Capítulo 7: Cartas

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—Takemichi, es la sexta lata—pudo reaccionar al momento de sentarse en el sofá, miraba la bebida en su mano—¿Takemichi?

—Perdóname, Akkun—sin embargo, la abrió—. A veces la cerveza es relajante.

—Sí, pero no sabía que bebías tanto...

—Lo siento—comenzó a beber con los pensamientos revueltos—, gracias por venir y ya no te entretengo. Te buscaré tu paga.

—Aguarda—se puso de pie primero—. Vine a ver como estabas también y veo que tienes problemas—señalo sus ojeras—¿El trabajo? ¿Tu matrimonio?

Takemichi se tensó volviendo a beber de golpe. Asintió rendido mientras se ponía de pie, camino a su mesa donde busco un sobre entre tantos papeles esparcidos.

—Digamos que estar casado no es el paraíso—le extendió este—, no es... ideal.

Aplastó su lata lanzándola al basurero, no cayo dentro y solo hizo más ruido. Sus mejillas estaban rojas, no podía seguir tomando más, debía volver al trabajo en menos de una hora. Akkun solo observó esto y luego desvió su mirada a su paga.

—Entiendo... deberías hablar con ella.

—Ella no quiere—se cruzo de brazos—, siempre busca una pelea por cualquier tontería, como si no fuera suficiente con el acuerdo de-

—¿De? —paro su hablar yendo de nuevo a la pequeña nevera—Ya no bebas, tu productor va a matarte.

—Pues que lo intenté.

La puerta se abrió. Takemichi relajo sus hombros al ver sus ojos negros buscándolo, aun había alguien que lo apreciaba o solo estaba borracho.

—¿Takemitchy? —entró tomando la cerveza en mano—Vamos a comer algo.

—¡Dámela! —empezaron a intentar quitarse la bebida uno al otro. Entre risas, el sonrojo del ojiazul y el corazón acelerado de Mikey.

Akkun desvió la mirada. Ya se sentía un mal tercio, quería irse, pero no podía ni moverse. Se miro al espejo notando su cara roja. Tosió llamando su atención y solo fue ignorado.

—El director esta ebrio—lo tomo de las mejillas mientras reía—¡Takemitchy estas mal!

—¡Eso ya lo sé! —lo tomo de los hombros. La cerveza ya había ido a caer al suelo. Akkun se aclaró la garganta.

—Me voy.

Solo pudo decir eso mientras agachaba la mirada y salía de prisa, sea lo que sea que ahí pasara no quería seguir sintiendo la enorme tensión. Sano y Hanagaki quedaron riendo varios segundos más.

—Pero enserio—peino sus cabellos negros—, Satoshi va a matarte, no le gusta que nadie beba demasiado antes de grabar.

—No importa—salió del camerino primero extendiendo su mano al otro—¿Vamos, doble de acción?

—Vamos—estaba confundido. El alcohol lo ponía de esa forma, un poco más suelto y más directo.

Sus manos tomadas fueron observadas por el mal tercio. Recordó cosas del pasado, un asunto que pudo cambiar el rumbo de todo, pero fue imposible de realizar o solo no se esforzaron lo suficiente. Akkun saliendo del estudio marcó de inmediato a un número frecuente.

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—¡Señor, Hanagaki! —le alzo la voz por cuarta vez—¡El extra entra a los diez segundos, no veinte, no cinco!

—¡Quería intentarlo así! —apretó su libreto—¡Mikey también está cansado!

Sus ojos negros lo miraban con algo de miedo, estaba demasiado tenso, distraído y lo suficientemente molesto para discutir con Satoshi.

Luces, cámara, Mikey | Maitake/TakemaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora