Capitulo seis

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6. Dos bebes

Rosé despertó abrazada de la castaña, a pesar de estar en un jet de primera clase, la posición de ambas, aferradas a la otra a pesar de su incómoda posición, la rubia avergonzada, retrocedió un poco, se estiró delicadamente mientras Lisa parecía moverse al sentir la ausencia del cuerpo que descansaba sobre ella.

-¿Ya estamos aterrizando?-Pregunto Lisa.

-No, creo que no.-Rosé se puso de pie y camino al baño, la asistente de vuelo les aviso que aterrizarían en unos minutos, apenas bajaron del avión, el abogado de la familia de Lisa estaba esperando.

-Bienvenida de vuelta, y lamento mucho la perdida... o lo que eso significa.-Dijo el abogado de la castaña y Lisa asintió.

-Gracias abogado, le presento a mi amiga y compañera de piso, Roseanne, Rosie, el es abogado de la familia de mi abuelo.

-Mucho gusto señorita Roseanne.-Respondió el hombre mayor extendiendo su mano en un saludo

-El gusto es mio abogado.

-Bien, andando, Lalisa los niños como ya sabes Bambam tiene dos años, y Minnie, ha cumplido un año, o un poco mas, te entregare sus actas de nacimiento, supongo que piensas volver a Nueva Zelanda.-El hombre no pregunto, era una afirmación al ver a la rubia que acompañaba a Lisa.

-Si, ese es el plan.-Respondió Lisa viendo a Rosé.
Los tres subieron a una camioneta negra, en la que al parecer ya esperaba ser ocupada por los pequeños.

-Te explico, los niños están bajo la custodia del gobierno, ahora al ser la única familiar de los menores, puedes reclamarlos, puedes ver como funciona su, integración, y si no funcionan...

-¿Reclamarlos? ¿Como si fuesen objetos perdidos? ¿Y si no funciona que? ¿Los devuelvo y serán entregados al gobierno? ¿Estarán de hogar en hogar?-Lisa hablaba frustrada y molesta, la castaña tomo su brazo delicadamente para tranquilizar a la castaña que pareció funcionar un poco.

-Lisa, es tu abogado e intenta ayudar.

-Lo siento Lisa, se que la pasaste mal pero intento que entiendas la situación de tus sobrinos.

-Si, lo entiendo, y no dejaré a un par de niños solos, después de haberles dado la espalda... no debí haber huido, debí asegurar a los niños desde un principio; son, mi sangre.

-Hemos llegado.-Aviso el chofer interrumpiendo el discurso de la castaña.

-Gracias Charles, ¿Vamos?-Pregunto el abogado, ambas asintieron y bajaronndel auto, Rosé tomo el brazo de Lisa intentando darle apoyo, Lisa lo agradeció con una sonrisa, los pasillos se sentían interminables y aunque eran coloridos, no dejaba de sentirse un ambiente triste, solitario y frío.
-Aquí es.-Lisa tomo la mano de Rosé al ver por el cristal a dos pequeños niños, una pequeña pelinegra de cabello corto, llorando en brazos de la que supuso era la trabajadora social, y un pequeño niño de mejillas sonrojadas con una mirada culpable, supuso era el causante del llanto.

-¿Debería entrar?-Pregunto Lisa, Rosé no sabía si le preguntaba a ella, o si se estaba preguntando a si misma.

-Tranquila, te irá bien.-Animo la rubia; Lisa se limitó a asentir, Rosé vio como una tímida Lisa entro al salón y como en una torpe interacción la castaña sonrió victoria al lograr calmar a la pequeña, era una imagen realmente tierna y ahora ambas regresarían a su casa, con dos bebes, ¿en que se había metido? ¿A ella si quiera le agradaban los niños? ¿Que la hizo proponer esta situación?

La cabañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora