro la puerta en la cara.
Aveces la detestaba.
Se creía la gran cosa y solo era la mujer de.
-Hola tia- Dice Vicky sonriendo y abrazándome -Gio se durmió ya, yo estoy grabando unos Tik tok-
-Bueno amor, ¿comiste?-
Ella asiente y corre nuevamente a su celular.
(...)
Me levanto de repente al escuchar la puerta.
Me dormí en el sillón sin darme cuenta.
Veo mí celular y Camila me envió un mensaje hace cinco minutos diciendo que recién decidieron ir a un boliche.
Estas cosas odiaba, es una pelotuda.
-¿Sofía que haces acá?- Pregunta Leandro acercándose a mí.
-Camila me pidió que cuide a los nenes- Digo seca -Pero si llegaste a vos puedo irme-
Intento pasar por su lado pero el me agarra del brazo.
-¿Por qué me bloqueaste?- Pregunta serio mirándome.
-Porque no quiero que me mandes mas mensaje, sos el marido de mí hermana, tenés que ubicarte-
-¿Y si no me quiero ubicar que?- Pregunta sonriendo y yo me suelto de su agarre.
-Me voy a tener que cojer a tus amigos para que aprendas - Suelto de la nada.
Yo no quería decir eso, ¿por qué lo dije?
Su semblante cambia rápidamente y ahora me miraba enojado.
Paso por al lado suyo para irme directo a la puerta, acción que fue interrumpida al sentir cómo me agarran del pelo.