Capitulo diez

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10. ¿Celos Park?

-Ire a buscar, leche, para mi.-Mintió Lisa despues de ver la interacción de Hyeri y Rosé.

-Creo que tenemos.-Dijo Rosé distraídamente, Lisa noto la poca atención que le prestaban asi que simplemente continuó por los pasillos.

-¿Ma?-Pregunto Bambam, Lisa dibujo media sonrisa en su rostro, dos años y su pequeño sobrino solo balbuceaba silabas, sin formar ninguna palabra.

-Si quieres llamarme mamá, me harías muy feliz, además, con mi condición y al paso que voy, tu y Minnie serán mi única descendencia.-Bambam sonrió y dio unas palmadas, Lisa sonrió y beso la mejilla del pequeño.

-Vaya, tenemos carne fresca.-Una atractiva mujer, se poso frente a Lisa que como las palabras que salieron de su boca, la veían como carne fresca.

-¿Perdón?-Pregunto Lisa sin entender y la atractiva mujer que sonrió, la castaña se detuvo a mirarla, no como ella la miraba, pero si lo suficiente para notar que tenía unos veinticinco años, su piel bronceada a pesar de estar en un pueblo entre las montañas, su cabello en un tono castaño cobrizo y un lacio perfecto, su cuerpo era definido, era la definición del cuerpo perfecto.

-¿Eres nueva en el pueblo? Porque dudo que estes de paso.-Lisa parpadeo y asintió rápidamente mirando a los ojos azules de la joven frente a ella.

-Si, es decir, tengo unos meses aquí, Lalisa Manoban.-Respondió con una sonrisa.

-Si lo supuse, vives en la cabaña Park.-Lisa asintió mientras la joven veía a Lisa de arriba a abajo, la castaña se sentía desnuda, la mujer la veía como si la devorara con la mirada.
-Alexandra Lynch, llámame Alex, y me dedico a los bienes y raíces, además soy contratista; en este pueblo, no hay muchas casas, pero tengo algunas con buenos jardines para tus bebés, por si quieres, un mejor lugar para vivir; a menos que, vivas con Rosé por que, tengan algo.-La mayor estaba por responder cuando Rosé apareció.

-Si, pero nos vendría bien una remodelación, Alex.-Rosé dibujo una extraña sonrisa, una que Lisa nunca había visto que le erizo la piel.
-¿También eres contratista cierto?-La joven Alex asintió incomoda, la castaña abrió grande los ojos sorprendida por la respuesta de Rosé.

-No sabía que, tenían algo, creí que cuando regreso Joy; es decir, la vi recientemente en el pueblo.-Alex hablo con cierto veneno, una ceja enarcada mirando fijamente a Rosé a los ojos.

-Joy y yo, es pasado; además, solo éramos amigas, nada mas.-Aclaro Rosé sin parpadear; Lisa quería creerlo, pero no quería crearse falsas esperanzas.
-En cuanto a nosotras, nos encantaría una remodelación para la habitación de los bebés; y quizás de unos próximos nuevos integrantes.-Alex puso los ojos en blanco y cambio su postura, mientras Rosé tomaba la mano de Lisa y entrelazaba sus dedos.

-Pues, ya sabes dónde encontrarme, Roseanne.-La mujer se alejo y Rosé sintió un pánico inundándola, ¿Porque había reaccionado así? ¿Estaba celosa?

-¿Que tienes? Pareces pensativa.- Pregunta Rosé mientras conducía de regreso a la cabaña.

-Si, es solo que... ¿que fue eso de la remodelación y de nuevos integrantes? ¿Porque actuaste así con ella, Alex parecía amable? ¿Eran celos? ¿Estas celosa Park?-La castaña preguntaba sin esperar respuesta, mientras la rubia cada vez se sentía mas tensa y acorralada.

-Lisa, conozco a Alex, es una zorra que solo quiere algo de una noche, y busca carne fresca, ya has visto a todos aquí, solo hay unas cuantas opciones disponibles.-Si los niños no estuvieran en la camioneta de Rosé y si el auto no estuviera en marcha, la castaña se habría bajado en ese momento.

-¿Y tendría algo de malo? Yo no tengo compromisos, estoy soltera y estoy sola, tu tienes a Joy, a Suzy, ¿porque yo no podría?-Lisa se cruzó de brazos y Rosé ahora fue la que frunció el ceño con molestia.

-¡Tienes razón, no tiene nada de malo, anda corre, ve para que te rompan el corazón, esa zorra se abrirá como puerta para ti, de par en par!-La castaña estuvo por responder, pero claro que no haría nada, las veces que había conseguido sexo había sido porque tenia que pagar, con su condición, no a muchas mujeres les emocionaba estar con una mujer, así, y para los hombres que no les molestaba un pene, les parecía muy femenina, así que se limitó a mantenerse callada.

Cuando llegaron a la cabaña, en silencio acomodaron todo lo que habían comprado, la castaña tomo a ambos niños y prendió la pantalla, les puso unos programas mientras ella trabajaba en sus fotos, feliz pensó que podría abrir un estudio, donde vendería sus fotos, alguno de sus sueños, podría cumplirse.

-Es hora de que ellos se duerman.-Advirtió Rosé, Lisa levanto la vista de su computador y vio la hora, quince para las ocho, los pequeños sonrieron a la rubia que se acerco para ayudar a Lisa.

-Les dare un baño, a mis pequeños apestosos les hace falta un baño.-Les advirtió la mayor, los pequeños parecieron entender la idea de baño.

-Al parecer no solo heredaron tus gestos y tu hermosa sonrisa.-La rubia se arrepintió del comentario, pero al parecer Lisa no lo escucho, o de hacerlo, no le presto atención.

Ambas ducharon a los pequeños mientras jugaban con ellos, hasta que la mayor decidió era hora de dormir, les colocaron sus prendas de dormir, y los acomodaron en sus camas; cada una se retiró a sus respectivas habitaciones, después de la discusión, no intercambiaron mas palabras.

Lisa se disponía a dormir, se acomodo en su cama, y había apagado la luz, cuando escucho llamaban a su puerta.

La cabañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora