🥂Capítulo 8🥂

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Algo muy notorio para todos fue que el árabe no dejaba de ver a Jimin. Además no paraba de sonreírle una y otra vez, incluso llegó a interrumpir la reunión para preguntarle si estaba soltero. Él por supuesto dijo que sí. Al finalizar la reunión cuando todos estaban despidiéndose el árabe se acercó a Jimin con sumo interés.

—Caballero...

—Ah, Hola Adib.—Ese era su nombre.

—Mis pendientes han terminado. ¿Te gustaría ir a comer?

—Oh bueno... Me encantaría, pero tengo muchas cosas que hacer en este día. Aun así podemos quedar para después.

Jimin tenía que mantenerse enfocada, aunque el árabe también era un pez gordo al cual desfalcar no quería verse envuelta en dos líos al mismo tiempo. Así que dejaría ese pecesito para quizás otra ocasión ya que planeaba retirarse y dejar la pesca por un largo, largo tiempo.

—Entonces no estoy corriendo con suerte el día de hoy —dijo sonando algo cabizbajo.

«Pero claro que tienes suerte, si sales conmigo quedarás en la ruina», pensó Jimin.

—¡En absoluto! Déjame tu número, cuando tenga algún viaje a Dubai no dudaré en visitarte. —Sonrió de oreja a oreja y él respondió de la misma manera.

Jungkook estaba escuchando la conversación de ese par, pero hizo oídos sordos. Además no era como que tuviera una relación con Jimin y no quería ser él quien comenzara una toxicidad entre ambos porque no tenía tiempo para lidiar con algo así. Mucho menos con Jimin porque para Jungkook, las personas que lo tenían todo eran las más difíciles de complacer y no quería convertirse en su perro faldero.

—¿Ya me vas a decir por qué cancelaste las reuniones? —preguntó Fransesca.

—Tengo una vida, Fran.

—¿Una vida? ¿O estuviste con Jimin? Porque es muy extraño que hayan llegado juntos.

—Estoy tratando de comprarle las acciones. ¿Recuerdas? Además te recuerdo que tú y yo no somos nada. —contestó entre dientes.

—¿Y tú olvidas que hace apenas tres o cuatro días cogimos como conejos en tu oficina? No me jodas, Jungkook. —Si Fransesca tuviera súper poderes estaría lanzando fuego por los ojos.

—No te obsesiones conmigo linda, eso no te queda.

—¡Jungkook! —Adib llamó a Jeon y este fue con él de inmediato dejando a Fransesca de lado—. ¿Quieres tomar una copa conmigo? Vamos amigo que me gustaría cenar juntos antes de marcharme a Dubai.

—Sería grandioso. ¿A qué hora quedamos?

—¡A las diez! Te veo en el Jek"e. Ando contento y yo pagaré la cuenta de todos los comensales. No olvides traer a estar bello hombre. —Señaló a Jimin—. A esta hermosa mujer. —Señaló a Fransesca—. Y a todo tu equipo que me han tratado de maravilla.

—¡Oh, no debería gastar tanto en nosotros! —exclamó Fransesca ruborizada y agradecida.

—Agradezco el gesto Adib, estaré presente. —dijo Jimin.

—Bien dicen qué hay dos tipos de personas ¡¿Eh?! —dijo Adib a Jungkook riendo—. Unos son modestos y otros saben lo que valen y quieren.

—Adib, Fransesca puede tomar eso como un insulto —murmuró Jimin riendo.

—No hay de qué preocuparse, todos nos estamos divirtiendo —contestó Fransesca.

—¡Estupendo! Nos vemos en el Jek"e!

—Te acompaño, amigo. —Jungkook palmeó la espalda de Adib y juntos salieron de la sala de juntas.

—Pues tiene razón —dijo Jimin en voz alta para que Fransesca escuchara—. Hay dos tipos de personas, pero unas sabemos lo poderosos que somos y otros no llegan a ser ni la mitad de eso. —Miró por el rabillo del ojo a Fransesca.

—¿Cuál es tu puto problema? —cuestionó Fransesca—.¿Se trata de Jungkook, cierto? Desde el día que irrumpiste en la oficina me has dado mala espina.

—Te recuerdo que ese día tenía una cita de negocios con tu jefe. El ofendido debería ser yo porque prefirió estar, como mencioné antes; metiendo su cuchara en una sopa barata. En lugar de atender sus deberes.

—Supongo que hoy por la mañana estuvo haciendo lo mismo, por eso canceló sus reuniones. Así que tan diferentes no somos. —Fransesca no era tonta, el sexto sentido de mujer le alertaba de todas las maneras posibles que Jungkook y Jimin estuvieron juntos. Además la camisa y corbata a juego que tenían no era coincidencia.

—Te aseguro querida, que Jungkook no metió su cuchara en nadie esta mañana... —Sonrió de lado.

—¡Claro! No es tan estúpido como para caer entre tus garras.

—No puedo decir lo mismo de anoche. —Jimin la miró directo a los ojos a modo retador—. ¿Lo llamaste anoche? ¿Sabes dónde estaba? Supongo que no tienen el tipo de relación en la que se desean las buenas noches. ¿O sí?

Jimin quería sacarle información a Fransesca para saber qué tan ligada estaba a Jungkook. Aunque él había demostrado la noche anterior ser un hombre libre en toda la extensión de la palabra ya que fue fácil de envolver para ser llevado a la cama.

—Mi relación con Jungkook no es de tu incumbencia.

—No es que me interese. Realmente eres tú quién se está creando fantasías mentales porque tienes miedo de que te lo quite. ¿Es a caso Jungkook un cachorro o un niño para estarlo cuidando? Digo, eres su asistente. ¿Qué derecho tienes sobre él?

—Pues mucho, de eso te has podido dar cuenta cuando nos encontraste en la oficina aquel día.

—Entonces admites que tienen una relación. —Jimin sonrió divertido—. Lástima que al parecer a él no le importas mucho —murmuró, pero aun así Fransesca lo escuchó.

—Te gusta Jungkook, admítelo de una buena vez.

—¿Gustarme? —Jimin soltó una risa burlona—. Ese hombre es guapísimo, mentiría si digo que no me atrae.

—Que descarado eres...

—Pero tranquila linda, mis intereses con él son únicamente de negocios. El hombre es todo tuyo.

Esas últimas palabras eran las únicas verdaderas que Jimin decía, porque era verdad, solo veía a Jungkook como un negocio más. Cuando terminó de decir eso regresó a la oficina el protagonista de la conversación.

—¿Jimin?

—Dime.

—Vamos a M&M. Tengo reunión acerca de la reparación de unos pozos petrolíferos. ¿A qué hora es, Fransesca?

—Dentro de dos horas, todavía tienes tiempo para comer. ¿Quieres que reserve algo?

—¿Qué te apetece comer, Jimin? ¿A dónde quieres ir? —preguntó Jungkook. Él estaba tratando a Jimin con respeto porque le interesaba que firmara la venta de las acciones y no quería que lo que ocurrió la noche anterior afectara en ello.

—Algo sencillo, si quieres que tu asistente reserve en algún restaurante. O si prefieres para evitar dar vueltas podemos irnos a M&M para comer en tu oficina. No soy de paladar exigente.

—De acuerdo, Fransesca. Ordena algo y que lo lleven a la oficina. ¿Nos vamos? —le preguntó a Jimin.

—Claro.

Jungkook le cedió el paso primero a Jimin, después caminó detrás de él, dejando a Fransesca sintiéndose humillada porque todos los días acostumbraba a comer con Jungkook.

—Algo trama ese renacuajo escurridizo y lo voy a descubrir —dijo Fransesca apretando los dientes.

—Algo trama ese renacuajo escurridizo y lo voy a descubrir —dijo Fransesca apretando los dientes

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Estafa a Jeon || Kookmin🔞||Finalizada✔️Where stories live. Discover now