Después de irse para tener una mejor vida, solo pudo arrepentirse día con día, queriendo volver. Solo logró tener el valor de volver cuando ese mensaje le llegó, diciéndole que él había muerto.
Realmente lo extrañaba y solo pudo conformarse con unas...
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Caminó detrás de su jefe por los pasillos con la mirada baja frunciendo el seño tratando de recordar que era lo que pasaba. Su corazón latía con fuerza dándole cierto dolor en el pecho, ese momento había sido el que se suponía había condenado sus vidas al fracaso.
Entraron juntos a la oficina, Tyler se sentó en la silla y él rodeó el escritorio sentándose. Al levantar la mirada notó que el rostro de su jefe se distorsionó igual que el rostro de Thomas la otra noche.
—¿Y? ¿Ya lo pensaste?
—No puedo aceptar.
—¿Por qué no?
—Son razones personales, pero no puedo aceptarlo. Tengo muchas cosas aquí como para dejarlo todo e irme.
—Que imprevisto, pensaba que aceptarías, te veías bastante decidido a irte cuando te lo propuse. Realmente necesitaría una explicación.
—Mi pareja no puede ir y no pienso irme sin él.
—Es un contrato de mucho dinero Tyler, podrían simplemente mudarse.
—Él también tiene un contrato y le caería una multa por incumplimiento. —sintió esa fría mirada encima de él pero agradecía no poder verlo.
—Bastante imprudente de tu parte rechazar algo así por una pareja.
—No es solo una pareja, es la persona más importante de mi vida. Que lastima que no conozca la importancia de eso. —en ese preciso instante el rostro de su jefe se aclaró dejándole ver su expresión de disgusto por su respuesta.
—Bueno... Lo que tú decidas. —miró la hora en su teléfono cuando a su mente llegó un fugaz recuerdo golpeando su interior con fuerza. Se levantó de la silla algo nervioso.
—Puede darle la propuesta a Dereck, él es bueno y aceptaría sin pensarlo, con suerte... Debo irme.
—Buenas noches, Tyler. —le dijo simplemente.
...
En casa, Thomas se acurrucaba debajo de las sábanas sintiéndose sumamente mareado y desorientado, todo su cuerpo sudaba y quemaba de lo caliente que se sentía. Su aliento hervía, sentía que la fiebre lo estaba matando y el aire se hacía cada vez más escaso.
—Tyler... —abrazó la almohada temblando y jadeando—. Tyler...
...
Bajó en el ascensor mordiendo su pulgar desesperado, había olvidado ese detalle. Se subió al auto y condujo rápidamente hacia la casa, mientras esperaba a que el semáforo cambiara recordaba lo que había pasado.
"Thomas enfermaba por un ataque de asma y cuando salía del trabajo después de aceptar la propuesta lo conseguía en el hospital."
Limpió sus ojos cuando comenzó a llorar de nuevo pisando el acelerador.
