Los años pasaron, y los ninjas como los conocíamos pasaron a ser historia. Las personas que hacían uso del Chakra cada vez eran menos debido al esfuerzo que desarrollar dicha habilidad significaba, además, no era algo asegurado ser portador de ch...
El rostro de Kiba fue subiendo a un tono rojizo, no sabía como explicarle que lo hizo.para ayudarla, y honestamente era un tema que prefería evitar. - E-en el sueter esta... esta... - No podía decirlo y salió huyendo.
Ella lo miró alejarse confundida.
"¿Qué está...?", se preguntó.
Buscando en la prenda, dentro de una de las bolsas encontró una toalla sanitaria.
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"¿¡Cómo lo supo!?". Eso la sorprendió mucho. Rápidamente devolvió la mano al bolsillo, y tomó dirección al baño.
Mientras, Kiba se daba topes de frente, sentía que su intento por ayudar a Hinata parecía absurdo, y había quedado como un acosador Pervertido.
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Sasuke se había apartado y reunido con su clase. Incluso después de la hora de limpiar y retomar sus lecciones, el Uchiha estaba distraido.
Su mente traía una y otra vez la imagen de Kiba atando aquel sueter en la cintura de Hinata. ¿¡Qué había sido eso!?.
Llegó la hora de la salida, y Sasuke esperaba a que la Hyuga llegara. Entonces ella apareció justo en la puerta del salón.
- ¿Qué pasa? - la miró.
Ella se acercó tímida, hasta estar parada frente a él. - ¿podríamos posponer las tutorias?- se sujetaba las manos.
Sasuke la miró en silencio y sin decir nada se puso de pie y comenzó a guardar sus cosas.
- ¿podríamos retomarlas el siguiente lunes? - agregó la chica.
Terminando de cerrar su mochila y colgándola en su hombro, él la miró de frente. - Claro. - aceptó y tomó la delantera.
"¿estaba todo bien, no?", pensó ella ante la sensación de distancia que notaba en él. Pero Sasuke se detuvo y la miro nuevamente.
- ¿estas bien?
- ¿Eh?
- ¿Estas enferma?
Ella recordó lo sucedido en la tarde, entonces entendió y asintió con las mejillas algo sonrojadas, pues no se trataba precisamente de una enfermedad. Solo no quería sentirse incómoda estando con él. O qie se enterara de su ciclo como había hecho Kiba.
- Vamos. - Dijo él, y ella caminó a su lado hasta que salieron del plantel.
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La tarde había llegado y con ella la rutina diaria de Hinata y Sasuke.
Hinata llegó a casa y pasó buenos momentos con su hermana y Neji. Después, durante la cena, se unió a ellos su padre, Hiashi.
Por otro lado, Sasuke llegó a casa y fue recibido con la cálida sonrisa de su madre. Juntos prepararon la cena y esperaron a que llegaran su padre y su hermano mayor
Ambas familias disfrutaban de una vida cómoda y sin carencias. Sin embargo, la vida no es igual para todos.
En casa de Kiba Inuzuka no había tanta abundancia, pero para él era igual de agradable llegar a su hogar. Aunque su madre y hermana no lo esperaban porque estaban trabajando, su condición lo hacía soñar con ser mejor y aspiraba a proteger a su madre y hermana mayor, dándoles todo lo que necesitaban.
La familia de Kiba era bastante pobre, Hana, su hermana mayor, había dejado los estudios para aportar dinero a la casa y así Kiba pudiera seguir estudiando.
A pesar de todo ese esfuerzo, Kiba no destacaba en la escuela, y eso, a veces lo hacía sentir que era una carga para a su familia. Así que intentaba ser un buen hijo en lo demas y ayudaba en las tareas del hogar.
Mientras preparaba la cena para recibir a su madre y su hermana, Kiba se sumergio en sus pensamientos.
"Si fuera más brillante"
"Si pudiera tener un buen trabajo"
"Si tan solo fuera guapo, quiza sería modelo"
"Si tuviera algún talento..."
"Si pudiera destacar en algo."
Hacía la cena pensando todas estas cosas, entonces sintió un rose en su pierna. Era Akamaru, su perro fiel que parecía recordarle que estaría para él no importa que.
Continuará...
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¡vivan los perritos!
Nota: pensé que había perdido los borradores porque no me aparecían. Que susto pasé 🤧
