Capitulo 9

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"El mundo seguía girando, implacable, pero su presencia parecía detener el tiempo, como si solo existieran los dos."

Liam

¿Estaba volviéndome loco? Posiblemente. Cada día, desde que la crucé en aquel parque, he pensado en ella, en esos ojos que parecían decir más de lo que las palabras hubieran podido. Pensé que tal vez ese encuentro fortuito, ese instante en que nuestras miradas se conectaron, sería el comienzo de algo. Tal vez una oportunidad para acercarme más, conocerla, saber qué pasa por su mente. Pero no podría haber estado más equivocado.

Han pasado casi tres semanas desde entonces, y desde ese momento, solo me la he encontrado una vez más. En un semáforo. Ella iba conduciendo su moto, una Yamaha R7, y, aunque el instante fue breve, fue suficiente para que algo en mi interior se removiera. No pude evitar notar lo que significaba verla allí, conduciendo de nuevo después de casi dos años. Alena me había contado que había dejado de andar en moto después del accidente, que era parte de lo que la mantenía atrapada en su duelo. Y, sin embargo, allí estaba, con el viento en su rostro, su cabello oscuro asomando por debajo del casco. Tan hermosa, tan inalcanzable.

Verla tan libre, tan fuerte, y al mismo tiempo tan frágil me desarmó por completo. Algo en ella me atrae de una forma que nunca antes había sentido por nadie. Alena me había dicho que ella estaba tratando de superar un trauma profundo, que tenía días buenos y días malos, y que no era alguien fácil de entender o predecir. Me contó también que estaba a solo un mes de obtener su licenciatura en física cuántica. ¿Qué más podía tener esta mujer? Es hermosa, de esa belleza que te deja sin aliento, que te hace dudar de si el mundo entero sigue existiendo a tu alrededor cuando la ves. Pero no solo es eso. Es inteligente, una genia, mejor dicho.

Había investigado más de ella, mucho más. Supe que, en su último año de secundaria, ganó un premio nacional de literatura. Como si eso no fuera suficiente, también recibió un reconocimiento por un experimento químico que lograba volver el agua turbia en cristalina. Era increíble. Y con cada cosa que descubría sobre ella, más me perdía en la idea de que ella era todo lo que jamás había buscado, aunque ni siquiera sabía que estaba buscando algo.

Caí enamorado desde la primera vez que la vi. No soy del tipo que se rinde a los impulsos, pero ella... ella no es un impulso, es una fuerza imparable. Esa vez frente al edificio fue mí primera caída, luego lo fue en mí oficina y posteriormente el parque, cuando sus palabras, aunque cortas, me hicieron sentir que el mundo entero se había detenido por unos segundos. Y luego el semáforo, cuando su sola presencia sobre esa moto volvió a dejarme sin aliento.

No sabía lo que era el amor antes de conocerla. Tal vez nunca me había permitido entenderlo, hasta ahora. Y la única razón por la que no he insistido en buscarla, en aparecer de nuevo frente a ella, es porque sé que necesita tiempo. Alena me lo dijo, y aunque no necesitaba que nadie me lo explicara, lo sabía en lo más profundo de mí. Ella estaba comprometida, tenía un pasado marcado por un amor que la había dejado rota, y no era mi intención borrar los recuerdos de su primer amor. No podría, ni lo querría.

Pero, si algún día llego a enamorarla, si ella me deja entrar en su vida, tengo una única certeza: quiero ser su último amor.

- Liam, me estás escuchando?- esa era Victoria, mí casi hermana, ya que su madre y la mía son como mejores amigas.

- De hecho no Vic, puedes repetir lo que me estabas diciendo?- últimamente me pierdo mucho pensando en mí tormenta de ojos grises... Ojalá tenerla entre mis brazos.

- Tranquilo, es por tu chica tormenta?- creo que fue un error comentarle la forma en que yo llamaba a Kate.

- Si, pero dime, adelante -

- Claro, pues que empecé a trabajar en la mejor biblioteca de la ciudad, en la "Atena", también te decía que tengo una compañera, que es muy linda de hecho, y tiene unos ojos grises que te dejan sin aliento, su nombre es Kaethenis, pero le gusta que le digan Kae - habló tan rápido que casi no proceso todo lo que dijo.

El amor después de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora